Raptada

Capítulo 40. "Tentar al Diablo"

ADVERTENCIA. 

Este capítulo contiene escenas sexuales, se recomienda discreción.

Quiero que se pongan cómodos y sostengan sus bragas. 

Disfruten.

Diciembre 26 del 2018.

Cassey.

Después de pasar un mes en una especie de secuestro, vivir abusos, un infierno y tocar la adrenalina. Estoy colocándome al día con mi ciclo menstrual – Que no lo comente, no significa que no lo viva –. Con mi celular nuevo puedo ingresar mis datos en la maravillosa aplicación que controla el ciclo menstrual. Todas la conocemos y si no lo haces, te la presento, se llama Clue y es nuestra salvación.

Todo esto nos trae al aquí y al ahora.

Estoy frente a la habitación de Damián, la cual también es mía, con un conjunto de lencería debajo de mi pijama.

¿Saben por qué?

Porque estoy en mi fase caliente del ciclo y las ganas me están consumiendo. Así que decidí terminar todo este juego de miradas, provocaciones y tentaciones. No me iré de aquí sin haber conseguido mi objetivo. Además es lógico, la tensión sexual entre nosotros es impresionantemente alta, ya es hora de saciarla.

Estoy caliente y no hay razones para quedarme con este problema. He pasado pura mierda este último mes, merezco diversión y normalidad en mi jodida vida.

Esto es un mal necesario para todos.

Levanto la mano para golpear la puerta, pero ésta se abre antes de poder tocarla. La chica se sorprende al verme de pie en medio de la salida. La reconozco inmediatamente, es Heidi, la socia de Marco.

- ¡Oh, vaya! – dice después de unos segundos – Me has asustado.

Me hago a un lado para que pueda irse, ignorando su comentario. Ella camina algo incómoda, pero voltea a verme antes de cruzar por el pasillo. Nuestras miradas se conectan y siento una sensación extraña.

¿Qué fue eso?

Sacudo mis brazos expulsando cualquier energía negativa, o lo que sea que haya significado eso. Entro a la habitación y cierro la puerta. Está vacía.

- Heidi, te dije que no pienso ayudarte con... – Damián se calla al verme. Levanto una ceja y cruzo mis brazos.

- No es lo que parece.

- Ni siquiera he dicho que parezca algo – respondo con un sutil sarcasmo.

- No, pero sé lo que estás pensando.

- ¿Ahora lees mentes? – mi desagrado es notorio.

- Cassey si vas a...

- ¿A hacer un escándalo porque la socia de Marco estaba en tu habitación? – termino su frase – Tranquilo, no lo haré.

- No. Me refiero a...

- ¿Insultarte y hacerte una escena de celos? Soy mejor que eso, por favor – él me observa neutro por unos segundos. Exhalo y camino un poco por la habitación – ¿Qué hacía aquí? – él sonríe de lado.

No soy una chica celosa, pero me gusta ver a lo que me enfrento.

- Vino a proponerme un negocio – camina hacia mí.

- ¿Te la follaste?

- De hecho – tuerce su labios –, es peor que eso – me observa de pies a cabeza, pensando si debería ser sincero o no –. Nos íbamos a casar.