13. Mon ciel, estás conmigo.

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«If I told you this was only gonna hurtIf I warned you that the fire's gonna burnWould you walk in?Would you let me do it first?Do it all in the name of love»

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«If I told you this was only gonna hurt
If I warned you that the fire's gonna burn
Would you walk in?
Would you let me do it first?
Do it all in the name of love»

I'm The Name Of Love - Bebe Rexha y Martin Garrix

Narrador omnisciente
°.━━━ •♛• ━━━.°


Antes de la explosión:

Min lucha por interceptar y abrirse paso por cualquier pequeño agujero en la red para lograr adquirir control sobre el sistema central de seguridad que dirige el edificio.

Pero el complicado algoritmo de encriptación que impedía el acceso a los servidores principales, estaba bien estructurado.

Él había sido quien lo configuró al inicio, Eliot le pidió que aquel edificio fuese algo futurista y Min lo había logrado, el problema es que había sido muy bueno con el sistema de seguridad y literalmente estaba luchando contra sí mismo para entrar en la red.

El niño empezó a mover los dedos sobre el teclado, movimientos rápidos y precisos, sin despegar la vista de la pantalla, dónde miles, sino es que millones de códigos, subieron y bajaron a un ritmo frenético mientras los mismos mutaban.

Las barreras de seguridad parecían ser perfectas, pero todo es una red, y las redes tienen hoyos, Min encontró un pequeño agujero y...

El estallido del edificio lo levantar la mirada, el auto estacionado tembló, y pudo ver cómo el fuego reventaba los cristales de alguna de las habitaciones a la derecha del edificio, el humo negro empezó a emanar.

Su estómago se fue al suelo.

El niño tragó saliva y volvió su atención a la pantalla con un click y el ingreso de su USB sumado a una contraseña de 5 dígitos pudo acceder a una esquina de todo el sistema, y lo que hizo fue activar el sistema de rociadores para incendios en todos los pisos del edificio.

Min supo al instante que había cometido un error, movió sus dedos sobre la pantalla e intentó desconectar su propio acceso al sistema, pero sus comandos fueron ignorados enseguida y una serie de ventanas emergentes se abrieron en su pantalla, mostrando mensajes encriptados que parpadeaban de manera intermitente

La desconexión del sistema falló.

Una creciente inquietud se apoderó de él, algo no estaba bien, y sus dedos se detuvieron un instante sobre el teclado, pero pronto la ansiedad cedió ante la necesidad de intentar salir sin dejar rastro de su irrupción en el sistema.

Min movió los dedos con velocidad.

—No, no, no.

Sus dedos no tuvieron descanso, capas de seguridad y encriptamiento cayeron sobre sus datos impidiendo el acceso o extracción de los mismos.

Cartas con destino al cielo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora