Capítulo 5

117 15 25
                                    


Las mentiras y los secretos, Tessa,

Son como el cáncer del alma.

Acaban con lo bueno

Y solo dejan destrucción a su paso.

—Cazadores de Sombras / Los orígenes.

Desde que Jeremy apareció mi mente y mi cuerpo levantaron un muro, una muralla irrompible y mis alertas estallaron, formaron un fuerte unificado en caso de que fuera necesario actuar y atacar. Porque algo en él estaba mal. Indiscutiblemente, algo dentro de mí sabía que algo andaba mal.

Eso había permanecido, cuando lo veía sentía como si todas las alertas de mi cuerpo explotaran ante su presencia, era estúpido, tal vez, pero no podía pararlo. También estaba la inquietante sensación de familiaridad hormigueando en mi pecho, susurrándome que lo conocía de algún otro lugar, que debía buscar entre los escombros de mi mente, en algún lugar remoto.

Después que Lorie tomara su camino en dirección a Will, me apresuré a seguir a Jeremy. Cuando estuve lo bastante cerca, me atreví a hablar:

—¡Hey! —él volteó con sorpresa, pero la disipó rápidamente—. Dijiste que la propuesta seguía en pie, pero parece que estás huyendo lo más rápido posible, amigo.

Él bajó la mirada, sonrió y volvió a enfocarme.

—¿Tu amiga no viene contigo?

—Se fue a devorar el banquete con Will, van a tardar un rato —respondí, desviando mi atención hacia Lorie y Will, que parecían estar en medio del paraíso, tomando todo lo que se les atravesaba frente a sus ojos.

—Son un desastre ese par, ¿No es así? —opinó, mirando en la misma dirección que yo.

—¿Vamos a ir a la mesa o no?

—La amabilidad había durado demasiado —alegó animado.

—Estoy siendo amable, créeme.

—Sígueme  —comandó, y se dirigió al otro extremo de la sala.

Había una vista muy linda hacia el otro lado de la ciudad, con menos tráfico, más calmado; el sonido de la basura llevada por el viendo era lo único que se escuchaba. Las barandillas de vidrio, estaban sostenidas por unos remaches de platino, y había unos sillones de cuero negro contra ellas. Él hizo un gesto con la mano, invitándome a tomar asiento primero.

—¿No se suponía que era una mesa? —lo miré, con el ceño fruncido.

—El hecho de estar solo nosotros en una mesa me pareció deprimente —confesó tomando asiento, ya que yo no lo había hecho.

—¿No es igual de deprimente estar solos en unos sillones?

—Sí —asintió él—, pero es más cómodo.

—Eres raro —confesé, tomando asiento esta vez, a una considerable distancia.

—Me lo han dicho —cedió, posando su mirada en mí—. Lo normal aburre, ¿No crees?

—El término normal, es subjetivo —respondí, firme.

—Claro que sí.

—¿Qué te hizo venir a la ciudad? —intenté cambiar el tema.

—Directa, como una flecha al corazón.

—Dijiste que querías que nos lleváramos bien, si quieres ser mi amigo o algo, debo saber cosas sobre ti ¿No?

SEMPITERNO: Un Nuevo Inicio [Completa] ©✔️Where stories live. Discover now