28³. Ensuciare tu lujoso piso con la sangre de tu nariz.

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Hoy tenemos en el rin de boxeo en la esquina derecha a Eliot alias "Osito antipático" y en la esquina izquierda a Harold alias "el papi rico mafioso"

Que gane el mej... Ay, ya llego el suegro de Madi a poner orden.

No me agrada él.

No me agrada la sensación de inquietud que despierta en mi.

La confianza con la que habla, es como si lo supiera absolutamente todo. Como si tuviera el poder sobre cada cosa dentro y fuera de esta mansión.

Salí del salón y caminé hacia mi habitación, empecé a preocuparme por Eliot. ¿Donde estaba y por qué no llegó con Eider?

Ahora cargaba una desconfianza tan grande que hasta de los cuadros que cuelgan de la pared me parecen sospechosos, una vez giré en el pasillo y estuve en el corredor choqué contra Harold.

—Wow —sujetó mis hombros—. ¿Nena estás bien? Acabo de encontrar un salón con varias mesas de billar. Es... ¿Todo bien?

Trate de regular mi temor, Harold llevaba unos jeans oscuros y una sudadera azul, su cabello era un desastre —Si estoy bien —me limité a decir.

—Iba por algo de comer pero no tengo idea de donde está la cocina ¿vienes conmigo? —inquirió y acepté.

Bajamos las escaleras y me incorporé en voz baja —Vi al papá de Eliot...

—¿Otra vez? ¿Dónde?

—Yo estaba en la biblioteca y él llegó, cruzamos unas cuantas palabras y... —lo miré—. Tiene los ojos violetas.

—¿Violetas? —asentí—. Pero, ¿qué te dijo? ¿De qué hablaron?

—No me agrada en lo absoluto y... No es dueño de nada, intentó aseinar a Eliot hace unos meses atrás con un pastel.

Harold me miró —¿Qué?

—Fue él quién hizo que tuviera el accidente. Si Eliot muere él tomaría la herencia.

—Oye... ¿Estás segura? ¿No suena muy de película?

—Créeme se me hace difícil procesarlo, pero estoy segura de que todo este viaje tiene algún trasfondo más allá de la empresa.

—¿Entonces nos iremos?

Lo pensé —No quiero arriesgarme a que algo malo le pase a Eliot, esperare a que llegue y hablaré de eso con él. También quería decirte algo...

—Te escucho...

—Eider no tiene poder sobre la herencia pero aún así tuvo el dinero para ordenar que Eliot tuviera un accidente, nadie haría algo así de gratis, tuvo que pagar, pagar bastante. Saca dinero de algún lado, quiero que tú investigues eso... Si es... The King Of Bets.

Harold se frotó la cara —Madison no creo que debamos meternos en esto...

—Si no me ayudas lo haré yo misma de todas formas.

Me miró con algo de molestia —Bien, veré que de que me entero.

Cuando llegamos a la cocina tata quedó encantada con Harold y pronto empezó a prepararle algo de desayunar ya que ella estaba al tanto del lugar del cual veníamos, a Harold no le molestaron las atenciones y yo por mi parte me divertía viendo a tata besuquear las mejillas de Harold cada vez que podía.

Pronto Arthur hizo presencia en la cocina —Señorita el señor la está buscando ansiosamente... —me dijo.

Llevé mi mirada hacia tata y ella asintió entonces observé a Harold él aclaró la voz —Habla de Eliot ¿no?

Cartas con destino al cielo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora