Capítulo especial (kit kat II)

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Narra Vanesa

Me había quedado perdida en sus ojos, en su sonrisa, en su boca, sólo acerté a decir hola y alargué mi mano para rozar la suya, no pude hacer nada más, sólo sonreir. 

Ana estaba mirándonos a las dos, alternativamente a una y a otra, menos mal que nos dió un pequeño grito para espabilarnos y sacarnos de ese mini mundo que habíamos creado en dos segundos.

A.- ¡Venga!, que estais embobadas, que pareja....¡Qué pareja!, en fin... me voy a facturar la maleta

V.- Si, buff perdona... ten mi guitarra factúrala de paso

A.- Ah claro, el caso es hacerme trabajar más

V.- Anda por fi...

M.- Je, je, hay cosas que no cambian... hola Ana

A.- Hola Moni, ¿Me llevo también tu maleta?

M.- Eh.... no, no... de momento no...

V.-¿De momento? Mónica yo...que bien que estes aquí, ¿Vas de viaje?

M.-Puede...

V.-¿Puede?, no te entiendo

M.- Vane, tan lista para unas cosas y para otras, te cuesta un poquito, ¿Eh?

V.- Bueno, no se.... dime anda, ¡Qué guapa estas!

M.-Tú también estas muy guapa

V.- Mónica yo... tengo que hablar contigo... es algo importante para mi, te he escrito una carta hoy

M.-¿Una carta?

V.-Si, bueno... pensaba que estarías en casa, no aquí, que casualidad

M.-¿Y qué pone en la carta?

V.- Bueno... pone muchas cosas pero sobre todo pone que me esperes, espera a que regrese de américa, necesito hablar contigo, necesito decirte como me siento, lo tonta que he sido...lo...

M.-Schhhh, déjame leer esa carta cuando vuelva de viaje, ¿Si?

V.- Vale, pero espérame, sólo es un mes... 

M.-Yo te espero, te esperaría toda mi vida Martín

Esa frase me descolocó, me sacó de mi zona de comfort, de mis límites, tenía unas ganas locas de besarla, de sentirla junto a mí, nuestros dedos no paraban de rozarse, de buscarse, de entrelazarse mientras hablábamos, no pude retenerme más y me acerqué a ella, más, mucho más, tenía su boca a escasos centímetros de la mía, ya no sonreía, ya estaba entreabierta, de esa manera tan sensual que tiene de comenzar a besar que me vuelve loca y ahora lo estaba consiguiendo otra vez....

V.- Te voy a besar

M.- Bien...

V.- Te importa...

M.- No me imorta, quiero que me beses

V.-Aquí mismo

M.- Ahora Martín

Y entonces llegó el beso, ansiado por las dos, en medio de la T4, enfrente de la puerta de embarque del vuelo a Chile, con Ana mirando que no hubiera móviles pendientes de ese beso y sonriendo y aplaudiendo con las orejas.

Fue un beso cálido, húmedo, deseado, querido, intenso y largo, nos separamos un instante para coger aire y nos miramos con amor, como siempre lo hacíamos después de besos así, con mucho amor.

V.- Uhmmm que bien besas todavía

M.-No he practicado mucho estos meses pero...

V.- Ni falta que te ha hecho practicar

Siempre, 7 veces si.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora