Capítulo 22.

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Lo Sempiterno, por tanto, es perpetuo ya que se extenderá por siempre.


Anabette.

Aparentemente, lo que Ixhel me había contado era cierto, pero la cosa no terminaba ahí...

—Cuando Jeremy enfermó e Ixhel vio que su salud se deterioraba rápidamente, comenzó a idear planes extraños, a pensar en diferentes métodos de cómo mantener a su hijo con vida, todos éramos conscientes de que ella había visto mutaciones genéticas enormes, inimaginables para la vista humana común, Ixhel sabía que muy pocas cosas eran imposibles en este mundo, que con dedicación y las peculiaridades que ofrecía la naturaleza solo debía buscar, experimentar y aplicar —aclaraba Mouse elocuentemente—. Las Ardenas siempre habían sido un lugar vigilado por Centinela, en todos sus rincones habían ricos misterios esperando ser descubiertos, y que ellos como sanguijuelas adictas al poder querían explotar. En el año 2007 consiguieron un alce muerto, a unos pocos metros de donde te encontraron a ti, estaba envuelto en una extraña savia verde, la organización se encargó de él, lo llevaron a los laboratorios, pero los científicos que recogieron el cadáver fueron ignorantes y despreocupados, cometieron el error de no utilizar trajes especiales, y dicha savia emanaba un gas que producía los mismos efectos que tener contacto con la misma. Cuatro científicos quedaron en coma, y presentaron tus mismos síntomas: sueños en los cuales ellos tenían plena noción de sus facultades, e Ixhel vio en ellos la oportunidad perfecta... y comenzó a experimentar, dando así inicio a la misión Sempiterno.

»Comenzó por extraer su sangre, y crear diferentes fórmulas con ella, creó antídotos de todo tipo, les realizó muchísimos exámenes y los conectó a diferentes tipos de máquinas, entre ellas a la misma donde te encontrabas tú, la que proyectaba tus sueños en una pantalla.

»En ese momento Jeremy, con sus once años estaba muy mal, tenía recaídas muy fuertes, hemorragias incontrolables, parecía un fantasma, vagaba por los corredores del edificio sin color en su piel, sin vida en sus ojos, estaba prácticamente muerto en vida y a Ixhel se le concedió la oportunidad que tanto había suplicado: someterlo levemente a la criogenia, inmovilizar su organismo para que las células no siguieran multiplicándose, pero sin estar completamente congelado y dormido. De esta manera, ella obtenía lo que tanto necesitaban: tiempo para sanarlo, o tiempo para darle al menos una vida a Jeremy a través de Sempiterno.

»Las primeras aplicaciones de sueros que le hicieron a los prototipos fueron fallidas, pero Ixhel no estaba dispuesta a darse por vencida, finalmente, después de tantos intentos hubo una certera, una que, según Ixhel, prometía el éxito inminente. Sin embargo, a las pocas horas de su administración los prototipos en cuestión comenzaron a convulsionar y a retorcerse en sus camillas como peces fuera del agua, echando espuma por sus bocas como perros rabiosos, y finalmente fallecieron.

»Ixhel pretendía conseguir nuevas ratas de laboratorio con las cuales seguir experimentando, pero sus superiores se lo prohibieron, y la amenazaron con despojar a Jeremy de toda la ayuda que Centinela le había brindado, y expulsarla de todos sus cargos. Pasaron varios meses, hasta que apareciste tú, y a Ixhel se le permitió experimentar contigo, esta vez con mucho más cuidado, porque si morías, moriría también su carrera, y Jeremy de igual manera.

Había quedado atónita ante tal confesión.

¿Qué tan retorcida puede llegar a ser una mente desesperada? ¿Cuánta maldad se puede causar teniendo un concepto erróneo de bondad?

—¿Y qué se supone que hace la misión Sempiterno? —pregunté, con la esperanza de que al fin alguien me respondiera.

—A eso voy —iluminó Mouse y continuó—. Esta misión tiene el fin de pasar tu mente a un plano dimensional controlado; puedes vivir físicamente, claro, pero tu mente estará conectada, dirigida y monitoreada por especialistas encargados en el tema; olvidaba mencionar, que la savia tiene un poder conservante, que puede prolongar tu vida, mucho más allá de los estándares normales, por eso su nombre. Si das inicio a la misión Sempiterno, no hay salida, no hay muerte, al menos no una en muchísimo tiempo, no eres capaz de retractarte, una vez adentro no hay retorno. Tiene un inicio, pero no un fin.

Estar sempiternamemne encerrado.

—Pero... ¿Por qué yo si fui capaz de salir?

—Ahí es donde entro yo, me ofrecí como voluntario para Sempiterno una vez, por razones personales —se apresuró a aclarar antes de que yo pudiese preguntar—. Ixhel estaba haciendo lo mismo conmigo, había extraído suficiente savia, y tenía muchas sustancias que no había podido usar con los primeros prototipos. Como yo estaba completamente sano, y mi sistema no tenía ningún tipo de mutación, el proceso fue más lento. Cada dosis producía un efecto diferente en mi organismo, dormía durante horas, pero no lograba concebir un sueño completamente coherente ni mucho menos alguno que pareciese real. Ixhel no entendía el problema, así que se dispuso a extraer mi sangre, para así analizarla y llegar a la fórmula acertada, pero en uno de esos intentos, mezcló mi plasma sano, junto con la savia y la sangre infectada de los primeros prototipos. Convencida de que está vez sí lo lograría, inició el proceso una vez más, el nuevo suero se abrió paso por todo mi torrente sanguíneo; pero lo que Ixhel ignoraba, era que había logrado hacer completamente lo opuesto a lo que deseaba, no sé cómo, ni sé realmente por qué, pero mi plasma hizo la diferencia y creó el antídoto, me hizo inmune a los efectos de la savía. Ixhel estaba furiosa, y desanimada, había perdido su nueva, y única rata de laboratorio.

»Presa de su furia me amenazó, e hizo que los laboratorios creyeran que yo era un traidor, y que si se me veía haciendo el mínimo intento de escapar, toda mi familia sufriría las consecuencias. Desde entonces he permanecido cautivo aquí, haciendo todo lo que me pedían, viendo todas las atrocidades que cometían con personas inocentes. Hasta que llegaste tú, y fue la gota que derramó el vaso, porque eras solo una niña, y que estuvieses siendo utilizada, y privada de todos tus sentidos a tan corta edad era despreciable.

»Ideé un plan, debía colocarte el antídoto a toda costa: el problema era que Ixhel lo tenía escondido en algún lugar, y yo no tenía acceso a los grandes laboratorios de estudio, los refrigeradores, ni nada parecido. Al pasar de los años, lo encontré. Tenía tu salvación, en mis manos, pero todo se reducía a dos opciones: utilizarlo todo de una vez, y hacer que despertarás, sin embargo, haciendo esto, Ixhel se daría cuenta, sabría que había sido yo y matarían a mi familia. O iba colocándote pequeñas dosis, para que el proceso fuese lento, y así tener tiempo para crear un plan donde pudieras escapar, y en donde mi familia estuviese a salvo, en dado caso falláramos y nos atraparán —me miró de reojo—. Supongo que ya sabes por cuál opción opté.

SEMPITERNO: Un Nuevo Inicio [Completa] ©✔️Where stories live. Discover now