Capítulo 2."Hay muchos locos sueltos"

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(Editato) 

Noviembre 2 de 2018.

Cassey.

Tu padre es un completo imbécil – habla Adam desde el borde de la piscina.

- Ni que lo digas – bufa Annie –. Juro que si vuelve a ponerte una mano encima, lo denuncio.

- Sí, claro – ruedo los ojos –. Nadie puede denunciar al gran Víctor Jones – suelto aire, colocándome de pie –. Ya está oscureciendo, tengo clases – beso la mejilla de Annie y la de Adam, despidiéndome de ellos. Camino hacia la salida del club, pero me detengo – No jodas, Annie – digo en voz alta –. Tú me trajiste y tú me llevas – me volteo divertida.

Para mi sorpresa, ella ya está de pie con las llaves en la mano.

- Lo sé, cariño – camina, pasándome por un lado.

La sigo hasta el estacionamiento y ambas nos subimos en su auto. Annie arranca, enciende la radio justo en la emisora que transmite nuestra canción, A thousand mile de Vanessa Carlton.

Making my way downtown walking fast – comienza Annie.

Faces pass and I'm home bound – le sigo divertida.

Muevo mi cabeza como Terry Crews.

And i need you – tomo su rostro con una mano.

And i miss you – coloca una mano en mi pierna.

And now i wonder – cantamos en unísono.

Nos miramos divertidas mientras seguimos cantando. Después de un par de canciones más, logro distinguir mi universidad a lo lejos. Estudio en la universidad del estado, es grande, hermosa y realmente me funciona. Bajo del coche y tomo mi bolso.

- Te hablo luego, te amo – me despido.

- Llámame cualquier cosa, y yo más – me guiña un ojo y arranca.

Camino a paso tranquilo, mi clase inicia a las siete de la noche. He llegado temprano, así que tengo media hora libre.

Entro a mi salón y tomo asiento en la primera fila, algo que realmente odio, pero a falta de lentes, me toca sentarme adelante. Observo la pizarra manchada con tinta – mierda –. Logro distinguir algunas letras y palabras, pero es difícil entender el pequeño párrafo que está escrito.

Ya valió madres.

- ¿Cassey Jones sentada en primera fila? – escucho la voz de Julia, una compañera de clases.

- Una jodida mierda – espeto frustrada –. Perdí mis lentes y aunque esté aquí sentada, no logro ver casi nada – me froto los ojos cansada, necesito mis lentes.

- Tranquila, niña. Puedes irte – me anima – te pasaré mis apuntes y grabaré la clase para ti – me sonríe amigable.

- Joder, Julia – me levanto satisfecha –. Te debo una, piensa bien qué favor quieres – le advierto, mis favores van más allá de lo normal.

Mantengo una distinguida reputación en mi universidad. A punta de esfuerzo y trabajo he creado una imagen concreta, donde todos los alumnos saben que mis favores son fenomenales. Me gusta establecer una buena confianza, de esta manera puedo conseguir ciertos beneficios que no están dispuestos para todo público.

Yo no me endeudo con dinero, yo me endeudo con favores.

Si me haces un favor, yo te lo regreso. Así de sencillo. La única diferencia es que yo accedo a ayudarte en lo que desees. ¿Quieres entradas para un concierto agotado? Te las tengo, ¿Quieres que descubra si tu padre le es infiel a tu madre? Lo consigo.

RaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora