El hombre de la casa

Capitulo 36

Finalmente, sacar a London a escondidas de mi habitación requirió un poco más de esfuerzo. Afortunadamente, después de la vergonzosa escena que se hizo antes, mi madre solo pidió pizza y no trató de molestarme. Además, nadie preguntó por qué no salía de la habitación durante el resto de la noche. London terminó pasando la mayor parte del tiempo atrapada en mi habitación enviando mensajes de texto. Le dijo a mamá que ya se había ido de la casa y que no la vio. Le dijo a su novio que la habían llamado al hospital y que estaría ocupada.

Quería jugar más con London, pero ella temió que alguien fuera oyera y finalmente puso el pie en el suelo. Podría haber podido suplicarle, pero decidí que ya le había extorsionado lo suficiente. Todavía estaba un poco asustado de haber llevado las cosas demasiado lejos con ella y tenía miedo de arruinarlo. Ella estaba contenta con todo en ese momento y yo había logrado mis propias metas. Definitivamente hubo una llave inglesa entre la relación de London y Dan.

Eso no quería decir que London y yo no habláramos en absoluto. Me dijo que Dan nunca se había corrido así por ella. Ella le había dado sexo oral, pero generalmente él no terminaba. Este era un concepto que ni siquiera podía comprender. Supuse que incluso para los chicos, alcanzar el clímax requería cierto estado mental. Me sentí mal porque London no se corrió también. Ella, sintiéndose culpable, me dijo que sí “se corrió un poco”. No me había dado cuenta, pero se había estado tocando con la otra mano mientras me chupaba, y eso fue suficiente para que se corriera.

Tener una conversación tan pervertida con mi hermana fue extraño, pero ella fue muy directa al respecto. Después de todo, ella era una doctora en formación y tenía experiencia con el sexo. Técnicamente, se suponía que debía darme la charla sobre sexo, así que esto tendría que calificar. En cierto modo, había hecho exactamente lo que mamá quería. Aunque, si mamá supiera lo que había sucedido aquí, definitivamente le habría pateado el trasero a London.

Esa noche, finalmente salí de mi habitación y revisé el camino antes de dejar que London se fuera. En una casa con otras cinco hermanas y una madre, debería ser imposible encontrar un momento en el que pudiera sacarla a escondidas. Sin embargo, lo bueno de una casa llena de gente es que hace que la privacidad sea más preciosa. Las chicas se escondían en sus habitaciones la gran mayoría del tiempo, el único lugar donde podían estar solas. Kelsey normalmente se quedaba fuera de casa siempre que era posible mientras Kristy miraba la televisión todo el día. Dawn siempre fue una adicta a la habitación, pero incluso mamá quería su espacio después de trabajar todo el día.

Una vez que London salió de la casa, dejé escapar un suspiro. Definitivamente tenía que tener más cuidado en el futuro. Un evento como ese podría volver a ocurrir con Dawn en cualquier momento. Si iba a hacer más de este tipo de cosas en el futuro, definitivamente necesitaría asegurarme de tener la privacidad para administrarlas. Nunca se me ocurrió que no lo volvería a hacer. Quizás ya estaba desesperado.

El resto del fin de semana transcurrió sin que sucediera nada extraordinario. Debería haber estado haciendo mi tarea cuando tuve a London allí para ayudar, pero estaba demasiado ansioso y ni siquiera había pensado en usarla de esa manera. Por lo tanto, el resto de mi fin de semana lo pasé luchando por superar todo. Afortunadamente, no tuve historia este semestre. Definitivamente reprobaría una clase tan injusta. Ni siquiera podía imaginar cómo las cosas podrían ser diferentes. ¿Había una mujer George Washington? ¿Era ella Georgia Washington?

Espera, ¡había una manera fácil de saberlo! Saqué el montón de dinero que me había dado a principios de esa semana esa mujer con la que me había acostado en el hotel. No lo había gastado todavía, y había estado postergando hacerlo. Era dinero ganado con el sexo, técnicamente, y sentí que si me sentía demasiado cómodo con ese dinero, definitivamente sufriría un mal final. Por lo tanto, lo había guardado para un día lluvioso.