XI.

23.5K 1.6K 562
                                    

¿Conocen esa calma? Esa calma arrolladora, que te consume y te hace pensar; ¿Ya viene lo malo? Bueno, si lo has pensado bienvenido a mi equipo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Conocen esa calma? Esa calma arrolladora, que te consume y te hace pensar; ¿Ya viene lo malo? Bueno, si lo has pensado bienvenido a mi equipo.

Mi vida antes de Jace es justo cómo está siendo ahora: demasiada calma.

Mi vida con Jace nunca ha tenido calma y la amo.

Pero entonces, hay tanta calma y tranquilidad que estoy nerviosa y controlando todo para que nada salga mal.

Pero no todo se puede controlar, ¿O sí?

***

—No quiero que vayan.

—¿Por qué no?—Lucas se cruzó de brazos.

—Primero, la fiesta es de Paige.

—¿Qué tiene de malo?

—¡Todo! No quiero que vayan.

—Bueno, yo seré padre y quiero aprovechar.—Se encogió de hombros texteando en algo en su celular.—Lo siento hemanis, no puedes decirme que hacer o no.

Bufé sonoramente.

No quería que fueran a la fiesta.

—¡Jace!—Refunfuñé cuando este entró al departamento.

—¿Qué pasa, nena?—Preguntó llegando a mí.

—No quiero que vayan a la fiesta.

Jace hizo una mueca mirando con pena a Lucas.

—Solo voy por él.—Aclaró.

—¡No vayan! Mejor, vamos a otra la próxima semana.—Inquirí.

—¿Por qué no quieres que vayamos?—Preguntó Jace pegando mi espalda a su duro torso y besando lo alto de mi cabeza.

—Es que tengo un mal presentimiento, amor.

—Brooke, no eres una maldita vidente, hazme el grandísimo favor.—Lucas rodó los ojos.—Puedes venir con nosotros si ese es el problema.

Fruncí el ceño algo indignada.

—¿Crees que tengo miedo de que Jace vaya por Paige?

—Es lo que parece.

—¿Saben qué? Váyanse.—Me solté de malas formas de los brazos de Jace y caminé a paso rápido hacia mí habitación.

No tenía miedo, confiaba en él. Pero él no era el problema, el problema es Paige.

—Nena.—Jace abrió la puerta de mi habitación sin permiso.

—¿Qué? ¿También piensas que tengo miedo de que vayas a la fiesta de Paige, por ella?

—No, claro que no.—Rodó los ojos y se acercó a mí.—Perdona a tu hermano, solo está molesto.

—No quiero que vayas, de verdad, siento una molestia en el pecho.—Me quejé dejándome caer en mi cama con los brazos en jarras.

¿Te quedas conmigo? ©️ (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora