Epílogo {parte 1}

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Tres Años Después...

—¡Despierta!

Me levanto de repente y agarro mi pecho por la sorpresa. —¿Estás tratando de matarme hoy? —pregunto.

Cassandra sonríe. —No, hoy es un día importante. ¡Ya es hora de que te levantes!

—Hmm —me quejo, cayendo de nuevo sobre la almohada—. Casi no dormí anoche.

—¿Nerviosa? —pregunta con una sonrisa.

Dándole una mirada, digo—: ¿Tú qué crees?

—Oh, vamos, no es tan malo. Confía en mí, ya atravesé esto. Ahora, levántate.

Con un gruñido, hago lo que dice. —Sí, pero fue más fácil estar al margen cuando tú pasaste por esto.

—Ayudaste mucho ese día. DE CUALQUIER MODO, vamos. ¡Tenemos un montón de cosas que hacer! ¡Levántate!

—Café, necesito café —murmuro.

Cassandra rueda los ojos y ruedo los míos en respuesta. Cassandra ríe.

—¿¡Cómo puedes estar somnolienta!? Sabes qué día es hoy, ¿verdad?

—Por supuesto que sí —resoplo y sonrío. Levantando la mano izquierda, contoneo mis dedos—. No creo que pueda olvidarlo.

—Hay un chico completamente caliente esperando por ti —bromea Cassandra.

Me río. —¿Qué diría tu marido si te oyera decir eso acerca de Niall?

—Ohhhhh, él sabe que mis ojos son sólo para él. De todos modos, hoy es el último día en que cualquier chica debería poner sus ojos en Niall.

Me río. —¡No voy a poner una bolsa de papel sobre su cabeza!

—Cierto, pero ahora puedes golpear a una chica por coquetearle.

Doblándome, me río en un ataque. —¡Nunca lo haría! De todos modos, me siento orgullosa al tener otras chicas que lo admiren. Es muy, muy, muy guapo.

—Y es todo tuyo.

—Y es todo mío.

—Seriamente, iré a buscar tú café, y tú salta a la ducha —Cassandra me instruye.

Saltando de la cama, digo—: ¡Suena bien para mí!

Fue raro no dormir al lado de Niall. No hacemos eso muy a menudo.
Entro en el cuarto de baño de nuestra habitación. Debería decir que estoy caminando a MI cuarto de baño. Niall rara vez llega a usarlo. Dice que tiene demasiadas cosas de chica en él. Ya conoces a los chicos, podrían contagiarse de piojos. Entro en el cuarto de baño y miro hacia el suelo. Obviamente, él ha estado aquí. Recojo su ropa sucia y la pongo en la canasta. Volviéndome, cierro las cortinas en la pequeña ventana que da al patio trasero.
Cuando compramos una casa, exigí tres cosas. Quería un enorme porche al frente, así podíamos tener un columpio. Quise, pero nunca tuve un gran patio trasero, de modo que eso también era imprescindible. Y, por último, no podía ser nada extremo.
Así que, él me compró está perfectamente linda casa victoriana. La puso a mi nombre, lo que me pareció ridículo, pero me dijo que quería que tuviera lo que necesitara en caso de que algo le pasara. También tomó un seguro de vida a su nombre y me hizo su beneficiaria complementaría de TODO. Podrías pensar que estábamos casados... le dije que iba a deshacerme de él y tomar todo el botín. Él me dijo que mejor me asegurará de que se viera bien, así no me atraparán. Romántico, lo sé.

La ducha caliente me tranquiliza un poco. Mis nervios están un poco agotados en estos momentos.

Cuando salgo, Cassandra está sosteniendo una taza de café. —Aquí tienes querida, esto ayudará.

—Gracias —Suspiro.

—Entonces —comienza Cassandra—. Nos reuniremos con Holly en el salón en dos horas.

Sonrío. Holly y yo hemos seguido siendo amigas desde la secundaria. Terminamos yendo a la misma universidad, por una gran coincidencia.

Ahora, está aquí hoy. —Bien, ¿has hablado con Kent?

—Sí, dice que Niall está rebotando en las paredes, lo que no me sorprende.

