Siempre, 7 veces si.

Sin consumar

Hola tropa, me encanta leer vuestros comentarios aunque a veces no puedo contestar a todos, nunca pensé que estas historias engancharán a gente. Gracias de corazón. Seguiremos con las andanzas de este par de guapas. Saludos y ser felices

M.- Vanesa.... vanesa mi amor.- susurré bajito

V.-Mmmmmm, dime.- dije con voz somnolienta. ¿Qué pasa?.- todavía medio dormida

M.-Nos hemos quedado dormidas, con la ropa puesta je, je... no hemos....

V.- ¿No hemos consumado?.- dije incorporándome un poco sobre mi brazo, estaba de frente a Mónica, todavía con el traje puesto y ella con el vestido, no podía creer que nos hubiéramos quedado dormidas.

M.- Creo que no.- no podía parar de reirme

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La noche de antes nos casamos, una boda virtual con Ana como oficiante de la misma, fue muy divertida pero también emotiva a la vez. Qué guapas estábamos las dos, sin maquillar, sin filtros, siendo nosotras mismas, en mi habitación de juventud, armamos un poco de jaleo al final pero después de que Vanesa casi nos matara a ambas tras pisar mi vestido y volar de manera literal encima de la cama nos quedamos en esa posición. 

Las dos mirándonos, de lado, con una mano debajo de cada una de nuestro trozo de almohada y la otra tocándonos y entrelazando nuestro dedos. Aprovechamos para quitarnos los zapatos de tacón y las sandalias y quedarnos así, mirándonos, enamoradas perdidas.

M.- Ya eres toda una señora de Carrillo, cariño, ¿Feliz?

V.- Como una perdiz, señora de Martín, feliz como una perdiz

M.- Vivieron felices y comieron perdices, ¿Viviremos felices?

V.- Yo creo que si, por mi parte lo voy a intentar con todas mis fuerzas, quiero que seas feliz Mónica, quiero hacerte inmensamente feliz.

M.- Ya lo soy cariño, me haces muy feliz.

V.- Nos ha faltado una cosa.- dije con tono pensativo en mi voz

M.- A ver técnicamente nos han faltado muchas cosas je, je..

V.- Bueno si, pero tu ya me entiendes... 

M.- Te entiendo, a ver  ¿Qué nos ha faltado?

V.- Nos ha faltado el intercambio de anillos

M.- Es verdad, no hay boda sin anillos, pero.... espera un momento igual tenemos suerte.- hice amago de levantarme de la cama pero Vanesa me lo impidió

V.- Ey, ey, ey... ¿Donde te crees que vas pajarita?.- Cogí a Mónica y la acerqué aún mas a mi, y de paso le dejé un tierno beso.

M.- Espera, es un segundo, no tengo ni que levantarme de la cama, lo que busco está aquí en la mesilla, a ver.....perdona voy por encima de ti....a ver si llego al cajón...y mi madre no ha tirado una cajita que yo tenía aquí guardada.

V.- Hombre con estas vistas, te perdono.- Mónica sobre mi, bueno mas bien sus pechos encima de mi cara, lo cual aproveche para besarlos por encima del vestido, y mis manos también empezaron a buscar piel

M.- Vanesa....mmm... espera un momento, no seas impaciente

V.- Mónica....mmmm... me pones estas maravillas encima de mi cara de manera literal, no pretenderás que me quede quieta, no se...

M.- ¡Aquí!, mira la cajita que te dije, vamos a abrirla si hay suerte igual podemos intercambiar anillos

Parecíamos dos niñas chicas mirando las cosas que tenia la cajita, era pequeña pero tenía un montón de cachibaches de juventud, los famosos chinitos de la suerte, pegatinas de fido dido, pins de melrose place, pulseras de cuero y..... unos anillos de plástico de diferentes colores que salían como regalo en alguna chuchería, había de varios colores, verdes, rosa, morado, amarillo...