CAPITULO 5

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Presioné el botón para llamarlo, y en cuanto las puertas se abrieron, le indiqué que me llevara al segundo piso. Esta vez mi lógica funcionó. En cuanto abandoné el mismo, supe que no encontraría el largo pasillo frente a mí. Así que tuve que andar en sentido contrario al que había seguido hace unos minutos. Y esta vez sí, apenas tardé unos instantes en encontrar la dichosa puerta, encabezada por una pequeña placa plateada que anunciaba: "Dra. GALINDO "
Llamé suavemente, después de respirar hondo. Y al escuchar como una voz femenina me daba paso desde dentro, me decidí a abrir.
PAULA: ¿MARIA JOSE GARZON ? ─preguntó en cuanto me vio aparecer.
POCHE: Siento la tardanza ─me disculpé apresuradamente, antes incluso de presentarme
No recordaba las instrucciones que me dio la chica de la entrada... y estuve minutos andando por el primer piso... y después choqué con alguien... mis documentos cayeron al piso y... ─exhalé aire, tratando de recuperar el aliento y disminuir el sentimiento de vergüenza.
bueno, eso... que me perdí.
PAULA: No te preocupes ─sonrió ella ofreciéndome su mano
Es normal que estés nerviosa. Soy la doctora PAULA GALINDO, directora del Centro "La Cascada" y tutora de tus practicas los próximos cuatro meses.
POCHE: De verdad que lo siento. No volverá a suceder ─volví a disculparme estrechando su mano ─Encantada, Doctora GALINDO.
PAULA: Puedes llamarme PAULA ─sonrió
Toma asiento por favor. ¿Quieres café o algo de tomar?
POCHE: Café está bien, gracias.
Obedecí su petición y me senté en una de las sillas frente a su mesa, mientras ella se dirigía a una pequeña cafetera eléctrica que había en la oficina. Observé a mí alrededor, descubriendo numerosos diplomas encuadernados, con su nombre encabezando cada uno de ellos: "Master en no sé qué..." "Certificado de no sé cuánto..." "Reconocimiento estatal..." "Colegio de doctorados", etc. Es una mujer aparentemente joven, cabello CASTAÑO CLARO, espectacularmente brillante, por debajo de los hombros, cuerpo atlético y a decir verdad, bastante bonita. ¿Qué edad podría tener para haber conseguido tantos diplomas? Desde luego no parecía mucho mayor que yo.

· Y su despacho está adecuado al de una auténtica profesional de la Psicología, con un pequeño sofá, igual al de las películas. En mi universidad, se habían encargado de hacerme saber que eso no era más que un mito de Hollywood. Que en una terapia, los usuarios no iban a recostarse sobre un cómodo sofá mientras te contaban sus problemas.
PAULA: Aquí tienes ─interrumpió ofreciéndome la taza de café y dándose cuenta al instante, de que no estaba en esta realidad ¿Qué piensas? ─preguntó volviendo a su lugar al otro lado del escritorio.
POCHE: En mi universidad siempre me dijeron que lo del sofá en la consulta de un Psicólogo, no era más que un mito de Hollywood.
PAULA: Y tienen razón ─confirmó observando el objeto en cuestión Pero aquí va tu primera lección; "A partir de este momento, tendrás que olvidar todo lo que aprendiste en tus libros, todo lo que tus profesores te enseñaron y abrir tu mente ante la realidad de la experiencia"
POCHE: ¿Qué quiere decir eso exactamente? ─pregunté intrigada con una sonrisa.
PAULA: Que yo también estudié lo mismo que tú, POCHE. Y aprobé cada materia con las mejores calificaciones. Pero cuando sales a la calle y ves el mundo real, te das cuenta de que vas a trabajar con seres humanos. Cada uno de nosotros, es un mundo completamente distinto. Y eso, no hay libro que lo pueda reflejar, ni enseñar... Tu trabajo, será precisamente tratar de entender ese mundo y ofrecerles las herramientas necesarias para que puedan ayudarse a sí mismos. Porque si en algún momento te hicieron creer que serás una superheroína, capaz de salvar a cualquier alma perdida, debo advertirte que ni siquiera estarás cerca de conseguirlo. La única persona que puede salvar a un ser humano, es ella misma. Por eso, nuestro trabajo consiste simplemente en ofrecerles las herramientas más adecuadas para que lo logren. Pero debes tener claro, que el mérito, nunca será tuyo. ─concluyó
En cuanto al sofá... ─se encogió de hombros
siempre quise tener un despacho como el de las películas.
Sonreí ante su comentario y me detuve unos segundos a reflexionar sobre cada una de sus palabras.

REGRESA A MI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora