Masajeándose las sienes, Alistar la encontró.
La puerta de la oficina estaba abierta, y él se coló sigilosamente hasta quedar de frente a ella, la cual, luego de arrojar un largo suspiro, abrió los ojos y lo vio.
— Al, hijo, ¿tienes rato aquí?
— No, tía, vengo llegando.
— ¿Estás bien?
— Decir que sí te estaría mintiendo, pero, te veo tan estresada que ya no sé si preguntarte.
— ¿Acerca de qué?
Candy se puso de pie para acercarse, tomarle la mano e ir al sofá para ocuparlo mirándose de frente.
— ¿De dónde conoces al señor Graham?
— Oh, fuimos compañeros de colegio allá en Londres.
— ¿También de papá?
— Sí, claro. Y de Annie, de Patty, de Stear.
— Ya entiendo.
— ¿Qué cosa?
— ¿Eran amigos?
— En sí, sólo de Albert, y digamos que mío. ¿Por qué lo preguntas?
La frustración maternal en ella consiguió que Candy volcara todo su amor en ese chico; y con cariño, comenzó a acariciarle su cobrizo cabello conforme él la cuestionaba:
— ¿Fue tu novio?
— ¡¿Quién?!
Ella se quedó congelada por segundos ante tal acertada suposición.
— El señor Graham.
— ¿De dónde sacas eso?
Candy dejó de hacer lo que hacía para ponerse de pie.
— Mi padre acaba de tener un altercado con él y...
— ¡¿Dónde?! — hubo preguntado la pecosa girándose.
— En el rosedal. Yo venía de las cabellerizas y vi a Blanch con su padre. Me acerqué y... escuché su conversación.
— ¿Oíste algo que te incomodara? — cuestionó la rubia ante un gesto de su sobrino.
— Sí.
— ¿Qué fue?
— Creo que Blanch está enamorada de su progenitor.
— ¡¿Por qué lo dices?! — Candy se escandalizó.
— Cuando lo saludó por primera vez, lo besó en los labios.
— ¿Ah sí?
— Lo pregunté, pero se me dijo que así lo habían acostumbrado entre ellos; pero al verlos sentados en la banca y lo que ella dijo... me está haciendo dudar.
— ¿Qué le dijo?
— Que se quería ir a vivir con él y con suerte de casarse. El señor Graham rió y Blanch reconoció su locura dicha, pero... no lo sé.
— ¿Es que acaso te gusta?
— Es... una chica diferente, y... bueno, a lo que venía, papá los vio también; y una furia se apoderó de él y fue a confrontar al papá de esta alumna. Y entre saludos iracundos y sarcásticos salió, que el señor Graham venía por algo que le pertenecía y a mi padre se le escapó decir que tú ya habías dejado de serlo. ¿Es verdad?
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PRISA POR OLVIDAR
FanfictionTodo indicaba que todo había acabado. Por consiguiente, ella se dedicó a sanar el corazón y a darse la oportunidad de vivir una nueva ilusión. Sin embargo, la maldad no le permitiría ser feliz del todo. * * * * * * * * * Historia primera vez escrita...