Capítulo 17 {4 parte}

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Por supuesto que Cassandra me pregunta qué pasó y todo lo que respondo es—: Nada.

Viajamos hacia el apartamento escuchando música. Mi mente corre con temor, pensando qué va a hacer para vengarse. Cuando llegamos al apartamento aumento la calefacción porque está un poco frío. Cassandra y yo hacemos té y nos sentamos hablar.

Hora y media más tarde, escucho la puerta abrirse. Nos volvemos y vemos a Niall entrando. Está sosteniendo unas flores. Por supuesto la primera pila es de lirios, pero las otras son rosas y púrpuras. Lo miro con extrañeza. Camina hacia adelante y me arroja las flores.

—Esto es para ti querida.

—¿Esto es por? —pregunto oliéndolas.

—Oh, me gusta comprar flores así que probablemente tendrás muchas —bromea Niall. Se detiene y me besa la cabeza—. Tienes que decirme cuál es tu flor favorita.

—Tulipanes —respondo sin dudar.

—Bonitos —declara—. ¿Puedes poner las flores en un jarrón? Hay algunos arriba del estante. Iré a tomar una ducha.

—Sí. —Lo veo caminar por el pasillo y dejo salir un suspiro. Observo que Cassandra estrecha los ojos. Le siseo—. ¿Qué?

—Nada, absolutamente nada —responde.

Cassandra se queda por un tiempo. Cuando la mudanza llega me ayuda a decidir dónde va todo. Niall se apoya contra la pared y se ríe de nosotras. Le saco la lengua. Él me dedica esa maravillosa sonrisa que me hace sonrojar por alguna razón.

Paso la tarde organizando mi habitación. Finalmente, Niall se tumba en mi cama el resto del tiempo y habla conmigo. Se entretiene haciendo comentarios sobre la ropa interior que estoy guardando. Lo fulmino con la mirada y él sonríe.

Más tarde estamos en el sofá viendo una horrible película acerca de un cazador de demonios. Niall pidió que la viéramos en la oscuridad. Me estoy controlando para no matarlo. Desde media película me paso la mayor parte del tiempo escondiendo el rostro en la camisa de Niall.

—¡Tienes que verla! —me reclama.

—Lo estoy haciendo —mascullo en su pecho.

—La película no está en mi camiseta —se ríe—. MIRA la película.

Temerosa lo hago. Niall sostiene mi mano y la aprieto tan fuerte como puedo. Cuando la película termina, solo me quedo ahí sentada. Él me mira y sonríe.

—Entonces dime ¿qué te pareció?

—Duermo en tu cama hoy —declaro mirándolo fijamente.

—Pero ¿por qué? —Se acerca.

Ruedo los ojos.

—¡Porque no seré capaz de dormir sola! ¡Muchas gracias!

—Cobarde.

Lo golpeo en el brazo con las dos manos.

—Bien. ¡Dormiré sola!

Niall se ríe más fuerte.

—Te daré media hora antes de ir a mi habitación.

—Bien, ¡tú eres el que me hizo ver esa ridícula película!

—No es real —responde dramáticamente.

Frunciendo el ceño, chasqueo.

—Sí bueno, creo en apariciones y todo eso. Así que sí me asusta.

—Bien, es media noche. Preparémonos para ir a la cama. Puedes dormir en mi habitación SUPONGO. —Se queja sarcásticamente.

Lo empujo.

—Lo que digas. Iré a ponerme mi pijama.

Entro en mi habitación. Me aseguro de encender la luz. Es realmente brillante. No hay sombras en la habitación. Me pongo un pijama cálido. Hace frío esta noche. Además, es muy cómoda.

Caminando fuera de la habitación encuentro a Niall cepillándose los dientes. Está en pantalón de pijama sin camiseta. Cerrando la pasta de dientes Niall me mira.

—Lindo pijama.

—No tienes camiseta —contesto y me quedo mirándolo.

Él se mira.

—Que astuta. Estoy planeando ponerme una. A menos —sonríe—, que me prefieras sin ella.

—¡Eres un tonto! —digo con un poco de brusquedad. Camino y lo empujo apartándolo del lavamanos.

—Déjame cepillarme los dientes.

De pronto, estoy en los brazos de Niall.

—Oh, oh, uh, oh, estás tocando mi piel desnuda otra vez, uh oh. ¿No te hace eso sentir caliente y molesta Alex?

Me río histéricamente.

—Bájame tonto.

Muy suavemente me baja al piso.

—Eres muy tímida conmigo aún. Soy yo. Me has visto más piel que muchas chicas. Vivimos juntos. Te prometí que nunca me verías desnudo. Bueno, a menos que quieras.

—¡Oh Dios mío! —grito—. ¡Supérate!

—¿Qué si te quiero sobre mí? —bromea.

Con toda mi fuerza lo empujo fuera del baño.

—¡Sal!

Él ríe y camina hacia su habitación. Ruedo los ojos dramáticamente, aunque no pueda verme. Luego me cepillo los dientes y apago la luz del baño.

Ahora queda un suave resplandor que viene de la lámpara de Niall. Prácticamente corro por el pasillo y salto sobre su cama. Él abre los brazos.

The Art Of The Life - NiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora