Capítulo 27 {3 parte}

187 15 0
                                    



Dando la vuelta sonrío.

—Por supuesto que sí. No puedo creer que lo recordaras. Lo dije al pasar.

—Recuerdo todo lo que dices —responde—. No podrías usar tu abrigo de diario con un vestido de fiesta.

—Probablemente tengas razón en eso —digo—. Gracias Niall. Gracias por todo. Sé que lo digo mucho, pero lo digo en serio.

Se acerca y pone sus manos en mis brazos.

—No necesitas dar las gracias.

Mi mano alcanza mi cuello.

—Necesitas tomar esto de regreso. No puedo tomar el collar de Kaitlin.

—Eso no está en discusión —afirma—. Sus padres me lo dieron a mí para que se lo diera a una chica que haría a Kaitlin feliz. Creo que pensaron en mi futura esposa... pero siento como si tú deberías tenerlo.

Con un momento de vacilación, pregunto—: Soy más merecedora que tu futura esposa. ¿Cómo averiguaste eso?

—Porque por mucho que tú y Kaitlin son diferentes, y sí que son muy diferentes, también son muy parecidas. Ella querría que lo tuvieras. Sé esto en mi corazón.

—Pero vale mucho dinero. ¿Qué voy a hacer con él? No lo puedo meter en mi cajón de los calcetines —declaro seriamente.

Una sonrisa pasa sobre su cara.

—Ahí es donde yo lo he guardado, pero tienes razón, deberíamos ponerlo en un lugar seguro. Vamos a conseguirte una caja de seguridad el lunes o el martes, debido a tu cita.

—Mmmm —canturreo—. ¿Puedo hacerte una pregunta sería?

—Por supuesto —responde.

Mordiendo mi labio pregunto—: ¿No debería yo estar más emocionada?

—¿Sobre qué, tu cita? —pregunta. Asiento. Tomando una respiración profunda, suspira—. No puedo responder eso por ti. —Se acerca y toma mi mano—. Quiero que seas feliz. Te mereces a alguien... que te hará feliz.

—Y ese podría ser Eric —susurro.

Asiente.

—Podría ser. —Hay silencio entre nosotros una vez más. Me acerco y empiezo a deshacer su corbata. Me mira—. ¿Qué estás haciendo?

—Estoy cansada. Es tiempo de prepararse para la cama.

Agarra mi mano.

—Alex, ahora necesitas dormir sola.

Levanto la vista hacia él.

—Eso no parece justo. Debería ser capaz de tomar esa decisión.

—Si tengo que darme por vencido y empezar a compartirte, entonces tengo que tomar la decisión de dormir solo. Tenemos que dormir solos. Tampoco voy a besarte en los labios o en tu cuerpo nunca más. Seré cuidadoso con mis manos. Esa es la manera en que necesita ser —declara viendo hacia un lado.

— Niall detente —digo, agarrando una de las solapas de su abrigo—. Nada tiene que cambiar. Él no es mi novio. He sido honesta con él. No hagas esto.

Sus ojos bajan hacia los míos y tiene una mirada triste en su cara.

—Necesitamos tener algunos límites. Es diferente ahora. No quiero arruinar tus posibilidades con Eric.

—Eric no necesita saberlo —susurro.

Ahora obtengo una mirada severa.

—Alex, eso no está bien.

—¿Qué pasa si tengo pesadillas? —pregunto.

—Vienes y me despiertas. Me sentaré contigo hasta que te duermas —responde.

Con el corazón encogido, lo jalo contra mí.

—No quiero renunciar a ti.

Estamos ahí, viéndonos el uno al otro. Inhala fuertemente y mira hacia otro lado.

—Alex, mereces enamorarte de alguien. No puedo entorpecer eso.

—Tú no... —murmuro. De repente, hay una opresión en mi pecho—. No quiero hacer esto. No quiero perder lo que somos.

—NUNCA me perderás —articula fuertemente—. No importa qué pase, estoy justo aquí, cuando sea que me necesites.

Me pongo de puntitas y lo beso suavemente en los labios. Me besa en respuesta por un brevísimo instante y me aleja.

—Por favor Niall, no hagas esto.

—Tenemos que hacerlo. Te amo Alex, pero... las cosas tienen que cambiar.

Lágrimas empiezan a brotar de mis ojos y me veo obligado a apartar la mirada.

—Está bien. —Dejándolo ir susurro—: Debería alistarme para ir a la cama.

—Muy bien —contesta en voz baja.

Dándome la vuelta pregunto:

—¿Puedes desabrochar mi vestido? De otra manera dormiré en él.

Sus dedos rozan delicadamente contra mi piel mientras desabrocha las cintas y baja el cierre del vestido. Por un segundo, siento sus dedos trazar mi espalda. Eso envía escalofríos por mi espina dorsal.

Niall se atraganta.

—Voy a usar el baño primero.

Con eso, se da la vuelta y se aleja.

Esa noche, duermo sola. No duermo bien porque sigo viendo el lado vacío junto a mí. Finalmente, ruedo hacia el otro lado, cierro mis ojos y dos lágrimas corren por el lado de mi cara. ¿Qué está mal conmigo?

The Art Of The Life - NiallWhere stories live. Discover now