I.*

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Antes de empezar.

(Capítulo que tenga un *, capítulo corregido. )

Tendremos escenas subidas de tono, pero no esperen mucho, son unos adolescentes aún. En el segundo libro las cosas suben más de nivel.

Brooke Henderson.

Último año. Increíble, 17 años y por fin termino el colegio, y sigo indecisa con lo que voy a elegir como carrera, es decir, ¿Seré buena en lo que elija?

—¡Vamos idiota! ¡Abre la puta puerta!—Mientras tomaba una ducha de agua  fría, escuché  la voz de mi hermana Susan desde afuera.—¡Llegaremos tarde pesada!
 
Y listo, ya interrumpieron mis pensamientos.

Con enfado cierro el grifo y envuelvo mi cuerpo en una toalla, salgo y abro la puerta.

—¡Era hora!—Susan entra al baño chocando mi hombro.

Menuda idiota traigo de hermana.

Suspiro y camino hacia mi habitación, la cual queda en medio de la de mis hermanos mayores, Susan y Lucas.

Entro a mi habitación el silencio y empiezo a buscar mi uniforme para ir al instituto, odiaba ir, pero tenía que ir. ¿Que irónico, no?

Mi uniforme era básico y aburrido, camisa blanca, falda y saco azul, por suerte las mujeres no llevábamos corbata como los hombres. Termino de vestirme y me cuelgo la  mochila en mi hombro. Salgo de mi habitación a paso rápido y bajo las escaleras.

—¡Buenos días, familia!—Saludo a mi madre y hermano que se encuentran en la cocina.—¿Dónde está papá?

—Se tuvo que ir muy temprano a trabajar, amor.—Mamá responde en lo que tomo una manzana amarilla del tazón de frutas.

—Oh.—Musito.—Entocesssss, ¿Quién conduce hoy?

—Tú, idiota.—Responde mi hermano Lucas.—¿Por qué nunca te peinas? Ya te estás pareciendo a Serena Van Der Woodsen.

Vaya, ¿Cómo eso podría ser un insulto? Blake Lively es una Diosa. Aún así , me llevo la mano a mi pecho, ofendida.

—¿Mamá estoy despeinada?

Mamá deja de picar fresas y me echa un ojo.

—Te ves bonita.

—Evadiste la pregunta.—ríe Lucas.

No estaba despeinada, mi pelo rubio es todo un martirio, además, siento que me dará gripa y entonces no quiero lavarme el pelo.

—Al menos me veo bonita.—Asiento con una sonrisa.

—¡Susan!—Grita mi hermano espantándome.–¿Puedes moverte?

—¿Qué?—Pregunta mi hermana saliendo de su habitación, lleva el uniforme y su cabello castaño está mojado y cae sobre sus hombros.—Podemos irnos.

Tomo las llaves del auto de mi hermano, a la par que ellos toman sus mochilas  y salimos de casa.

—Me parece que Percy Jackson es mejor que Rápido.  y furioso.—Comenta Susan a mis espaldas.

—¿Qué mierda tiene que ver una película con la otra, mujer?—Cuestiona mi hermano y le doy la razón en silencio. Ambas películas son muy diferentes.

¿Te quedas conmigo? ©️ (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now