Siempre, 7 veces si.

Sevilla

M.- Vanesa, eres lo mejor que me ha pasado en mi vida, ¿Lo sabes no?

V.- ¿Lo mejor?... No será mucho ser lo mejor... igual con un eres muy importante sería ya muy bueno.- dije enredando mis piernas con las suyas y estrechándola fuerte contra mi pecho, mientras su espalda reposaba en el mismo.

M.- Lo mejor, nadie me ha cuidado como tu, nadie me entiende como tu, nadie me mira como tu lo haces, nadie...

V.- Nadie te come el....- dije bajando mi mano hacia su intimidad

M.-¡Vanesa!

V.-¿Es mentira?.- dije cerca de su oído haciendo aparecer piel de gallina en su cuello.

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Narra Mónica

Vamos camino de Sevilla, sin prisa, Vanesa conduciendo, está con su coche como una niña con zapatos nuevos, pensaba bajar en el tren pero me dijo que le apetecía mucho conducir así que ahí que vamos por la autopista, tranquilas, con Camarón de copiloto, escuchando música bajita y hablando de todo un poco.

En los viajes también tenemos momentos de silencios, a veces largos pero no incómodos ni mucho menos, los viajes en coche y en general son lugares de introspección, hay ratos para todo. 

Paramos a tomar algo y para que Camarón hiciera sus necesidades y estirar un poco las piernas, a veces había gente que reconocía a Vanesa otras veces me reconocían a mi y otras nos reconocían a las dos.

Esta vez fue así, justo detrás de nosotras aparcó otro coche del que bajaron tres chicas y un chico, todo bien de momento, ellos a la suyo y nosotras a lo nuestro. Bajaron un perrita preciosa marrón, una teckel de la misma raza que Camarón, cuando la vio sencillamente se volvió loco, fue todo chulito a conocerla, nosotras apoyadas en el capó del coche viendo como nuestro seductor se acercaba a conocerla.

Al principio tímidos los dos se comenzaron a olisquear, a mirar hasta con cierta timidez pero enseguida comenzaron a juguetear, corretear, nosotras ya estábamos riéndonos viéndolos y las chicas del otro coche igual.

Vanesa fue a por unos cafés para llevar al área de servicio mientras yo me quedaba la tanto de Camarón, que seguía a lo suyo con su nueva amiga.

Alguien por detrás me habla y me giro...

Marta.- Tendrían unos cachorritos guapísimos ¿verdad?

M.- Hey, hola.... si, es muy bonita tu perra

Marta.- Ay, madre mía, ay madre.... no me lo puedo creer, ¡chicas!, ¡ Marc!, ay que me da...

M.- ¿Te pasa algo?.- dije con preocupación

Marta.- Ay madre, que sí que eres tu... me va a dar algo de verdad, ¿Mónica Carrillo?, ¡Mónica Carrillo!

M.- Si, soy yo, je, je, je...

Marta.- Y Camarón, el perro es Camarón.... me da el infarto aquí mismo...

V.- Hola, ten tu café Mónica, ten cuidado que me los han puesto ardiendo y mira que...

Marta.- ¡Ahora si que me muero aquí mismo!.- dije ya casi sin aliento

V.- No, por favor..- dije extrañada y mirando a Mónica que no podía parar de reírse

Marta.- Vanesa, Vanesa Martin, eres Vanesa Martin...

V.- Si, creo que soy si...¿Y tu?.- dije sonriendo con ternura

Marta.- Ay madre mía, esto es muy fuerte, esto es el destino o...

Olga.- Ella es Marta, voy a presentarla yo porque sino va a estar con el "Ay madre mía" hasta que nos vayamos, yo soy Olga, Marc y Eli y la perrita se llama Kira.