—No, a mí tampoco —le respondo—. Bien, supongo que debería vestirme.

—Todo está en el hotel. Lo comprobé tres veces antes de venir aquí esta mañana.

Con una mirada perpleja, pregunto—: ¿A qué hora te levantaste?

Ella sonríe. —A las seis a.m.

—¡Vas a caer dormida esta noche!

Agitando la mano, Cassandra ríe. —¡Dormir! ¿¡Quién necesita dormir!?

Resoplo. —Tú me haces reír. Vamos a comer. Tengo que comer. Me enfermaré si no lo hago. —Bajamos a la cocina y saco los panecillos—. Sólo estoy feliz de que esto no sea nada grande.

—¿Me estás tomando el pelo? ¿Cuánto has invertido en el día de hoy?

—Bueno, sí, supongo que tienes razón —murmuro.

Cassandra se apoya contra el mostrador. —Podría deberse a que Niall es un millonario.

—Oye —chasqueo ligeramente—. Él se los dijo chicos en secreto. Odia ser etiquetado así.

Sonriendo, ella dice—: Lo sé, pero lo que me deja pasmada es que no te perturba en absoluto. Eres como, eh, no es nada.

—Hay tanto detrás del dinero. Su amor por el otro era muy fuerte y ella quería asegurarse de que fuera cuidado. Me gustaría haber tenido el privilegio de conocer a Kaitlin. Ella y yo habríamos sido amigas rápidamente, lo que Niall me señala todo el tiempo. Ese dinero es una cosa hermosa y honesta. Lo tratamos con respeto.

—Te has vuelto muy cercana a los padres de ella —Cassandra indica.

Sonrío. —Richard y Lillian son familia. Vamos a visitarlos cada pocos meses y pasamos al menos de Acción de Gracias o Navidad con ellos. Ellos son la familia de Niall. Es por eso que Richard va a ayudarnos hoy. Creo que eso significará mucho para Niall.

—Ellos son súper agradables.

Suspirando, me quejo—: También están pagando por la mayor parte de lo de hoy. Discutí hasta que estaba con la cara azul, pero dijeron que ellos lo querían. No es como si Niall y yo no pudiéramos costearlo.

—Sí, bueno, Kent y yo apreciamos nuestro regalo de bodas. Pensamos que era un poco ridículo, pero no es como si no fuera impresionante. Una luna de miel en París, fue como salido de un sueño.

Mi sonrisa se ensancha. —Valió totalmente la pena entonces. —Como mi panecillo, mientras Cassandra habla y habla sobre hoy.

Por último, estamos de camino a la peluquería. Cuando llegamos allí, somos recibidas con mucha exuberancia. Supongo que es normal en un día como hoy. Me ofrecen un poco de champán. Me niego. No es que no beba. Es sólo que no bebo mucho. Los chicos estuvieron terriblemente decepcionados por mi cumpleaños 21. Me hicieron probar algunos tragos y eso es todo lo que haría. Sabían horrible y no tengo ni idea de cómo mi madre bebió licor puro todos esos años. Ahora, LOS CHICOS por otro lado estuvieron un poco fuera de control en mi cumpleaños. Creo que estaban tratando de revivir su juventud.

Diez minutos más tarde, Holly llega corriendo por detrás de nosotras. —¡Lo siento, lo siento, lo siento! ¡El tráfico era horrible y luego me olvidé de mis zapatos y tuve que regresar!

Incapaz de controlarme, empiezo a reír. —Está bien. Estás aquí, y en una sola pieza. Eso es todo lo que necesito.

Holly resopla y se sienta en una de las sillas. De repente, salta de golpe. —¡Oh! ¡Tengo la cosa que necesitas!

—¿Eh? —pregunto.

—Aquí —dice Holly, sosteniendo en sus manos una caja—. Ábrelo.

Poco a poco, levanto la tapa. En el interior hay un pequeño pedazo de seda azul. —¿Esto es lo que se te ocurrió? —Me río.

—¿Qué? —Holly dice juguetonamente—. ¡Es algo azul!

—Veo eso —replico—. ¿Qué se supone que debo hacer con ello?

Cassandra se da golpecitos en su barbilla. —Guárdalo en tu sostén.

