38². ¿Solo quieres los dedos?

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Maratón por nuestro primer millón de lecturas 🥳❤️

(Escena +18 🤫🔞)

Y cuando creí que no podía enamorarme más de Eliot el dice:

"Pídeme el universo entero y te juro que sería capaz de comprar cada planeta, estrella y constelación existente solo para tí".


Yo estaba sentada sobre el mesón del lavamanos, Eliot estaba de pie frente a mi, entre mis piernas.

—¿Estás jugando conmigo?

—No, no. Te lo juro.

Eliot sonrió —¿Pero en el nuevo instituto la pasa peor?

—Las chicas son super feministas ahí, y ya sabes, la mayoría de la gente es súper chismosa así que la información corre rápido.

Eliot movió la manita —Uy, sí —soltó relajado—. Siempre me ha molestado eso, no entiendo la necesidad de hablar de la vida ajena.

Me reí —Es verdad, eso es una falta de respeto.

Asintió solemnemente —Ay, total, eso siempre lo digo yo.

—Bueno, la cosa es que en el vestidor del instituto lo grabaron, lo obligaron a pedir disculpas públicamente a todas, a todas, todas las chicas del OriginalProf a las que les faltó el respeto.

Eliot soltó una risa y dejó de maquillarme  —Muestra el vídeo.

Me reí —Espera, ya voy termina de maquillarme y déjame terminar de afeitarte la barba.

—Okey amor —se acercó obediente—. Pero siento que falta más información, no sé. Cuéntamelo todo y con lujo de detalles —casi lo suplicó.

Me reí encantada —Es que sí falta. Lo hicieron grabar el vídeo estando vestido de bebé.

Frunció el ceño —¿Cómo que de bebé?

—Con el pañal y todo.

Parpadeo varias veces —¿Literal?

Asentí varias veces —En el pecho le pegaron una hoja que decía: "no soy un hombre, soy un niño malo al que deben enseñarle a respetar a las mujeres"

Eliot soltó una risotada, y ahí mí teléfono sonó sobre la cama, Eliot me miró y dejó el lápiz de cejas a un lado para tomarme de la cintura e intentar bajarme.

—No, osito. Tráemelo, por favor —le pedí y él fue por el celular en un parpadeo.

Me causó gracia que vio la pantalla por un instante para ver quién era, me extendió el teléfono y dijo —Es Elena.

Tomé el teléfono y contesté —¿Hola?

Elena empezó a hablar tan rápido que casi no le entendí *¿Madi? Hola guapa, ¿Cómo estás? Espero que allá no sea de noche o algo así, aquí a penas va a amanecer.

—Bueno aquí...

*No tengo mucho tiempo, estoy arreglándome para estar lista a tiempo para ir al instituto.

Fruncí el ceño, Eliot estaba recargado al marco de la puerta jugando con la brocha de mi maquillaje mientras me miraba con disimulado interés.

*Mira, estaba pensando pedirle a Clay ser mi novio, es decir, nos tratamos como novios y eso, y decimos que lo somos, según el me lo pidió mientras estábamos ebrio, y se acuerda de todo pero yo no me acuerdo de nada (soltó un chillido)

Me reí, Eliot se acercó un poco arrugando la nariz y susurrando —¿Qué pasa?

*Pensé llamar a Harold pero te tengo más confianza, guapa. Dime ¿qué debo hacer? (Su voz se escuchó como la de la típica chica Barbie popular que se frustra por algo pequeño) Nunca le pedí a nadie ser mi novio, pero quiero hacerlo, porque es que... (suspiro)

Cartas con destino al cielo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora