Capítulo 27. "Cuatro días para el rescate"

10K 928 349
                                    

Diciembre 14 del 2018.

Cuatro días para el rescate.

Cassey.


Golpear, patear, golpear, patear.

El saco de boxeo se sacude con cada golpe que doy, el sudor corre por mi frente, mi respiración se encuentra agitada, mis nudillos se sienten pesados y algo adormecidos, pero sigo. Continúo descargando el dolor de la traición.

¿Qué mierda es esto?

¿Por qué mi madre trabaja en conjunto con mi padre?

¿Estará siendo obligada?

No, imposible. La carpeta mostraba muy bien su informe.

Quién lo diría.

Mi madre, dueña de un bufete de abogados. Es una hacker profesional, que se encargó de filtrar nuestros videos en internet. Un video que subió por diez minutos, tiempo suficiente para ganar millones en la deep web – fantástico – ¿Acaso conozco a mis padres?, ¿De qué va todo esto?, ¿Por qué actúan así? No entiendo una jodida mierda. Aquí hay un trasfondo, no puedo estar tan maldita en esta vida.

Necesito pensar, analizar y descifrar. Soy buena en ello, me entrenaron para esto – golpeo con más fuerza el saco y suelto un grito de frustración –. Solo obtengo preguntas, todo es una jodida mierda. Siento un líquido caliente correr por mis nudillos y el dolor se hace cada vez más placentero, vuelvo a gritar.

Golpear, patear, gritar. Golpear, patear, gritar.

Unos brazos se cierran alrededor de mí, impidiendo moverme, me frustro. Cabeceo hacia atrás, choco con su mentón, pero no me suelta. Me retuerzo furiosa, piso su pie logrando que disminuya el agarre. Rápidamente, paso una pierna entre las suyas, me deslizo fuera de él. Lo observo molesta y él me devuelve la mirada algo adolorido. Toma mi brazo bruscamente, me acerca a su pecho, escanea mis nudillos, y cuando los intenta tocar, lo golpeo en el rostro.

Su mejilla se gira hacia un lado, vuelvo a liberarme y esta vez levanto mi pierna. Él la toma con su mano, antes de siquiera poder darle. Toma mis caderas y me levanta violentamente, mis piernas quedan aferradas en sus hombros, quedo colgando boca abajo – gruño –. Tomo sus muslos para hacer una llave, paso mis piernas por su cuello, me impulso con fuerza provocando nuestra caída, me subo sobre él y los inmovilizo con una llave de brazo.

No sé cómo sucede, pero logra soltarse. Me levanto y comienzo a golpearlo, atinando unas cuentas veces. Él solo se cubre, no hace mayor esfuerzo. Me impulso con mi pierna izquierda, estiro por completo la derecha, logrando darle en su mentón. Cae de golpe sacudiendo su cabeza. Mueve su boca, para luego escupir sangre, me observa divertido y se levanta de un salto. Comienza a caminar hacia mí, sediento de venganza.

Mierda.

Lo espero sin miedo, pero me pasa por un lado – frunzo el ceño confundida –. Antes de poder voltearme, siento una mano en mi cabeza, suelto un grito cuando tira de mi cabello con fuerza. Tomo su mano intentando aliviar el ardor, sin embargo, tira con más brusquedad de mi cabello, dejándome inclinada por completo hacia atrás. Se posiciona a un lado de mí, sonríe maliciosamente, acerca su rostro al mío y lame mi mejilla, deja un poco de sangre en el trayecto. Lo observo algo asqueada, él vuelve a sonreír y repite la acción.

- Basta – digo con la respiración agitada.

Damián levanta una ceja, vuelve a tirar de mi cabello, suelto un grito y me impulso para zafarme, pero fallo. Me endereza, coloca sus manos en mis caderas acercándome bruscamente a él, mi cabeza se entierra en su pecho y su olor me golpea, descomponiendo mis sentidos.

RaptadaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora