Capítulo 20 {4 parte}

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Abriendo la puerta, camino dentro.

—¡Oh, Dios mío! Podría matarte. ¿Por qué te quitaste la camiseta? ¿Era realmente necesario?

—¿Qué? Tenía calor —se ríe Niall.

—¡No lo tenías! —gruño—. Estabas tratando de mostrarte y hacerlo sentir incómodo.

Da una risita.

—¿Funcionó?

—¡Sí, idiota! De todos modos, eso no es de lo que venía a hablarte.

Niall suspira—: Me sorprende que incluso vinieras aquí. Es bueno saber que te sientes más cómoda. Ahora, sólo queda que te acostumbres a verme desnudo.

—¡Cállate! ¡Ni se te ocurra! —digo bruscamente.

—Biiiiieeeennn —deja salir—. ¿De qué quieres que hablemos?

Arrastrando los pies, le respondo—: Eric me invitó a que hiciéramos algo mañana.

Después de una pausa, Niall dice—: Está bien, ¿cómo una cita?

—A menos que tú y Jack sean nuestros acompañantes, no.

—¿Qué haremos mañana, entonces? —pregunta Niall.

Me muerdo el labio.

—Eric quiere llevarme a una exhibición de autos y... se preguntaba si podíamos llevar... tú... auto. —Sólo hay silencio mientras oigo correr el agua—. Le dije que no lo llevabas a exhibiciones de autos, por lo que no creo que él vaya a estar sorprendido por tu respuesta.

—Mmmm, bueno, no, no lo llevo a exhibiciones de autos, pero... si te ayuda lo haré.

Mi mandíbula cae un poco.

—No sé si me va a ayudar, pero eso probablemente haría de su día algo genial.

Con un profundo suspiro, Niall murmura—: Pensé mucho cuando estaba corriendo. Lo que dijiste sobre Kaitlin antes, que no querría que recordara su vida emborrachándome. Has hecho un muy buen punto. Ella querría que yo viva mi vida por nosotros dos, y no he estado haciendo eso. He estado escondiéndome en un agujero.

—No has estado escondido en un agujero, pero no has estado realmente poniéndote allí fuera tampoco. Quiero decir, soy la única a la que has sido remotamente cercano desde su muerte, ¿no?

—Más o menos —replica—. Tú eres buena para mí, Alex. Creo respirarás un poco de vida de vuelta dentro de mí.

Poniendo mi mano sobre mi pecho, me quedo mirando la cortina.

—Eso es muy dulce.

—Bueno, es verdad —afirma. Oigo el agua cerrarse y veo su mano agarrar su toalla—. Ahora, tengo que salir de aquí. Tengo una toalla, pero eso por lo general te hace enloquecer.

Mi corazón salta un poco.

—Está bien.

Él tira de la cortina y dice—: Mira, todo cubierto, no hay necesidad de preocuparse.

—Gracias —le susurró, sonrojándome duramente—. De todos modos, tienes todo lo necesario para vivir una vida fabulosa. Debes hacer todo lo posible.

—Sí, una vez que termine la escuela, vamos a seguir nuestro camino — Niall responde con una sonrisa—. Y me refiero a la universidad.

Rodando los ojos, me quejo—: No seas ridículo, es probable que tengas una esposa para entonces.

—Bueno, ya veremos eso —se ríe en voz baja—. Así pues, ¿quieres llevar el GTO a la exhibición entonces?

—Probablemente me daría algunos puntos más de genialidad. —Me río—. ¿Poooorrr faaavvooorrr?

Niall se inclina y me besa en la frente.

—Cualquier cosa por ti, nena.

—Entonces, ¿qué es lo que quieres hacer el resto de la noche?

—Ve a hacernos un poco de té y nos vemos en mi habitación —responde. Mis ojos no se apartan de él—. Sólo hazlo.

Está bien. Me vuelvo y salgo del baño. Mientras espero a que el agua se caliente, jugueteo con mis dedos. La última cosa que quiero hacer es entrar en la cama con Niall. Quiero decir, está bien, eso es una mentira. El impulso de entrar en la cama con él es demasiado fuerte para ignorarlo, pero no puedo hacerme eso a mí misma. No más. Simplemente no puedo.

Finalmente, camino por el pasillo, llevando cuidadosamente nuestras tazas de té. Encuentro a Niall con una amplia gama de cosas esparcidas por la cama. Dejando de una de las tazas a su lado, le pregunto—: ¿Qué es todo esto?

—Ven, siéntate, y te mostraré.

Voy al otro lado de la cama y me siento.

—Está bien, ¿qué estoy viendo?

Niall respira hondo y dice—: Esto es todo lo que tengo de Kaitlin. Quería mostrarte quién era. No he sido capaz de compartir esto con nadie y creo que es mejor si tan sólo lo hago. Algo así como arrancar un curita.

—Suena bien —le digo, inclinándome más cerca de él—. Muéstrame.

Vamos a través de las fotos primero. En realidad, me hace reír un poco.

—Fuiste muy bonito toda tu vida, Niall.

—No tan fabuloso como ahora —dice, empujándome—, pero estaba muy bien. Yo pensaba que Kaitlin era bonita, pero ella nunca, nunca lo vio. Eso siempre me rompió el corazón.

Agarrando una imagen de ella, le digo—: Honestamente, ella era muy bonita. Tal vez no tú típica chica bonita, pero ella era definitivamente linda.

—Ahora, si pudiera conseguir a alguien más para ver lo bonitas que son en realidad, eso sería genial. — Niall se vuelve y me mira.

—Cállate —siseo. Cojo otra foto—. ¿Son estos sus padres?

Con un profundo suspiro, Niall responde:

—Sí. —Él hace una pausa y luego susurra—: Los extraño.

—Entonces escríbeles una carta, ¡o mejor aún, hazles una llamada telefónica!

—Ni siquiera he leído una carta de ellos en seis meses —responde.

Le pego en la rodilla y digo—: Vuelvo enseguida.

Salto de la cama y me disparo por el pasillo. Un minuto más tarde, vengo caminando de vuelta con la pila de sobres del cajón de la cocina.

—Vamos a leer esto.

—Alex— Niall gruñe con severidad—. No quiero leerlas.

Apoyándome en la pared, declaro—: Está bien, entonces yo las leeré.

Y con eso rompo uno para abrirlo.

—Querido Niall —empiezo.

—¡Alex!

—Esperamos que te encuentres bien. Nos preocupa no haber sabido nada de ti. Sé que es duro. Pensamos en ella todos los días. —De repente, Niall salta de la cama. Me doy la vuelta y sostengo la carta contra mi pecho—. ¡Tienes que leer esto! —le grito—. ¡Maldita sea, Niall, escúchame!

Se detiene en seco.

—¿Acabas de maldecirme? —dice jadeando.

—Sí —digo bruscamente—. Tienes que leer esto y o bien lo haces o las voy a leer en voz alta.

Extendiendo su mano, se queja—: Está bien.

—No, prométeme que las leerás. Júralo por mi vida.

—Eso no es gracioso —gruñe.

— Niall, no estoy tratando de ser graciosa. Tienes que hacer esto. ¡Estoy manteniéndome fuertemente firme con esto! —digo.

Rápidamente, estoy en el piso. Niall se ríe y se sienta encima de mí.

—¿Estás manteniéndote qué?

—Firme —contesto con aire de suficiencia—. Está en pie y deberías tener miedo.

—Temerle al pie. — Niall toma una respiración profunda y me mira a los ojos—. Está bien, prometo por tu vida que voy a leerlos, pero sólo si estás en mis brazos mientras lo hago. Necesito que hagas eso, Alex.

En ese momento, sé que tengo que poner todo lo que me ha pasado a un lado.

—Está bien. —Él extiende su mano y la tomo.

Llegamos a la cama y Niall abre sus brazos. Me meto en ellos y pongo mi cabeza sobre su pecho. Le entrego la carta.

Siento que toma una respiración profunda, y luego empieza—: Querido Niall...

Nos quedamos allí y leemos siete cartas. Son todas muy conmovedoras. Me hacen de llorar, porque no sabía que existía esa clase de amor. Puedes sentir lo mucho que se preocupan por él tan solo por sus palabras. Finalmente, deja la carta sobre la mesa. Lo miro, y él se da vuelta para mirarme.

—Los echo de menos.

Apoyándome para poder enfrentarlo, digo en voz baja—: Entonces ponte en contacto con ellos. No es demasiado tarde. Llama. Estarían muy contentos de saber de ti.

