CAPITULO 55

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· Segundos después de mis palabras, habiendo permanecido completamente atenta e incluso algo desorientada durante las mismas, apartó su vista de mí sin decir nada, ni expresar una sola emoción de acuerdo o desacuerdo. POCHE: ¿Desconfías de mí? ─Pregunté deseando leerle la mente en este momento.
DANIELA: No confío ni en mi misma, POCHE.
POCHE: ¿Desconfías de mí? ─insistí.
Ella, volvió a clavar su mirada sobre mí, entornando los ojos ligeramente, como si tratara de averiguar algo.
DANIELA: No.
Esa respuesta, fue todo lo que necesité escuchar. Aunque quizás para ella no era suficiente, ya que cuando bajé la mirada dispuesta a continuar con mi almuerzo, su voz me obligó a volver a enfrentarla.
DANIELA: Hay algo que me obliga a confiar en ti, cuando ni siquiera me fio de mi misma.
Sin duda, eso fue mucho más de lo que esperaba escuchar de sus labios. Si ella confía en mí, significa que esos momentos de silencio que hemos compartido durante los últimos meses, crearon una conexión real. Algo que no sólo me ha ocurrido a mí. Y eso es más de lo que podía esperar o pedir.
POCHE: DANIELA, ¿Qué crees que vaya a pasar con tu padre, cuando se entere de lo ocurrido?
DANIELA: Que pondrá el grito en el cielo y hará hasta lo imposible por sacarme de aquí.
POCHE: Por suerte eso ya no puede hacerlo.
DANIELA: Lo sé, POCHE. Pero no te enfrentes a él. Es muy testarudo y podría buscarte problemas.
POCHE: Yo no le tengo miedo ─Afirmé alzando una ceja.
DANIELA: De eso ya me di cuenta, créeme. Pero no te origines un problema innecesario.
POCHE: Está bien ─Acepté no muy convencida ─
Me mantendré al margen, siempre y cuando no se pase de la raya contigo.
DANIELA: Cuando se te mete algo en la cabeza, no hay quien te lo saque, ¿verdad?
POCHE: ¡No puede ser! ¿Apenas una hora hablando y ya me descubriste? ─Exageré riendo.
DANIELA: Te descubrí desde el primer minuto ─Corrigió ─
Pero he tenido dos meses para confirmarlo.

Pues sí. Aunque aún continua causándome emoción, saber que no he sido la única aquí presente en estos dos meses, una parte de mí se sigue sorprendiendo, por esa extraña sensación de que a pesar de ser esta, la única conversación que hemos mantenido, la conozco... y ella me conoce a mí.

REGRESA A MI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora