Dulce ..amargo (actualidad)

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"Me acuerdo mucho de aquellos días,

de cuando la vida era otra cosa." #microcuento

Narra Vanesa

Allí me planté en casa de Mónica, ahora mientras subía en el ascensor me estaba arrepintiendo de estar allí, pero en que cabeza cabía presentarme a las dos de la mañana en su casa, se habrá dado un susto de muerte al oir el timbre de casa.

Salí de la fiesta de Dulceida y al subirme al uber solté su dirección, no se porque todavía, pero allí estaba, me abrió la puerta antes de que tocara el timbre, estaba con uno de sus pijamas favoritos el negro y gris, con unicornios, llevaba unos calcetines creo que eran de loros o de koalas, un moño en lo alto de la cabeza y una cara de sueño de flipar.

Se hizo a un lado y me dejo entrar en casa, su casa, en la que tantas veces habíamos pasado los días y las noches, ví a Camarón en su camita durmiendo, y a Mónica mirándome adormilada pidiéndome algún tipo de explicación.

Podía estar increíblemente guapa con las pintas que llevaba, la verdad es que si, y mucho, muchísimo...y ahora...

M.-Vanesa...¿A qué has venido?

V.- A hacer algo que hace mucho tiempo que tenía que haber hecho

Avancé hacia ella pero la mala suerte se alió contra mi, enredé mi tacón en una de las muselinas del mono que caían desde mis hombros, al intentar sacarlo me tropecé, rasgué la muselina, tiré una taza de una mesa auxiliar despertando a Camarón que se puso a ladrar, Mónica intentó agarrarme pero lo único que consiguió fue llevarse un cabezazo por mi parte que hizo que su nariz comenzara a sangrar, yo aterricé en el suelo, con el perro dándome besos y Mónica buscando algo para taponar su nariz y no manchar mucho el salón.

V.- Lo siento, lo siento mucho, ¿Estás bien?

M.-Madre mía, ¡Qué cabezazo!, casi me partes la nariz, ayyyy

V.-Que desastre joder, lo siento de verdad, déjame ver anda

M.-Mira, ya está. ¿Tú estas bien?

V.-He roto el mono y tengo la rodilla inflamada pero nada más, pero tú, ¿Te duele?

M.-Bastante, me has dado fuerte

V.-Voy a por hielo, siéntate anda

Narra Mónica

Eran las dos de la mañana, Vanesa en mi casa, yo sangrando por la nariz, después de un tropezón de ella que hizo que al intentar evitar que se cayera al suelo, su cabeza fuera directa a la mía con tan mala suerte que chocó contra mi nariz.

Mi pijama favorito manchado de sangre, Vanesa buscando hielo para ponerme en la nariz y Camarón feliz de tenerla por allí, no paraba de seguirla por toda la casa.

V.- Ten póntelo, bajará un poco la inflamación

M.-Gracias

V.-Joder, soy un puto desastre

M.- Menudo cabezado, Vane, ¿Que pasa?

V.-No son horas, ya lo sé, después de llegar a tu portal me he arrepentido de venir pero no se, he cogido el uber y he dado esta dirección... esta noche me han hablado de ti, mucho, y muy bien y no se... yo...será mejor que me vaya

M.-Ya, tranquila, ya está, anda a cambiarte de ropa, coge algo cómodo, Mardy te va a matar, has desgarrado toda la muselina del mono

V.- Ya, con lo chulo que es

M.- Es precioso, estas muy guapa

V.-Gracias, tu también

M.-Si, claro, ahora sobre todo je, je.- dije mientras me recostaba en el sofá con el hielo envuelto en un trapo de cocina y este sobre mi cabeza.

Siempre, 7 veces si.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora