¿Te quedas conmigo? ©️ (EN EDICIÓN)

VI.*

CAPÍTULO CON (*) CAPÍTULO CORREGIDO.

Brooke Henderson.

¿Qué día es hoy? ¿Y por qué mi alarma de la mañana suena un puto domingo? No lo sé, pero la verdadera pregunta es por qué no me he levantado.

Me estiro en la cama antes de sentarme y ponerme mis pantuflas, soy un icono  que nadie sigue porque me levanto los domingos a la 7 de la mañana, mi hermano me llama "una loca hija de puta".

Abro la puerta de mi habitación aún frotándome los ojos para sacar cualquier rastro de sueño y encaminarme hacia la cocina.

—¡Mi niña! ¿Cómo la pasaron anoche?—La voz de mi mamá me sorprende tanto que doy un brinquito.

—Bien...¿Qué haces aquí? Los domingos siempre vas a donde la abuela.—Murmuro sentándome en la encimera.

—Aún son las siete la mañana, suelo ir más tarde.—Responde y yo asiento.

Ella me hace el desayuno y hablamos durante un rato, hasta que ella se va a donde la abuela. Papá por otro lado solo se queda acostado en el sillón viendo su serie.

—¿No crees que estás obsesionado?—Pregunto.

—¿Yo te critico cuando ves a tus vampiritos fornicar?

—¡Papá!

—No chilles rubia y mejor veamos esto.

Suspiro y me dejo caer en el sillón, no me doy cuenta lo entretenida que es la serie hasta que son las 9 de la mañana y el timbre resuena.

—¿Quién es?—Me pregunta papá.

—Señor no sea bobo, no tengo super ojos.—Contesto relajada en el sofá.

—Pues vaya a ver quién es.

Agh.

Me levanto arrastrando los pies y con pereza abro la puerta.

—Por Dios como seas imbe....—Abro la puerta dejando ver a un Jace recargado en el marco de la entrada.

—¿Tan temprano y ya está diciendo groserías? Es poco ético de tu parte, bicho.—Murmura y se levanta sus gafas de sol.

—¿Bicho?—Pregunto ofendida.—¿Qué haces aquí?

—Déjeme pasar y le cuento.—Lame el interior de su mejilla.

No lo soporto pero ni un poco, ¡Lo digo en serio!

Me hago a un lado y lo dejo pasar, ganándome una mirada de su parte a mi cuerpo completo.

—¿Sabes? Tendré que venir más seguido si eso significa verte con ese pijama.—Sonríe y lame ligeramente su labio inferior.

—Suerte para ti que hoy no iré corriendo a cambiarme.—Ironizo dejándome caer en el sillón de cabeza.

—¿Perdón?—Exclama papá bajando sus lentes.—¿Quién eres tú?

Jace sonríe como si lo conociera de toda la vida.

—Jace Jones, amigo de Lucas, traje unas pastillas que él me pidió textualmente traer.

—¿Y por qué le dice eso a mi hija? Sé usar un arma.

—Excelente señor, yo practicaba tiro con mi padre.

—No te he preguntado.

—Papá...

—No, está bien.—Me sonríe de lado.—Cumplí con mi misión, así que me retiro.

Me aflijo, papá lo trató de la súper mierda.