IX.*

29.9K 2.5K 1.1K
                                    

CAPÍTULO CON (*) CAPÍTULO CORREGIDO.

Brooke Henderson.

—¿Sabor de helado?—pregunta Mason antes de levantarse de la mesa donde estamos los tres sentados.

—Chocolate.—respondo levantando la vista de mi celular.—¿Cómo es que no lo sabes, bobo?

—Lo sé, solo quería confirmar.—Mason rueda los ojos con diversión y se aleja para ir a comprar los helados.

—Está colado por ti, creo que debes darle una oportunidad.—Musita Lilieth haciendo que gire la cabeza bruscamente hacia ella.

—¿Qué?—pregunto sin entender a que se refiere.

—¿Es que no lo ves, Brooke? Esta iba a ser una cita solo de ustedes y me invitó por miedo.—Rueda sus ojos.

—Claro que no es así, él ha sido mi mejor amigo toda la vida.—Carraspeo. Mason no podría, él no...¿Cierto?

—Ojalá que no sea tarde cuando te des cuenta... Es un buen chico.

Yo no digo nada, solo me limito a mirar hacia Mason el cual viene con los helados, uno de vainilla, otro de fresa y por último el mío de chocolate.

—Gracias.—Le agradezco y lo llevo de una a mi boca. El sabor de chocolate es un sabor infravalorado, ¡Es riquísimo!

—No es nada.—sonríe también.—Entonces...¿Qué haremos ahora?

—No sé ustedes, pero yo tengo que irme.—Lilieth se levanta de su asiento viendo su celular.—Los quiero, adiós.

—¿Adiós?—dije confundida.

Que conveniente. ¡El premio del año para la mejor amiga! Suelta una bomba y luego me deja cargar con ella.

—Bueno, al parecer somos tú y yo.—sonríe Mason. Cuando lo hace pequeñas arruguitas se forman en las esquinas de sus ojos haciéndolo lucir adorable.

—Sí, eso parece.—Musito sin el mismo entusiasmo, pero actuando natural.—¿Por qué no solo me invitaste? No te hubiese dicho que no.—Le extiendo una pequeña sonrisa.

—Digamos que no lo creía posible, salgamos a caminar.—Dice levantándose de la silla y extendiendo su mano hacia mí.

—¿Por qué no? Somos amigos de toda la vida.

No me parece raro que lo hiciera en forma amistosa, pero ahora que Lilieth ha dicho eso, pues me parece incómodo, aunque de todas formas acepto su mano.

Entrelazamos nuestras manos y salimos de la heladería, de reojo puedo ver que Mason carga una sonrisita... Pero no se parece nada a la sonrisa cautivadora de Jace.

¿En qué momento empecé a comparar a Mason con Jace? Muy irracional de mi parte.

—¿Estás bien?—La voz de Mason me saca de mis pensamientos.

—Sí, sí.—sonrío.

—¿Ya decidiste si vas a estudiar actuación o literatura?

—Aún.—ruedo los ojos.—Probablemente actuación.

—Pero si te encanta escribir.—musita mirándome con una mueca.

—¿Y si me va mal?—inquiero.

—¿Y si te va bien? Las he leído, son realmente buenas.

—Lo sé, pero...

—No hay peros.—Él suelta mi mano y se detiene frente a mí.—Eres buena en lo que haces y te aseguro que tendrás mucho éxito.

¿Te quedas conmigo? ©️ (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now