Raptada

Capítulo 10. "Primo"

(Editado)

Noviembre 15 del 2018

Cassey.

Bien, esto es de locos.

Estamos en un patio de armas.

- Bien, nos mostrarán lo que saben – indica Marco.

Annie lo observa consternada, mi pobre amiga no sabe ni saltar en una pierna ¿Y la quieren hacer disparar? Están mal de la cabeza.

Nathan camina con seguridad, toma un arma de la mesa y dispara a los cinco blancos con facilidad. Sonrío de lado, orgullosa de él. Desde que inició los entrenamiento, perfeccionó su puntería y vaya que valió la pena.

- ¡Vaya! - grita Ian - ¡Eso sí que es otra onda! - aplaude emocionado.

Sonrío al escuchar su frase, Ian es bastante extrovertido, me agrada.

Marco también aplaude, pero desde esta distancia no puedo ver la expresión en su rostro. Me giro para ver a Annie, sus manos están temblando y sé que es por los nervios. Seguimos nosotras.

Rico camina hacia una mesa repleta de armas, parece un vendedor ambulante. Nos sonríe, ofreciéndonos lo mejor de sí .– Acérquense – pide algo emocionado. Camino hacia él y le sonrío de vuelta.

- Escoge una, cariño – extiende su mano, mostrándome el armamento.

- Bien – escaneo rápidamente la superficie y tomo una Glock 19, nada extravagante –, necesito subir las apuestas – digo con la pistola en la mano.

- ¿Qué quieres apostar? – pregunta Marco interesado.

- Apuesto que le doy a dos muñecos en la frente – digo segura.

- ¡Eso es fácil! – gruñe Ian.

- Rico – lo miro con una sonrisa – ¿Puedes colocar los muñecos a diez metros de distancia? - el chico me observa consternado.

- Oh, mierda – habla Ian, viendo como su hermano toma los metros necesarios para mover los objetos.

- ¿Entonces? – levanto una ceja, cargando mi arma.

- Bien, le entro – responde Marco – ¿Qué apostaremos?

- Droga – los tres chicos voltean a verme – ¿Qué? – pregunto, haciéndome la inocente – Si le disparo a los muñecos en la frente, cada uno me debe dar diez gramos de weed y si pierdo, les deberé un favor.

- ¿Sólo un favor? – Marco se queja.

- Cassey Jones sobrepasa los límites cuando debe hacer favores – responde Ann detrás de mí.

- ¿Tenemos un trato? – los reto.

- Hecho – responden en unísono.

- Idiotas - Nathan pasa por mi lado, chocando con mi hombro -. Demuestra que eres una Jones - susurra en mi oído.

Exhalo pesadamente y sacudo mis brazos, achino mis ojos sin poder distinguir mi objetivo. Tengo la desventaja de no ver bien, pero en la academia me enseñaron varios trucos para acertar en mis objetivos. Cierro los ojos y reflejo los objetivos en mi mente, recreo una y otra vez la escena de una bala justo en medio de la frente de cada muñeco. Inhalo y exhalo, apunto sin abrir los ojos, vuelvo a visualizar el objetivo y abro los ojos de golpe.

¡Bum!

¡Bum!

Tres segundos y dos disparos.

Bajo el arma y me concentro en la sombra de los chicos.

- ¿Y bien? – pregunto.

- Jodida mierda, chica – habla Marco – ¡Le ha dado a los dos!