Raptada

Extra. Carta

Hola, ¿Me extrañaron?

Este extra es por llegar a los 50k. Estoy haciendo el extra de los 100K. 

250K, extra. 

500K, extra. 

1M, extra.

Les recuerdo que si Raptada llega a 1 millón de lecturas antes de que se acabe el año, haré un libro de la perspectiva de Damián.

Gracias por el apoyo. 

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Estados Unidos, 26 de junio del 2017.

Un año antes de Raptada.

Adam Jones.

El dolor de cabeza comienza a ser insoportable, cierro los ojos, tolerando el martilleo que taladra mi frente. Me recuesto en la cama sin ser capaz de mantenerme de pie. Cada vez que la veo es lo mismo, su presencia me da dolor de cabeza, pero la magnitud es algo inhumano. Siento un taladro destruir mi frente, es una intensa migraña.

Coloco las manos en mi frente, sintiéndola palpitar, ¿Esto es normal? Su rostro pasa por mi mente, recordándome la persona de mierda que soy. Desde que la conocí y comencé a cambiar mi mentalidad con respecto a todo el plan familiar en el que estoy involucrado, iniciaron las torturas con electricidad y las hipnosis, las cuales desarrollaron las migrañas y dejaron como detonante principal de éstas a Cassey.

No importa a cuántas torturas sea sometido, de alguna forma convivir con ella siempre me hace volver a estos pensamientos: Esto no está bien. Ya no se siente bien hacerlo. No quiero lastimarla.

¿Seré el único defectuoso? Mamá y papá están convencidos de esto y Julia está dispuesta a dañar a Richard sin ningún tipo de remordimiento, pero yo no quiero dañar a Cassey. Ella no lo merece.

Jamás pensé que conocerla sería tan doloroso, he convivido con ella, la he salvado de los maltratos de nuestro padre, la he visto en sus peores momentos, sé lo mucho que sufre por tener un padre abusivo y a pesar de todo esto, ella me brinda su amor incondicional. Me escucha, me entiende, me ayuda, me brinda una amistad sincera y no le importa meterse en problemas por mí.

Cassey ha hecho en tres años de amistad lo que Julia jamás ha hecho en veintidós años: apoyarme.

Grité y salté con ella cuando se compró su carro, me emborraché con ella cuando Adriano la hizo llorar, la abracé todas las veces que nuestro padre la golpeó, estuve con ella en sus sobredosis y nos reímos por horas de sus anécdotas de niña.

No quiero hacer esto, pero, ¿Qué puedo hacer? Las veces que he mencionado algo sobre el tema me han llevado a una sala de tortura para que cambie de mentalidad. Si le digo a Cassey, ella jamás lo creería porque ella no sabe que nuestro padre es un monstruo. Cass cree que es malo sólo con ellos, ella no sabe el nivel de maldad que hay en Víctor Jones.

Estiro mi mano hacia la mesa de noche, tomando el frasco de pastillas. Me tomo dos calmantes para aliviar el dolor.

Me han preparado para esto toda mi vida, soy el principal heredero de todo, pero ya no quiero serlo ¿Qué está mal conmigo? ¿Por qué soy el único que se da cuenta que todo esto está mal?

Si no hubiera conocido a Cassey, no estaría así. Hace tres años pensaba en el poder absoluto, pero, ¿Y ahora? Lo único que ronda en mi cabeza y el detonante de mis principales problemas es la culpa. Tengo la respuesta clara, Cassey me ha dado el amor que nadie en esta familia me ha dado y justamente conocerla es lo que me ha dado un poco de paz.