XI.*

28.9K 2.3K 1.1K
                                    

CAPÍTULO CON (*) CAPÍTULO CORREGIDO.

Brooke Henderson.

—Susan, necesito hablar contigo. —Tiro bruscamente del brazo de mi hermana mayor.

—¡Pero no tienes que ser agresiva! —Se zafa de mi agarre mirándome. —¿Qué es lo qué pasa?

—Lilieth me ha pedido que le consiga una cita con Jace. —musito cerrando la puerta tras nosotras.—Y creo que lo he hecho.

—¿Crees? Explícate.

—Le pregunté que le parecía salir con ella.

—¿Por qué lo hiciste?—Pregunta.

—Es mi mejor amiga.

—Yo lo soy.—Me regaña.—Pero es que no entiendo, ¿Cuál es el problema?

—El problema es que mientras le decía eso, sentía que no debía decírselo, de hecho, casi no lo hago.

Susan me mira sorprendida.

—¿Y por qué te sentirías mal? ¿Te gusta Jace?

—Eso es lo que no sé. —Me lanzo a su cama. —El día que me besé con Mason, una parte de mi mente evocó a Jace.

—¡Entonces te gusta! —Exclama abalanzándose a su cama.

—No creo, a lo mejor solo siento algo de atracción.

—Creo que si fuese atracción no te hubiese molestado y tampoco hubieses deseado eso de tu primer beso. —Me mira cruzándose de brazos.

—No lo sé. —Digo mientras hundo mi cabeza en una almohada.

Susan se acerca a mí.

—Tenemos un problema hermanita. —Dice poniéndome su mano en mi hombro.

—¿Qué podría ser peor que yo sintiéndome atraída por el mojigato aquel? —Giro la cabeza para mirarla.

—Pero...¿Por qué  es un problema? ¿Qué tiene de malo él? A mí me cae bien.

—Es que a mí no.

Hundo la almohada en mi cara soltando un grito de frustración, ¿Qué clase broma es esta?

¿Jace y yo? Nunca.

No porque yo no fuese suficiente para él, es solo que creo que no funcionaríamos juntos.

—Creo que sí me gusta.—Suelto.—Pero no es para tanto, ¿Cierto? a Lilieth le gusta y ella...

—¿A él le gusta Lilieth?

—No lo sé.

—Averígualo.

—Eso haré.

Susan suelta una risita y se incorpora.

—Tengo que decirte algo.

—Te escucho.

—Isaac está de mal en peor y me confesó ser adicto.—Musita en voz baja.—Yo..yo no lo quiero dejar. Lo amo, y...—Su voz se rompe.—Y necesita ayuda.

—Pero no tuya, necesita ayuda de profesionales, ¿Has hablado con él sobre eso?

—Se puso agresivo, me gritó y rompió cosas en su habitación.

—¿Te golpeó?

Niega.

—Solo me presionó con mucha fuerza la muñeca.—Descubre su muñeca y en efecto veo marcas de dedos en su piel, la cual está entre verde y morado.

¿Te quedas conmigo? ©️ (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now