1. ¿No me vas a saludar?

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Edrian Lacroix actúa desde las sombras y en silencio, y esa seria su grande ventaja

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Edrian Lacroix actúa desde las sombras y en silencio, y esa seria su grande ventaja.

═══════≪ Madison Mintz ≫═══════

Un año después.

—Maldito Netflix y su maldita mala costumbre de cancelar series con potencial.

Desde que quitaron Betty la fea sabía que se venían tiempos difíciles

Elena soltó una carcajada —Te diré algo pero me vas a odiar...

La rubia y yo estábamos en mi habitación, comíamos frutillas y no me obligo para nada (nótese el sarcasmo) a ponerme una mascarilla de aguacate con miel que parecía flema de cocodrilo.

—Anda dilo, prometo no odiarte tanto —bromeé.

Elena estaba de pie frente al espejo mientras se terminaba de poner crema hidratante en el rostro, me miró divertida y con la voz muy calmada dijo la frase más dolorosa que puedes oír cuando te obsesionas con una serie que recién descubriste...

—Esa serie la dejaron de emitir desde el 2018...

—¡¿Qué?! —ella empezó a reír descaradamente—. ¿Lo sabías y aún así me hiciste verla? Mierda eso es cruel —aseguré enteramente ofendida y le arrojé un cojín a la espalda, totalmente indignada—. Te vas a ir al infierno eso no se hace...

Ella carcajeó —Vamos Madi, admite que lo poco qué hay es bueno...

—Claro que lo es, pero ahora estoy intrigada —me puse de pie con cansancio—. A ver, un grupo de jóvenes que después de un extraño viaje escolar están en una réplica exacta de su ciudad, sin ningún adulto y deben elegir un líder, hacer reglas, crear una sociedad y demás para que la comida no se les acabé y no se maten entre ellos, mientras pasan algunos dramas románticos de por medio, por Dios es buenísima

Elena destacó el título con ambas manos y mi mente lo dibujó en el aire, con brillos y al estilo Bob Esponja —"The Society" un once de diez y solo tiene una temporada.

El teléfono de Elena sonó y corrió a atenderlo enseguida, yo por mi parte me acerqué a la ventana al ver que había una polilla tratando de salir, estaba dejando un polvo y pelitos en la cortina, me acerqué y con cuidado abrí la ventana para que pudiera salir.

Tomé una toallita húmeda y limpié el polvo  que la polilla dejó en las cortinas, podría dar alergia o algo.

Mi atención se enfocó en la carretera cuando vi a una pareja caminar tomada de la mano mientras reían, sentí una presión en el pecho, esa que llevo todo un año sintiendo cuando veo algo que me recuerda a lo que fuimos Eliot y yo.

Hace cinco días fue nuestro aniversario... Era. O más bien debía ser.

Todo lo que fuimos, se había acabado.

Cartas con destino al cielo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora