XV.

29.1K 1.5K 587
                                    

—No, no, ¡Ese globo no!, serás idiota

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No, no, ¡Ese globo no!, serás idiota.—Me quejo mientras le arrebato un globo en forma de pene a Demon.

—¿Qué tienen de raro?—Enarca una ceja mientras toma otro globo llevándoselo a la boca.

—¿Quién te dio esos globos de forma de pene?—Pregunté poniendo mis brazos en jarras.

—Dez.—Sonríe inocente.

—¡DEZ!—Chillo mirando sobre mi hombro.

Dez es el mejor amigo de Demon, como desde toda la vida. Es alto, rubio y ojos verdes, chistoso, cerdo, y coqueto. Me caía muy bien aunque a veces, —como ahora.—Me daban ganas de arrancarle la cabeza.

—¿Por qué diablos traes globos en forma de pene a la fiesta sorpresa de mi novio?

—Pensé que se verían lindos, ya sabes, esto es un pene.—Infla un globo.—Y él tiene uno... Cosas masculinas, no lo entenderías porque no tienes...¿O sí?—Abre sus ojos de golpe.

—¡No!—Chillo y mi voz sale aguda.

—Es lo más ridículo que he visto.—Canturrea Kathe mientras acomoda la mesa.

Todos quedamos en hacerle una fiesta sorpresa a Jace, incluso Victoria, la casi algo de Kathe, Y Chloe, el amor imposible de Demon, vendrán. A Chloe la conocí porque casualmente trabajamos en la misma editorial y a Victoria por Kathe. Son lindas niñas y perfectas para mis mejores amigos.

—Concuerdo.—Agrega Alice. Estaba preciosa con su barriguita de embarazada, yo no podía dejar de tocarla, me emocionaba ver un embarazo tan de cerca.

—¡Van a romper el corazón de Dez!—Se queja Susan mientras se acerca abrazarlo. Ellos eran un tipo de amigos con derecho o bueno, algo así.

—¡Exacto!—Dez chilla y se abraza del pecho, o es mejor decir, senos de Susan.

—¿Prefieres que llene la sala de penes inflados?—Cuestiona Lucas riendo.

—Exactamente.—Pongo los ojos en blanco.

—Bueno, listo, me llevo los globos.—Alice me los arrebata, al igual que Dez y se va por el pasillo.

—¿Cuándo sale Jace del trabajo?—Pregunta Kathe girándose hacia mí.

Miro mi reloj el cual se encuentra en mi muñeca.—En una hora, ¿Victoria cuando viene?

La mención de Victoria hizo que mi amiga sonriera en grande.

—En media hora, ya le mandé un mensaje con la dirección.

—Bien.—Mire sobre mi hombro.—¡Demon!

Él se sobresaltó, ya que se había quedado dormido en el sillón.

—¿Qué pasa?

—¿Chloe vendrá?

¿Te quedas conmigo? ©️ (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora