El hombre de la casa

Capitulo 4

“Estás bien?” London preguntó.

“¿Huh?” Miré a mi hermana mayor. “Um, sí, estoy bien. ¿Por qué?”

“Oh, es solo que has estado realmente callado desde nuestra visita al hospital. El médico dijo que debes tomarte las cosas con calma durante los próximos días y llamarla si tiene algún problema”

“Apuesto a que lo hizo …” murmuré.

“¿Qué fue eso?”

“Nada, perdón. Simplemente no hablo mucho”

“¿De verdad? Mackenzie dice que eres una boca motora que no se calla.” London me dio una sonrisa traviesa.

“¿Qué?” Estaba completamente desprevenido por esto. “¿Por qué ella …?”

Me detuve en seco, recordándome a mí mismo que todo sobre este mundo era diferente. Si este era realmente un mundo diferente, ¿entonces quizás yo también era diferente? No podría seguir así. Tenía que confirmar si esto era cierto. Tenía que tener a alguien con quien hablar.

“¿Puedes llevarme a la casa de un amigo?”

“¿Ahora?” Ella estaba un poco sorprendida.

“Bueno, siento que necesito tomar un poco de aire ahora mismo. La casa está un poco llena.”

Después de un momento, ella asintió en aceptación. “Sí, me lo puedo imaginar. Un chico inocente atrapado con seis chicas, probablemente huele a una fábrica de pescado allí”

Solté un ruido como un animal estrangulado. London hizo una mueca.

“¡Ah! Lo siento … no quise ser asquerosa.” Ella respondió impotente. “Solo estaba tratando de animarte”.

“Está bien … yo solo … no esperaba eso”. Yo respondí con ironía.

Fue una experiencia extraña encontrar chicas tan sinceras conmigo. Estaba tan acostumbrado a que fueran bastante misteriosas. Por supuesto, los hombres eran atrevidos, y a menudo asquerosos, pero cuando se trataba de mujeres, no quería pensar en ellas de esa manera. ¡Este mundo realmente era diferente! Mis ojos se estrecharon, y me di cuenta de que realmente necesitaba llegar al fondo de esto.

“Entonces, ¿a quién quieres que te lleve a visitar?”

“Ah … esa sería la casa de Samantha”.

Era el turno de London de hacer ruido. “Ah … ¿quieres decir, la casa de una chica?”

“Sí …” respondí.

“Tú … eres un chico. ¿Cómo podría dejarte en la casa de una chica? Mamá estaría furiosa si se enterara. Como tu hermana, sería responsable si sucediera algo.”

“Sólo somos amigos.” Suspiré.

Incluso eso ya no era cierto. Éramos amigos. En realidad éramos amigos en la escuela primaria y luego en la secundaria. Sin embargo, cuando llegamos a la escuela secundaria, ella realmente alcanzó la madurez y se convirtió en una chica atractiva con grandes tetas. Mientras tanto, me convertí en un paria y un nerd. En pocas palabras, ya no quería que la vieran a mi alrededor, así que me abandonó. Si los roles de este mundo eran atrasados, entonces tenía mucha curiosidad.