—Así Niall puede encontrarlo más tarde —exclama Holly. Palmeó mi frente. Ella me mira desconcertada—. ¿Qué?

Sacudiendo mi cabeza, le digo—: Nada.

—Está bien —la estilista interviene—. ¿Está lista señorita Nimon?

—Señorita Nimon —suspira Holly—. No vas a ser la señorita Nimon por mucho más tiempo.

Lanzo la revista hacia ella. Todas nos reímos mientras me pongo de pie y me voy a sentar en la silla de la esteticista. —Esto es lo que me gustaría, —declaro a la estilista, sosteniendo una imagen—. ¡Me dejé crecer el cabello para esto y mañana, no me importa donde esté, será cortado de nuevo!

—Todavía no puedo creer lo bien que te ves con el cabello rojo. Quiero decir, es una preciosidad —Cassandra dice efusivamente—. ¿A Niall le gustó?

—Sí, me dijo que siempre tuvo debilidad por las pelirrojas, lo que no es totalmente cierto. Él prefiere a las rubias, pero no iré allí.

Sacudiendo la cabeza, Cassandra dice—: Él te ama Alex. Así que él ama cualquier color de cabello que tengas.

—Ojalá que pueda conocer a alguien como Niall. Tan dulce, divertido, inteligente, talentoso y más caliente que la mayoría de los hombres en este planeta. Tienes suerte de contar con él, Alex —Holly dice entusiasmada.

Cassandra la golpea con la otra revista. — Niall tiene suerte de tenerla. No tienes ni idea de lo que significa para él. Él habla de ello todo el tiempo. Alex es la mejor en esto y me encanta cuando hace eso. Bla, bla, bla, barf. No, en serio, tienen un amor muy profundo, muy fuerte. ¡Van a durar toda la vida y ahora lo harán!

—Lo supe con mi primer beso —suspiro feliz.

—¿En serio? —Cassandra chilla—. ¿Cuándo te beso y dejaste caer la espátula?

Estallando en carcajadas, le respondo—: No, el que tuvimos justo después de que él me dijo que me amaba. Él estaba a mi nivel, contra mí y su aliento cálido en mis labios. Y para ser un idiota, me dijo que estaba enamorado de la pasta de dientes detrás de mí. Pero cuando me di la vuelta, sus labios estaban en los míos. Fue mi primer beso REAL. Cuando todo tu mundo entero se detiene y sabes que has encontrado al hombre que amas. Ese fue mi primer beso. Fue perfecto. Y así fue el beso después de eso, y el beso después de eso, y el beso después de eso.

—Oh para —Holly gime juguetonamente—. Ya estoy celosa. Tienes el hombre perfecto.

—Oh, no es tan perfecto. —La corrijo con una sonrisa—. Todavía no sabe cocinar o lavar la ropa adecuadamente. Deja su ropa por todas partes, pero lo amo y no me importa recoger su ropa, porque huele a él y él huele tannn bien. Si tan sólo pudiera embotellarlo y conservarlo.

Interrumpiendo, Cassandra dice—: Pero, sí llegaste a conservarlo y olerlo cuando lo desees.

—Es verdad —argumento.

Hablamos mientras nos arreglan el cabello a todas. Cuanto más tiempo pasa, más nerviosa me pongo. Es estúpido, lo sé. Niall estará allí. No estoy preocupada por eso. Sólo quiero que sea perfecto, como la mayoría de las chicas. Finalmente, mi cabello está listo y el estilista desliza el peine en la parte de atrás de mi cabeza. Cassandra viene detrás de mí.

—Perfecto, luces hermosa.

—Gracias —suspiro nerviosa—. Ahora el maquillaje y luego nos vamos al hotel. No quiero nada drástico para el maquillaje. Suave y natural, eso es todo. Cassandra sugirió pestañas postizas y le dije que estaba loca. La dejé ponerme esas cosas para el Halloween pasado y me volvieron demente toda la noche. Niall estaba emocionado porque los chicos se vistieron como policías y Cassandra y yo nos vestimos como... ladronas ligeras de ropa. Eso hizo que su noche fuera genial. La de Kent también, creo.

The Art Of The Life - NiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora