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Brandon buscó a Ben por toda la casa, al final llegó a la cocina donde se encontraba Emma y Grettell.

—¿Alguien vio a Ben?

—Debe estar con Harry—habló Emma.

—¿Y Harry?

—Tal vez salieron.

Brandon suspiró desesperado, caminó hasta la puerta y después se regresó.

—¿Pasa algo?

—Natán—dijo él algo angustiado.

—¿Crees que Ben...? Oh por Dios, seguro que sí.

Emma salió delante de él y Grettell detrás. Ambos marcaron los números, Emma el de Ben, Grettell el de Harry y Brandon el de Natán.

—Está apagado—dijo Brandon primero.

—Hola—soltó Emma con el teléfono pegado a la oreja—¿Dónde te has metido? Papá quiere verte, ahora mismo.

Brandon y Grettell la miraron asombrados sabiendo que mentía.

—¿Qué?—dijo notando sus ojos sobre ella—así vendrá más rápido.

Grettell continúo hablando con Harry contándole toda la verdad, que Natán estaba desaparecido y que el culpable podría ser Ben.

Más tarde escucharon un auto llegar, los tres se dirigieron a la puerta y dejaron que Brandon la abriera. Vieron uno de los autos de Natán afuera, pero no era el que conducía en la mañana. Brandon salió afuera primero y se detuvo en el último escalón al ver salir a Betsy del lado del copiloto.

—¿Qué haces aquí?

—Quise venir para saber lo que ha sucedido en la mañana.

—Nada de qué preocuparse—dijo Emma con la mano levantada desde la puerta.

—No lo creo.

Betsy se detuvo a observar con detenimiento la enorme casa, el jardín y por último miró a Brandon.

—Ya casi llega Ben, hablaremos con él. ¿Por qué no pasas?

Betsy lo siguió hasta adentro sin dejar de admirar la elegancia de la fachada. No pudo evitar mostrar asombro cuando estuvo en la sala. Las hermanas de Natán la saludaron y la invitaron a conocer, ella se negó y decidió quedarse en la sala hasta que Ben apareciera.

Pasados algunos minutos Ben entró por la puerta, detrás de este venía Louis. Brandon se levantó y salió a su encuentro, Betsy hizo lo mismo.

—¿Dónde estabas?

—No es obvio—respondió Ben con ironía.—Hay que hacer algunos papeleos.

Volvió a ver a Betsy con arrogancia y antes de que pudiera decirle algo, ella habló primero.

—¿Dónde está Natán?

Ben se rio y caminó unos cuantos pasos hasta ella.

—¿Crees que él es tan importante para tenerlo vigilado?

—¿Qué le hiciste?—contestó más desesperada que molesta.

Ben volvió a reírse y levantó la mano hasta el cabello dorado de Betsy. Brandon se metió antes de que pudiera tocarla y le apartó la mano.

—¿Tienes algo que ver con la desaparición de Natán?

Ben le sacudió el saco en la parte del hombro sin dejar de mostrar una sonrisa burlesca.

—No tenía idea de que hubiera desaparecido—miró a Betsy—parece que alguien se a encargado por mí.

Rodeó a Brandon para acercarse a Betsy, este lo tomó del cuello de la camisa desde atrás y le habló cerca del oído.

—¿Qué le hiciste?

Betsy retrocedió con temor sin dejar de observar la escena.

—Cristiano peligroso, eh.

—Dime. Es seguro que no fuiste tú, pero de seguro enviaste a alguien más.

—Papá me está esperando—soltó algo nervioso.

Brandon lo soltó dándole un leve empujón. Louis lo miró con recelo y se acercó a Ben.

—Él ha estado conmigo—dijo Louis tratando de defenderlo.

—Eso no nos dice nada—se metió Betsy—Natán salió temprano y no ha regresado a casa.

—Tal vez está con la otra—se burló Ben.

Todos ignoraron su comentario y Brandon se volvió hacia Louis.

—Por si no lo sabías, Natán renunció a la herencia esta mañana, no veo la necesidad de hacer trucos.

Ben se volvió sorprendido y desvío la mirada de Brandon a Betsy que lucía igual de sorprendida que Louis.

—¿Tú le crees? Todos ustedes y ella—la señaló—lo único que esperan es la muerte de papá para derrocharlo todo, se muestran como grandes santos delante de él, pero yo sé la verdad.

—¿Cuál verdad?—se escuchó la voz del señor Ferd por la sala.

Todos volvieron a mirarlo en silencio, él miró a Betsy con alegría en sus ojos y algo sorpendido de verla ahí.

—¿Por qué te callas?—le dijo a Ben—¿Qué es esa verdad que sabes de todos y yo no?

—¿De qué me sirve decirlo si no vas a creerlo?

—Al menos deberías intentarlo, si tanto defiendes lo que es mío.

Ben se calló. El señor Ferd se acercó en la silla de ruedas hasta llegar donde Betsy.

—Me alegro que hayas venido, lamento este recibimiento.

—No hay problema—dijo sonriente.

—Está aquí por Natán—habló Brandon.—No ha aparecido desde la mañana.

El señor Ferd miró a Ben entendiendo finalmente la razón de la discusión.

—No he sido yo—se defendió—¿Crees que estaría aquí como si nada?

—No te he culpado—replicó su padre.—pero deberías preocuparte igual que todos, si no aparece no podemos recuperar toda la fortuna que está a su nombre.

Ben se inmutó y volvió a ver a Louis buscando su apoyo.

—Dile a todos los guardaespaldas que lo busquen—le dijo el señor Ferd a Brandon—yo llamaré a la policía. Y tú—señaló a Ben—no salgas de esta casa.

Betsy se quedó con el señor en la sala mientras los demás se ocupaban de encontrar a Natán. Le ayudó con las medicinas y lo acompañó a tomar el té. Más tarde Betsy llamó a Andrea para contarle todo lo que estaba pasando, aunque no quería quitarle la alegría que apenas comenzaba a disfrutar y estaba consciente de que estaba cansada, ella necesitaba descargar toda la preocupación con alguien. Oraron juntas antes de terminar la llamada para que Natán estuviera por ahí sano y salvo, que su desaparición solo fuera algún inconveniente y que pudieran dar con él muy pronto.

Siempre Betsy (Parte 2)Where stories live. Discover now