Raptada

Capítulo 35. "¿Eso es alemán?"

Diciembre 20 del 2018.

Cassey.

La mansión Tremblay parece salida de una revista de navidad. ¿En qué momento decoraron todo esto? Es impresionante, nunca imaginé que fueran así de tradicionales. Un árbol navideño de más de dos metros de altura nos saluda en la sala de la mansión, ellos en serio se toman estas cosas a pecho.

Sorprendentemente, la vibra de la casa me reconforta, es acogedora.

Bella baja trotando las escaleras con una laptop en sus manos, deja el dispositivo en la mesa del comedor y corre hacia mí para abrazarme, no me sorprende su gesto. Algunas veces, ella parece ser la única que me entiende.

- Puedes hablar conmigo – susurra en mi oído –, ve a buscarme en mi habitación si quieres hablar con alguien – inhalo su perfume de mora, su abrazo me da las energías necesarias para continuar aquí, es raro, me hace sentir apreciada.

Hago un asentimiento con mi cabeza, sé que lo siente, rompe el abrazo y besa mi mejilla, saluda a los demás con la mano. Sonrío cuando caigo en cuenta de su vestimenta, tiene un enterizo de pikachu, cuyo color amarillo resalta sus ojos azules, es hermoso.

- Marco hizo almuerzo para todos – comenta, camina hacia el comedor y toma asiento con su ordenador –. Ahora que estamos todos a salvo por un tiempo, debo terminar un trabajo. Salvar el día siempre me atrasa con mis estudios – explica estresada.

Camino hacia el comedor absorbiendo las energías acogedoras que transmite la mansión, puedo jurar que hasta huele a galletas. Tomo un puñado de nueces de un pequeño bowl y me recuesto en una silla.

- ¿Estás haciendo una carrera? – pregunto.

- Llevo un año en mi posgrado – responde sin apartar los ojos de la pantalla – ¡Damián! – grita, sobresaltándome.

Damián sale del despacho de Dominic, se ha cambiado, ésta mañana vestía con ropa deportiva, ahora tiene puesta ropa de negocios, jamás lo había visto con ropa de negocios – se ve muy sexy –. Camina con la cabeza metida en varios documentos, desordena su cabello y los lanza en la mesa. Su mirada conecta con la mía, me guiña un ojo, coqueteándome.

Hace horas estaba llorando en el baño de la clínica, y ahora estoy relativamente estable.

¿Debería preocuparme?

Mi vista viaja rápidamente a sus brazos, varios rasguños rojizos se notan en sus antebrazos, hago una mueca de lado, realmente perdí el control.

- Estas son todas mis cuentas de cálculo, creo que te pueden ayudar de guía, soy más ordenado que ese tipo que tienes como profesor – sonríe –. Avísame si necesitas otra cosa, tengo algunas fórmulas más sencillas que te pueden servir.

- Gracias, Damián – el alivio recorre su cuerpo. Bella toma las carpetas, parece que hace algo en su portátil y lo apaga –. Marco tiene como una hora en la cocina, ya debe haber terminado.

Damián asiente prácticamente ignorándola, camina hacia mi lado, se inclina un poco y besa mis labios. Luego se voltea para ver a los demás.

- Mandé a preparar una habitación para cada uno de ustedes – le indica a Nathan y a Adam –, tienen ropa y todo lo necesario por si se quieren dar un baño.

- ¿También estudias? – pregunta Adam, ignorando por completo lo que dijo.

- No – Damián toma un puñado de nuez –, ya me gradúe, de hecho, en dos horas debo ir a una reunión. Fuera de todo este embrollo, tenemos vidas normales, Adam.