Niall levanta su mano y empuja mi cabello detrás de mi oreja.

—Me estás salvando, lo sabes, ¿verdad?

—No —me quejo, sacudiendo la cabeza—. Solo estoy siendo tu amiga.

De repente, Niall me tira hacia abajo y me besa muy suavemente. Debería alejarme, pero se siente muy bien. Cuando nos separamos, Niall dice—: No, solo puedo agradecer a Dios por ti. Me estás trayendo de vuelta a la vida.

—Llámalos —le ordeno—. Te traeré tu teléfono.

—Está bien —suspira en respuesta. Salto de la cama para ir a buscarlo.

Cuando vuelvo, Niall está sentado en la cama—. Quiero hacer esto solo.

Una parte de mí se siente triste por eso.

—Entiendo. Aquí, toma el teléfono. Cerraré la puerta. —Él asiente. Se lo doy y vuelvo a salir—. Estoy aquí si me necesitas —le digo mientras cierro la puerta.

Sin estar segura de qué hacer, voy y me acuesto en mi cama. Hay demasiado arremolinándose en mi cabeza. Tanto que quiero gritar. La noche anterior todavía pesa mucho sobre mí. Tener tanta diversión con Eric me hace sentir mejor, pero ahora todo esto, me entristece de nuevo. Sólo quiero estar allí cuanto pueda por Niall.

Un largo tiempo pasa, y no hay indicios de Niall. Me levanto y hago un sándwich. Creo que de los nervios. Finalmente, escucho la puerta abrirse. Rápidamente me pongo a lavar los platos, así no creerá que simplemente estaba aquí de pie esperando. Cuando llega a la esquina, pregunto en voz baja:

—¿Cómo te fue?

—Bien —responde—. Iremos allí para Navidad.

—Oh —digo—. Bueno, Eric me invitó a su casa para las fiestas, así que no te sientas mal por mí. Voy a tener un lugar al que ir.

Niall se ríe.

—Alex, dije iremos allí para Navidad. Como, tú y yo.

Rápidamente me doy la vuelta.

—¿Por qué me llevarías?

—Ellos quieren conocerte —responde, abriendo la nevera.

—¿Les dijiste de mí? —le pregunto, totalmente sorprendida.

Me sonríe.

—Por supuesto, si no hubieras entrado en mi vida no habría hablado con ellos. Piensan que debería casarme contigo, a lo que les dije que el que llegue a casarse contigo va a ser el hombre más afortunado del mundo.

—Eso es dulce —susurro—. ¿Ellos saben que no somos una pareja de verdad?

—Bueno, traté de explicar lo que somos y fue un desastre, por lo que simplemente dije que tú eres lo más cercano que tengo a alguien significativo ahora mismo.

Mi mandíbula cae abierta.

—¿Qué van a decir cuando encuentres una novia real?

—Mmmm —tararea—. No he pensado en eso. Lo abordaremos si se da. No me arruines el momento. Una parte de mí está realmente feliz y una parte de mí está muy triste. Echo de menos a sus padres, pero son un recordatorio de que ella se ha ido. Por lo tanto, no estoy seguro de lo que siento.

—Hombre, entiendo ese sentimiento —murmuro para mí misma.

—¿Qué has dicho? —pregunta Niall, con una mirada confusa.

Sacudiendo la cabeza, respondo:

—Nada. Estoy alegre de que estés por lo menos de algún modo feliz.

Esa es una buena cosa.

—Y tengo que darte las gracias a ti por ello —dice mientras se acerca y envuelve sus brazos alrededor de mí.

Aprieto los ojos, cerrándolos. Mi cuerpo lucha por alejarse. No puedo evitarlo. El dolor de la noche anterior está todavía muy reciente.

—¿Vas a dormir a mi lado esta noche? Te necesito cerca.

—No lo sé —digo en voz baja.

Niall me mira.

—¿Qué está mal?

Las palabras no salen de mi boca. Finalmente, suspiro—: Nada, nada está mal. Por supuesto que me quedaré contigo esta noche.

—Gracias —dice Niall, besándome en la cabeza.

Esta va a ser una noche interesante.

The Art Of The Life - NiallWhere stories live. Discover now