Capítulo dos

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<< Mierda >>, mi fuero interno maldice.

Ante mis ojos se encuentra el hombre con el que tropecé en la mañana.

<< Mierda, mil veces mierda >>

He discutido con mi jefe, con el dueño de la empresa. Carajo, le he llamado patán y arrogante. ¡En una misma frase!

<< Estás acabada >>, me reprende una voz en mi cabeza.

Él me mira. Creo que se encuentra igual de sorprendido que yo. Lo veo mover sus labios, pero no escucho una palabra. Estoy completamente aturdida.

Creo escuchar a Eloy presentarme.
Obligo a mi boca abrirse para hablar—: Amanda Roldan, señor —logro soltar.

Él asiente. Por supuesto, el presidente de una corporación millonaria no extiende la mano hacia una simple asistente.

Es tan arrogante.

<< Pero endemoniadamente caliente >>, agrega mi fuero interno.

<< Nadie te ha preguntado >>, le contesto.

<< Y sexy >>, insiste.

<< Calla de una vez >> le grito mentalmente.

— Todo está listo, señor —la voz de Camille me trae a la realidad—. Pueden pasar.

Ambos hermanos asienten y se dirigen hacia el salón de reuniones.

— Yo te ayudo con los cafés —me dirijo a la rubia.

Así gano un poco de tiempo para tranquilizarme.

— Gracias —sonríe amablemente—. Por aquí —indica el camino y la sigo.

— ¿En qué te has metido, Amy? —susurro solo para mí.

El parloteo de Camille me distrae de lo que me espera en la sala. Es muy agradable. Creo que he encontrado una amiga en la editorial.

>> Dime, el señor Gold es siempre así de intimidante —pregunto de buenas a primeras. No sé de dónde salió esa pregunta.

<< Sí lo sabes >>, mi voz interna hace acto de presencia.

— Sí —contesta mi colega—. Al menos en el trabajo. Es lo que lo hace tan bueno en los negocios —se encoge de hombros—. Pero con su familia es más cálido, incluso con su hermana es todo sonrisas.

— Supongo que hay que ser serio y arrogante para triunfar en el mundo de los negocios —comento al detenernos en la puerta.

— Eso no lo sé con seguridad —dice—. Pero al señor Gold le funciona muy bien.

Inhalo con fuerza antes de entrar en el salón con una sonrisa prefabricada. Me dispongo a distribuir los cafés y posteriormente, me siento al lado de Eloy. Antes había indicado que guardaría el puesto para mí.

La primera hora de la junta transcurre entre planes, nuevos proyectos y números. Cuando es el turno de la parte creativa, comienza hablando Emma Tales. Ella es la editora encargada de todo lo que tiene que ver con el romance; desde los históricos hasta los dramas. Luego, es el turno de Mathew Emerson, el editor de ficción y Enya Queen, la encargada de los poemarios y otros. Justamente ahora se encuentra exponiendo un proyecto sobre recetas de cocina. Tengo entendido que la autora es Riley Gold, hermana de mis jefes y accionista de la empresa.

Según me ha contado mi mejor amiga, la editorial es un legado familiar de los Gold. La empresa ha pasado de generación en generación y se ha ido ampliando. Hoy en día, cuentan con varias sedes en distintos estados del país. Tienen una en España, donde se dedican a publicar libros en castellano, y además a traducir los de mayor éxito de aquí. En fin, los Gold son los reyes del mundo editorial en el país y fuera de este.

Seduciendo a mi JefeWhere stories live. Discover now