CAPITULO 56

3.1K 203 1
                                    

Había terminado de almorzar hacía bastante tiempo y automáticamente, había decidido triturar la pieza de fruta que tocaba hoy; pera, dejándola cuidadosamente preparada a su lado, como cada día. Fue prácticamente un acto reflejo, algo que hice sin pensarlo, mientras manteníamos esta pequeña conversación en la que ni siquiera sabía cuánto tiempo había transcurrido exactamente. Observé el reloj de mi muñeca y cierta sensación de decepción me invadió al descubrir que era hora de marcharme.
POCHE: Será mejor que vuelva al trabajo ─Informé con desgana ─
O le daré una excusa más a tu padre para que mis prácticas terminen antes de lo esperado.
DANIELA: Y no queremos eso.
Simplemente sonreí, y al ver su semblante serio, me asaltó un pensamiento: algún día, más tarde o más temprano, conseguiría arrancarle una sonrisa sincera. Algún día, estando a mi lado, su corazón dejará de sentir ese peso y podrá ser libre, aunque sea por un instante. Me levanté de aquel banco y permanecimos mirándonos unos segundos, sin saber qué decir, ni como despedirme.
POCHE: ¿Nos veremos mañana? ─Pregunté torpemente.
DANIELA: No creo que tenga muchos otros lugares a los que ir.
POCHE: Claro... ─Volví a sonreír ─
Espero que tengas un buen resto de día. DANIELA

DANIELA: Igualmente, POCHE.
Sin más, dispuesta a marcharme, avancé unos pasos. Pero al instante, sentí la necesidad de decir algo más antes de perderla de vista definitivamente.
POCHE: ¡DANIELA! ─Llamé al tiempo que volteaba, captando su atención rápidamente ─
Me gustó mucho hablar contigo.
Y ahora sí, sin recibir nada más que una fija y aparentemente intrigada mirada por su parte, me alejé de allí, sabiendo que no sólo el resto de este día iba a ser diferente, sino el resto de los días que vendrían a partir de ahora, supondrían un cambio importante en lo que hasta ahora había sido mi vida.

REGRESA A MI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora