XXI.

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Jace Jones

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Jace Jones.

—No puedo estar tranquilo, mamá.—Espeto mientras tomo en brazos a mi hermana Jessica y me aseguro que Trinity no esté cerca.

Mamá y mis hermanas dejaron la casa de los Henderson desde que yo volví, aunque volverán cuando yo me vaya a Inglaterra.

—Yo...ahora con todo lo que me contaste me siento insegura por ti, cariño.—Me contesta.—Pero estoy más que de acuerdo con Brooke.

Pongo los ojos en blanco.

—¿Estás de acuerdo con qué me quede de brazos cruzados?

—No, yo estoy de acuerdo con que veles por tu familia Jace, ¿Sabes lo que implica tener un bebé? Es velar por su bien todo el tiempo.

Me froto las cienes con frustración, ¿Es que nadie entiende que eso es lo que quiero hacer?

—Es lo que intento pero Brooke cree que puedo morir en el intento.

Mamá hace una mueca y sacude la cabeza.

—No vuelvas a decir eso.—Me señala acusadoramente.—¿Qué crees que sirva para hacer caer a tu padre?

—Tengo un video donde maltrata a Nora, pero creo que no es suficiente, es viejo y ella ya sabes...murió.

Mamá asiente.—¿Sabes qué él se mueve en el mundo de la droga?

—Sí, pero sabes que tiene un imperio de mierda, primero me mata antes de que se caiga.

—Todo imperio tiene un eslabón débil mi corazón, solo tenemos que llegar a él. Antes de dejar a Emilio me llevé pruebas de sus negocios, algunos cheques y trámites no sabía que iba a pasar algo pero quería mantenerme alerta.—Explica.

—Estamos asumiendo muy rápido que es Emilio, puede ser Paige.—Enarco una ceja siguiéndola hasta su habitación.

—Hay que estar protegidos de todas formas, ¿vale?—Flexiona sus piernas para ponerse en cuclillas y buscar unos papeles.—Toma.

Eran muchos, se veían amarillos de lo viejo que estaban.

—Pero estamos en navidad, tienes una hermosa novia embarazada y Jess y yo teníamos mucho sin verte, no te amargues los días, por favor.

Yo asiento sin ganas, tengo que hacer algo sí o sí.

—¿Me lo prometes?—Entrecierra sus ojos mirándome.

—Sí, mamá.

—Vale, ahora vámonos a casa de los Henderson, creo que Michelle quiere hablar conmigo sobre el embarazo sorpresa de Brooke.—Sonríe.—Yo estoy feliz pero tendré que asentir y darle la razón cada vez que me diga que por qué no se pusieron un preservativo.—Ríe.—¿Por qué no te lo pusiste?—Deja de reír de golpe.

¿Te quedas conmigo? ©️ (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now