XVI.*

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CAPÍTULO CON (*) CAPÍTULO CORREGIDO.

Brooke Henderson.

—¿Cuándo me pedirá que la bese? Estoy perdiendo todo mi autocontrol cuando la veo sonreír y morder su labio de esa forma, señorita.

—¿Entonces qué esperas para hacerlo?—Me inclino en el asiento bajando sutilmente mi mirada a sus labios.

Él no tarda en reaccionar llevando su mano a mi nuca para acercarme a él. Nuestros labios chocan creando una ola de emoción en todo mi cuerpo.

Nuestros labios se movían al compás y nuestras lenguas jugaban ferozmente como si de un mar se tratase. Sus manos se adentraron más a la parte trasera de mi cabeza pegándome más a él.

Un jadeo se escapó de mis labios cuando una de sus manos libres se posó en mi cintura, tomó impulso y me subió encima de él. 

Desesperadamente busco la palanca para bajar el asiento, una vez que la encuentro, recuesto el asiento y mis manos suben al cuello de Jace para atraerlo más a mí.

Sus manos viajan por mi cintura y mis muslos que ahora yacen a cada lado de su cuerpo, chupa mi labio dejándome con un charco entre las piernas, muerde mi labio inferior haciendo que un gemido salga de mi boca.

—Jace.—Jadeo sin despegar mucho nuestros labios.

—¿Umm?

Esto es intenso, tiene deseo, ganas acumuladas, siento que mi piel puede explotar en cualquier momento ante el intenso calor que estoy sintiendo.

Se siente como el jodido paraíso y es solo un beso. Pero no es el beso, es quien te lo da, y con esto creo que Jace puede ser mi paraíso o infierno personal al mismo tiempo.

Deja mi boca y sus labios se posan en mi cuello, ladeo la cabeza para que tenga mayor accesibilidad, mis pezones se fruncen ante el contacto excitante de su lengua húmeda con cuello sensible.

Entierro mis manos dentro de su cabeza jalándolo por el cabello hasta mi boca, lo necesito ahí, justo cómo estaba, devorándome con sus labios.

Lo beso bruscamente sintiendo el calor emanar en mi cuerpo, es algo que nunca he sentido, estoy necesitada de oxígeno, pero no quiero renunciar a sus labios. Muerdo su labio con suavidad y escucho un gruñido de su parte que me incita a mover las caderas de forma circular sobre él.

—Demonios Brooke.—Detiene mis movimientos con sus grandes manos sobre mi cadera.

Nos separamos por la falta de aire y nos quedamos mirando el uno al otro sin saber qué decir, Jace tiene sus labios hinchados y mucho más rojos, y un poco despeinado por mis exagerados jalones, tiene los ojos más lindos que haya visto nunca, no necesitan ser de un color extraordinario para que me gusten. El increíble hecho de que no sepas donde empieza o termina su pupila, lo hace algo increíble de ver.

Yo debo tener un aspecto muy diferente a él, siento mis mejillas calientes y si no fuera por la oscuridad que nos rodea, Jace vería el sonrojo que me causa. Me bajo del regazo de mi acompañante y me siento a su lado, intentando calmar mi respiración, el beso, los jadeos y el manoseo no se irán de mi cabeza, lo tendré como el mejor beso de mi vida.

Joder, fue increíble.

No habla,  y tampoco me mira, de una forma inevitable comienzo a sentirme incomoda, ¿No le gustó? ¿Fui demasiado tosca?

—Creo que lo mejor es que me vaya.—Susurro rompiendo el silencio.

—Sí, creo que lo es.

¿Qué? Mientras yo estoy aquí con el corazón a millas por un increíble y fantástico beso, él está de acuerdo con que me baje del auto, no lo entiendo y tampoco trataré de hacerlo.

¿Te quedas conmigo? ©️ (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now