Capítulo 9 {1 parte}

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A la mañana siguiente, me despierto y miro el reloj. ¿Son las diez y media ya? ¡Vaya! está bien. Me levanto y me doy cuenta de que Niall probablemente ya está levantado. Camino por el apartamento para encontrarlo vacío. ¿Qué diablos? Vuelvo al pasillo y le doy un vistazo al baño. Niall no está allí. Eso deja una puerta. La abro y me echó a reír. Hay una cama, creo, y cajas por TODAS PARTES. Oh, mi Dios, no estaba bromeando acerca de desempacar y dejar todo donde estaba, voy y miro en algunas de las cajas. Algunas tienen cosas en ellas y algunas están vacías. Entonces veo una caja en la esquina que parece haber sido mantenida muy bien cuidada.

Me acerco y tomo el álbum de fotos de la parte superior. Me siento en el borde de la cama y lo abro. Las dos primeras páginas están llenas de fotos de una chica más joven, tal vez en el octavo grado. Ella parece ser una chica torpe, al igual que yo. Paso a la página siguiente. Sentado solitario en el papel hay una imagen de 5 X 7 de Niall y esta chica tocando el violín. Ambos se visten muy bien. Tal vez se trata de un concierto.

Cuando estoy a punto de pasar a la página siguiente, escucho un golpe en la puerta. Rápidamente pongo el álbum de vuelta donde lo encontré. No quiero que Niall me encuentre husmeando entre sus cosas. Por qué estoy husmeando sus cosas está más allá de mí en primer lugar. Hola, gran intrusión en su vida privada. Realmente Alex, eres mejor que esto.

Hay otro golpe, esta vez suena más impaciente. Me levanto y voy a la sala de estar.

De repente oigo:

—¡Niall! ¡Amigo, abre la puerta!

Por lo tanto, voy y la abro. De pie en el pasillo hay dos tipos. Ambos son bastante lindos, y aquí estoy yo de pie en pijama, recién salida de la cama. Impresionante. El chico rubio me mira un poco desconcertado.

—Es una chica.

El otro chico, que tiene el cabello negro, hace el comentario:

—Umm es una chica... en el apartamento de Niall.

—¿Puedo ayudarlos? —pregunto, sintiéndome un poco incómoda.

—¿Quién eres tú? —pregunta el rubio.

Levantando mi ceja, replico:

—¿Quién eres tú?

—Mi nombre es Joshua —responde el rubio—. Este es Kent.

—¡Oh! —exclamo—. Lo siento. Mi nombre es Alex. Debería haber sospechado que eran ustedes.

Kent sonríe.

—La infame Alex, Cassandra me contó todo sobre ti. Le gustas.

—Bien, eso es bueno, me gusta, también. —Hago una pausa y luego tartamudeo—. Niall no está aquí.

Joshua se inclina y se queja.

—¡Tengo que ir al baño! Por favor, déjame entrar.

—No lo sé —susurro—. Quiero decir, realmente no los conozco, chicos. Niall puede enojarse.

—Aquí —dice Kent, tirando de mí hacia el pasillo—. Deja la puerta abierta, quédate acá afuera y yo llamaré a Cassandra. Josh, ve al baño.

Obviamente, realmente teniendo que ir, Josh se lanza al baño. Kent me sonríe.

—Umm, esto es incómodo —murmuro.

—Espera —replica Kent, levantando su dedo. Toma su teléfono celular y marca un número. Después de unos segundos, lo oigo decir—: Hola cariño, ¿me harías un favor? Alex está en el apartamento de Niall y está preocupada de que no seamos quienes decimos que somos. ¿Puedes hablar con ella? —Hay una pausa y luego se me pasa el teléfono—. Aquí, di hola.

Tímidamente, tomo el teléfono.

—Hola.

—¡Hola! —Oigo gritar a Cassandra con entusiasmo—. Si hubiera sabido que ibas a estar allí, habría ido con ellos, pero eso no viene al caso. Ese tipo tonto es mi novio Kent, y el otro cacahuete es Joshua. ¿Dónde está Niall?

—Sabes, no tengo ni idea.

—Eh —responde ella—. Bueno, si ellos se salen de control, dales bofetadas.

Me río.

—No estoy hecha para la violencia.

—¿Está diciéndote que nos des bofetadas? —pregunta Kent. Solo asiento.

—¡Gracias cariño! —grita en el teléfono. Cassandra se ríe—. Oye ¿conseguiste un teléfono celular ayer?

—¡Sí! —exclamo—. No tengo ni idea de cómo usarlo de verdad, pero tengo uno.

—Anota mi número de teléfono entonces. Si alguna vez necesitas algo, puedes llamarme. Además, podemos ir a comprar la ropa de mujeres que queríamos conseguir.

Sonriendo, digo:

—Está bien. —Entro en el apartamento y agarro mi teléfono.

Mirándolo, frunzo el ceño.

—No estoy muy segura de cómo guardarlo.

—Si me dejas entrar, puedo hacerlo —dice Kent desde la puerta.

—Oh, sí, adelante —contesto, dándole mi teléfono—. Kent va a ponerlo.

—Eso es bueno —replica Cassandra—. Podemos ir en algún momento de la próxima semana o dos.

No puedo evitar sonreír.

—Eso suena bien.

Kent menea la cabeza hacia atrás y adelante y luego me da mi teléfono.

—Ahora, tienes los números de teléfono de Cassandra, Josh y el mío.

—¿Por qué demonios me diste sus números? —pregunto—. No es que me importe, pero no me conoces.

—Eh, puede que necesites encontrar a Cassandra o a Niall, y probablemente saber dónde están —responde—. De todos modos, se necesita más que el número de Niall en tu teléfono. No puedes tener un número.

Extendiendo mi mano, pregunto:

—¿Puedes poner un número allí para mí?

—Sí ¿cuál es? —responde.

—¡Espera! —exijo—. Déjame buscarlo. ¡Oh! Cassandra, voy a devolverte a tu novio.

—Está bien. —Trina ella en respuesta.

Con eso Kent toma el teléfono de mí. Voy por el pasillo hasta el dormitorio. Al hacerlo, la puerta del baño se abre y Josh sale. Se detiene.

—Hey, así que nos dejaste entrar, ¿eh?

—Sí —contesto—. Estoy yendo por algo de mi mochila.

Josh me mira ir a la habitación de Niall.

—No me había dado cuenta que tú y Niall... dormían en la misma cama. No es por fisgonear o lo que sea.

—Oh. —Suspiro—. No, él durmió en el sofá.

Haciendo una mueca, Josh dice:

—¿Sobreviviste a dormir en la habitación de Niall sola? He mirado allí. Es aterrador.

—Las sábanas estaban limpias e ignoré el resto —respondo. Meto la mano en mi mochila y saco mi cuaderno de bocetos—. Fue lo suficientemente bueno para dormir en la sala de estar.

—Como un caballero. —Se ríe Josh—. Debes ser especial, porque ni siquiera dejó entrar a chicas en su apartamento y mucho menos renunciar a su cama por ellas.

Trato de no sonreír.

—Está siendo muy agradable conmigo.

—¿Sabes dónde está? —pregunta Josh.

—No —contesto, sacudiendo la cabeza—. Aquí, quiero darle este número a Kent.

Josh gesticula hacia el pasillo y voy delante de él.

—Tengo el número —le digo a Kent.

—¿Cuál es? —pregunta.

—5556504296.

Kent lo pulsa en mi teléfono. Me mira.

—¿Nombre?

—Eric —respondo.

Consiguiendo una sonrisa de satisfacción, pregunta:

—¿Novio?

—¡No! —espeto. Siento que me sonrojo.

—Deja de molestar a la chica. —exige Joshua, a pesar de que está, obviamente, tratando de no sonreír. Con un movimiento de cabeza, Kent me entrega mi teléfono.

—Aquí tienes, todo listo.

—Gracias —digo.

Yendo hacia la TV, Josh la enciende junto con uno de los sistemas de juego de Niall.

—Mientras que el gato no está, los ratones deben jugar. —Se ríe.

—¿Crees que deberías estar haciendo eso? —pregunto—. ¿No se enojará?

—¿Quién, Niall? —pregunta Josh—. No, él está acostumbrado a ello. No tenemos el equipo genial que él tiene.

—Configúralo para dos jugadores. —Kent le instruye a Josh. Él se acerca y consigue un segundo controlador. Cada uno de ellos tiene un lado del sofá. Kent se da vuelta y acaricia el asiento del medio—. Ven, siéntate, no mordemos —Josh se ríe.

—A menos que nos provoques.

Torpemente, voy y me siento. Juegan por una media hora y es divertido verlos. Finalmente, me dicen que juegue. Soy terrible, pero es divertido, sin embargo.

Por lo tanto, después de una hora de que ellos estén aquí, estoy encima de Josh, intentando quitarle el control.

—¡Eres un tramposo! —grito

—¡No lo soy! —Él grita.

De repente, oímos.

—¡Alex! ¿Estás loca?

Todos nos giramos hacia la puerta. Niall está de pie allí con bolsas en sus manos. Nos detenemos y yo me bajo de encima de Josh.

—Hola —chillo.

—Hola —gruñe un poco—. ¿De verdad eres tan estúpida?

—No especialmente —replico.

Él empieza a frotar su sien.

—Me doy cuenta de que estos dos idiotas son mis amigos, pero ¡no tenías forma de saber eso! ¡Podrían haberte lastimado o matado!

—Hablé con Cassandra —susurro, evitándolo.

—Hey, déjala en paz. —dice bruscamente Josh—. Somos tan culpables como ella. Tenía que ir al baño.

Niall baja la cabeza.

—Lo siento, sólo... soy un poco protector con ella. Me olvidé de dejar una nota, pero me imaginé que habría llegado aquí antes de que se despertara.

—Solo estábamos jugando videojuegos —digo, sintiéndome muy mal.

—Sí, en cierto modo la estábamos matando. —Se ríe Josh.

Con una mueca de sorpresa, exclamo:

—¡Eso es porque haces trampa! Debería tener una ventaja por discapacidad o algo así.

—No hay tal cosa como una ventaja por discapacidad en los videojuegos —replica con una sonrisa.

Lo empujo.

—Lo que sea, la próxima vez, tienes que dejar que te mate como diez veces y luego puedes jugar.

—Oh, diablos. —Gime Niall, mientras camina hacia la cocina—.

Conseguí cosas para hacer el almuerzo.

—¡Genial, me muero de hambre! —grita Kent.

Mirándolo, Niall dice:

—¿Quién dijo que vas a comer?

Poniendo una mirada de disgusto, Kent responde:

—Eso es simplemente cruel.

—Iba a hacer que Alex cocinara suficiente para congelar, pero con ustedes dos aquí, apenas habrá suficiente para todos nosotros —Suspira Niall.

—Somos chicos en crecimiento —afirma Josh.

The Art Of The Life - NiallWhere stories live. Discover now