38. Sabotajes, celos y una rana.

57.1K 2.1K 3.6K
                                    

Capítulo dedicado a @Naiomiruiz4 ¡Feliz cumpleaños, hermosa! De parte mía, del francesito sexy, la chismosa, el chico mafioso y la rana 💕🫂

«¿Habías amado a alguien tanto como me amas a mí?
No. Y estoy seguro que jamás amaré a nadie tanto como te amo a ti, mi cielo.»

Estábamos sentados en los puff frente al ventanal, Harold tenía un plato de cheetos y Doritos sobre los muslos, si no anda por ahí con comida definitivamente no es el.

Habíamos cerrado la puerta y alejado lo suficiente para que nadie escuchará nada de lo que dijéramos.

—Te dije que Eider no tenía idea de que entré a su oficina.

—No, sí sabe que entraste, pero no sabe que lograste encontrar algo importante.

—Tengo que volver a entrar, ese tercer certificado de defunción nos hará saber si en realidad ese cuarto Lacroix está muerto o no...

—¿Cómo volverás a entrar? No creo que a Eliot le interese mucho ir a la empresa por ahora.

Puse mala cara —Es cierto, no se me da esto de ser paciente...

Harold metió unos chetos a su boca —Pero hay una entrega de premios en unos pocos días.

Lo miré —¿Premios?

—Sí, es un evento donde invitan a empresarios importantes, dueños de constructoras prestigiosas y destacan el trabajo que han hecho. Seguramente Eider le reclamará a Eliot en algún momento por no ir a la empresa ya que se acerca ese evento.

—Es cierto, tienen que firmar entregas de proyectos y demás y eso solo puede hacerlo Eliot.

—Exacto. Y cuando Eider le diga a Eliot que vaya a la constructora, harás hasta lo imposible para que Eliot vaya, así podremos saber a detalle sobre esos certificados, yo iré contigo para cubrirte mientras tú entras, pero escúchame bien, le debes tomar fotos a todo, incluso, si ves una mosca muerta también le tomas fotos.

Me reí —De acuerdo, y gracias otra vez, se que Eliot te cae mal pero últimamente has estado portándote bien —golpeé su hombro con suavidad—, es lindo, me gusta.

Me sonrió —Lo sé, soy increíble, anda dilo.

Me reí y metí un Dorito a mi boca —Eres increíble.

Me miró orgulloso y movió la manita en un gesto de "basta" —Ay, lo sé.

Fue imposible no reírme —No sé qué haría sin ti.

—¿Madison?

Miré hacia la puerta, estaba abierta y Eliot estaba debajo del marco con los brazos cruzados.

Sonreí al verlo —Oye, pensé que estabas dormido ¿Todo bien?

Harold se levantó de repente y me di cuenta que ambos estaban mirándose fijamente como si quisieran golpearse.

Me puse de pie y los miré a ambos de forma intercalada —¿Y ahora qué les pasa?

Harold me miró —No es nada. Ve con él...

Miré a Eliot, seguía mirando a Harold con seriedad.

Estos dos se turnan para odiarse ¿O qué?

—Bien, descansa —le dije y caminé hacia Eliot, toqué su mano y empezó a mirarme—. ¿Estás bien?

Lo ví respirar hondo y empezó a susurrarme —Sí, solo me asusté un poco al no verte en la cama conmigo.

Me puse de puntillas y besé sus labios —Osito, todo está bien, yo solo no podía dormir.

Acarició mi mejilla y poniendo la mano en mi cintura dijo —Me hubieras despertado y te hubiera acompañado. ¿Quieres ir a la habitación o prefieres quedarte aquí un poco más?

Cartas con destino al cielo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora