¿Y ahora qué? II

720 41 5
                                    


Para eso te quiero.

Para acariciar lento tus ganas,

ser tu compañero de almohadas

y degustar cada trocito de tu alma.

Para devorar tu sonrisa a besos,

para ser parte esencial de tu

mesura  y tus excesos,

para suturar tus grietas

con amor y esmero

y amar tu infierno

con todo mi cielo...

Para eso te quiero

Autor: Omar Concepción

Narra Vanesa

De nuevo junto a Mónica, desnudas bajo el edredón, que nos había visto tantas noches y madrugadas hacer el amor, soñar, dormir, reir y a veces también llorar.

V.-Duérmete

M.-Uhmmm, quiero esperar un poco, cuéntame cosas, me ha encantado el concierto, las nuevas canciones son...

V.-Son tú, mi tú...Mónica, como la tuya, ni te imaginas... igual...sé buscarme entre los versos

M.-Ya... ¿No tienes sueño?

V.-Quiero mirarte, me da paz hacerlo, me da paz estar a tu lado, te hecho mucho de menos, mucho...

M.- Vanesa, ¿Qué vamos a hacer?

V.-Te juro que no lo sé, quiero que estés bien, Mónica te mereces todo el amor que das, que te valoren, que te cuiden, que te hagan reir, que te digan cuánto te echan de menos, y que a tu lado la vida es maravillosa, créeme, te lo mereces, menos no y....

M.-Tú también mereces todo eso cariño

Mónica comenzó de nuevo a besarme, pero eran la dos de la mañana, en 6 horas sonaría el despertador, los ojos se le iban cerrando conforme me iba besando, le dí un último beso tierno y suave y ví como se quedaba dormida acurrucada formando un ovillo junto a mi.

Sólo podía mirarla y enamorarme más de ella, si es que eso era posible, ¿Y mañana?, no quise pensarlo mucho, quería disfrutar de ese momento, que suerte la mía de poder dormir de nuevo junto al amor de mi vida.

Narra Mónica

El despertador sonó, saqué la mano y como pude lo apagué, me costó centrarme un poco, mi cama estaba de nuevo ocupada por Vanesa, su última y única inquilina hasta el momento.

No quise despertarla, me giré y cuando me iba a levantar para ir al baño a darme una ducha rápida, el brazo de Vanesa me agarró y me tiró de nuevo a la cama boca arriba, provocando mi risa escandalosa.

V.-¿Dónde vas tan deprisa Carrillo?

M.-Je, je, una que tiene que levantar el pais, querida

V.-¿Sin besos para desayunar?

M.-Ayer nos besamos mucho

V.-Quiero más

M.-Insaciable

Tuvimos unos minutos de besos, cosquillas y arrumacos varios, hasta que ya me soltó y me fuí al baño. Cuando estaba ya fuera, Vanesa entró con una de mis camisetas puesta y en braguitas.

V.-Déjame secarte

M.-Vale, siempre te ha encantado secarme

V.-Si, es verdad, ten te he traído la ropa, ¿Es esta no?

Siempre, 7 veces si.Where stories live. Discover now