Capítulo 12 {1 parte}

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El viaje de regreso al apartamento de Niall, bueno supongo que nuestro apartamento, es tranquilo. Tomé el asiento de atrás porque tengo mucho que pensar. Me quedo mirando por la ventana hacia el mundo que pasa. ¿Realmente estoy haciendo esto? ¿Puedo vivir con él?
Volteando veo a Niall. Se está frotando la sien. ¿No se hartará de mí? ¿Qué haré si de repente ya no me quiere más ahí?

Niall me mira por el espejo retrovisor. Rápidamente aparto la mirada. Estoy muy asustada. Tengo miedo de ver a mi mamá. Tengo miedo de volver a la escuela. Tengo miedo del mundo. Lo único que me hace sentir segura es Niall. ¿Eso es saludable? ¿Estoy demasiado apegada a él? ¿Qué haré cuando él consiga una novia? Ya no lo tendré alrededor y estaré sola de nuevo. Una lágrima cae por mi rostro y rápidamente la enjuago. Este vacío en mi pecho es abrumador. Sólo quiero desaparecer de este mundo.

—Alex, voy a llamar a Josh —dice Niall desde el asiento delantero.

Me incorporo al instante.

—¡No le puedes decir! ¡No, por favor! ¡No quiero que nadie lo sepa!

—No voy a decirle cariño. Tenemos que sacar tus cosas de la casa de tu mamá tan pronto como sea posible. Su hermano tiene una camioneta. También puede conseguir cajas del trabajo —explica Niall suavemente.

—No sé lo que mi mamá me dejará llevarme. Puede enojarse demasiado —susurro, volviendo a mirar por la ventana.

Cassandra se voltea.

—¿Cuándo trabaja normalmente?

—De 9 a 4 —respondo.

Sacando su teléfono celular, Niall dice.

—Entonces lo haremos a las once. Eso nos dará tiempo suficiente, y ella puede besar mi... trasero. Te llevarás lo que quieras. ¿Qué va a hacer ella, llamar a la policía? Son tus cosas.

—Probablemente lo hará —refunfuño—. Sólo quiero mi arte, ropa, reproductor de mp3 y zapatos. Puede quedarse con la computadora y todo. ¿Tengo que llevarme los muebles?

—No —contesta Niall —. Te conseguiremos lo que necesites. Hay un armario en el dormitorio.

Más de él comprándome cosas, ¿cuánto tiempo durará?

— Niall —suspiro—. No tienes que hacer esto. Tarde o temprano te vas a hartar de mí. Entonces, tendré que regresar.

Puesto que estamos en un semáforo, Niall se da la vuelta y me mira.

—¡¿Podrías parar por favor?! No voy a echarte un día. Si te pones fastidiosa me limitaré a encerrarte en tu habitación.

Eso me hace sonreír con suficiencia.

—Gracias.

—No hay problema —replica—. Ahora, voy a llamar a Josh. —Se desplaza por su lista y luego presiona lo que tiene que ser el nombre de Josh. Hay silencio durante unos segundos—. Oye, soy yo. Necesito tu ayuda, pero no puedes hacer preguntas. —Hay una pausa y luego Niall dice con severidad—. Josh, estoy hablando muy en serio. Esto no es una broma. Necesito que mañana consigas la camioneta de tu hermano y algunas cajas del trabajo. Tenemos que sacar a Alex de su casa lo antes posible. Voy a tener a Cassandra pidiéndole ayuda a Kent, también.

—Le mandaré un mensaje de texto en este momento —susurra Cassandra.

Niall asiente.

—¿Qué? Bueno, está viva, pero eso es todo lo que necesitas saber. Por favor, no hagas ninguna pregunta. Sólo tenemos que llevar sus cosas a mi apartamento, y cuando la veas, simplemente déjala ser, ¿está bien? —Hay silencio mientras Josh habla—. Está bien, encuéntranos en su casa a las once. ¿Recuerdas dónde es? Bien. Nos vemos luego, adiós.

El vidrio está frío cuando pongo mi cabeza en la ventana. Estoy tan cansada, tan absolutamente exhausta. Siento lágrimas corriendo por mi rostro, y ni siquiera me di cuenta de que estaba llorando. ¿Las lágrimas alguna vez se detendrán? ¿El dolor alguna vez cesará? Mi mente empieza a quedarse en blanco, mientras el vacío se hace cargo.

Un poco más tarde, siento brazos envolverse a mi alrededor y levantarme. Mis ojos revolotean al abrirse y veo a Niall. Me está cargando fuera del auto.

—¿Me quedé dormida otra vez? Ya no tengo permitido sentarme en tu asiento trasero.

—Alex, simplemente descansa. Has pasado por mucho. Sólo cierra los ojos y duerme. Te tengo —susurra suavemente Niall.

Simplemente asiento y vuelvo a dormirme. En realidad, lo siento acostándome en su cama. ¿Por qué estoy tan cansada? Ni siquiera puedo abrir los ojos.

Niall cuidadosamente me quita los zapatos y desliza mis piernas debajo de la manta. No pasa mucho tiempo antes de que esté, de nuevo, profundamente dormida.

Cuando por fin me despierto, veo que el sol casi se ha puesto. Salgo de la cama y me estremezco. Hace frío. Agarro la manta tirada en la silla y la envuelvo alrededor de mí. Al salir al pasillo, veo que la única luz encendida es la que está sobre la mesa. Niall está sentado ahí con una cerveza, dándole vueltas.

—Oye —digo con cautela.

Se voltea y me mira.

—¿Cómo te sientes?

—Un poco mejor ahora que descansé —respondo. Arrastrando parte de la manta detrás de mí, me acerco a la mesa. Niall se levanta y saca una silla para mí—. Qué caballeroso.

—Oye, tengo excelentes modales —murmura en voz baja.

Me siento y acerco más la manta a mí alrededor.

—Veo que estás bebiendo.

—¿Quieres una? —pregunta Niall.

Dándole una mirada, digo bruscamente.

—¿En serio? Uno, soy menor de edad. Dos, ¿por qué iba yo a querer beber?

—Buen punto —murmura, volviendo a sentarse.

The Art Of The Life - NiallWhere stories live. Discover now