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—  Me encanta cómo siempre estás tan seguro de todo, creo que nunca vas a cambiar eso

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—  Me encanta cómo siempre estás tan seguro de todo, creo que nunca vas a cambiar eso. Debes ser la persona menos cobarde que existe — Augustine lo miró directamente a los ojos— Pero si piensas que me muero por besarte, entonces estás en lo correcto— la chica lo miró divertida y Eddie no esperaba realmente una respuesta como esa— Pero tú has querido jugar a dilatar esto.

El chico sintió algo dentro de él, y se vio tentado en tomar de la sudadera a la chica, así lo hizo, la tomó de ahí y la apegó hasta su cuerpo, la música podía oírse desde donde ellos estaban, y el chico se acercó a ella con la intención de besarla, pero Augustine le corrió la cara con una sonrisa victoriosa, no estaba al cien por ciento orgullosa de aquello, había rechazado a quien era el amor de su vida, porque así lo sentía ella. Eddie no se esperaba eso, él solía estar acostumbrado a los besos sin fracasos, a los besos deseados por ambos, pero lejos de enojarse, le sonrió a la chica. Augustine por su parte sabía que no podía simplemente llegar y besarse con él al primer día,no podía darle a entender que seguía siendo esa chica que vivía enamorada de él mientras debía soportarlo con su boca enredada en la lengua de otras chicas, que de seguro nunca lo entenderían de la forma en que ella lo hacía. 

Porque sí, Augustine siempre lo había entendido, y podría hallar los argumentos más rebuscados con tal de defenderlo, Eddie podría simplemente ser el criminal más buscado del mundo, y ella siempre encontraría un rincón para esconderlo. Augustine creía que era un amor idealizado, jamás podría ver algo en él que le molestara, y es que claro, era un estúpido, pero cuando estaban con Evan, ella debía actuar como si fuera un sketch de comedia, en que el ella cumplía el rol de la chica irritada que debía lidiar con su hermano y el mejor amigo de éste, cuando en verdad ella adoraba las veces en que Eddie tiraba bromas, o hablaba idioteces, amaba verlo tocar guitarra, esforzándose tanto en lograr solos. Sabía que Eddie podía ser ese amor de niñez, más no un amor que dure años, y por eso mismo no podía caer tan fácil ante él.

— Me gusta tu forma de pensar, me quieres besar pero simplemente no quieres darme el beso en el primer día— Eddie susurró en el oído.

— ¿Estás insinuando que sí o sí tú y yo juntaremos nuestros labios?— La chica le preguntó divertida y Eddie asintió.

— Y no sólo nuestros labios—Eddie prendió un cigarrillo con el mismo que fumaba la chica y la miró a los ojos. Augustine quedó roja como un tomate, nunca un chico había sido tan directo con ella, y es que se había acostumbrado a los deportistas de su universidad, hacía tres meses que había estado saliendo con un chico llamado David, era guapo, pero era autorreferente, buen chico, pero autorreferente, solía reprochar su forma de pensar y cuestionarla por todo, desde los libros que leía hasta la música que escuchaba, decía que la música clásica era lo mejor, y estimulaba el cerebro hacia el bien, un día después de hacerlo le pidió que se vistiera automáticamente porque le daba asco tener desnuda a otra persona a su lado, cuando no estaban simplemente cogiendo, y la chica quedó traumada frente a esa situación, al día siguiente simplemente le dijo que lo de ellos había acabado porque era un idiota, David quedó en shock tras el rápido quiebre. Ese era uno de los tantos ejemplos que Augustine tenía de malas experiencias con chicos, todos comenzaban con primeras impresiones rayando en la ternura y un amor de ensueño, pero conforme pasaba el tiempo, eran más de lo mismo. Eddie en cambio, venía con un letrero que decía ''PELIGRO, ÉSTE CHICO SÓLO TRAERÁ PROBLEMAS'' y por eso creía que quizás era mejor dejarlo como un amor platónico antes que autoaniquilarse al dejar que Eddie Munson pudiera meterse entre sus piernas, porque claro, Augustine creía incluso que Eddie era como ese simple deseo, Eddie fue esa figura que habitaba en su mente durante esos cambios hormonales, con quien siempre deseó tener esas primeras experiencias, el primer beso, la primera vez, incluso soportaba que fuera el primer chico en romperle el corazón, pero nada de eso pasó y todos esos eventos pasaron inadvertidos en su vida, su primer beso fue mediocre y su primera vez peor, con un chico que probablemente jamás volvió a coger en su vida.

— A veces eres un tonto simplemente— la chica pasó por su lado y él la siguió.

— ¿Y qué tal Billy?— preguntó Eddie, siendo gracioso— ¿Ya han quedado para una cita?— la chica puso sus ojos en blanco.

— Cuando dije que en Hawkins no hay realmente nada bueno, hablo en serio— la chica soltó irritada por la actitud de Eddie, pero en el fondo le encantaba que él prefiriera estar con ella antes que besándose con la desastrosa de Mindy Scott— No es que Billy sea feo ni nada por el estilo, se me hace sexy de hecho— La chica soltó al propio, sólo para ver qué le respondía Munson.

—Las chaquetas de cuero jamás se le verán mejor que a mí— Eddie le habló bajito, él sabía que Augustine creía eso. Ella le sonrió, y así era, Eddie sabía perfectamente lo que ella pensaba, es como si viviera en su cabeza de manera constante.

Llegaron hasta la casa, muchos ya se habían ido de ahí, era como una catástrofe, todo estaba en el piso, manchado de cerveza y otras cosas, probablemente sustancias ilícitas, Evan no estaba por ningún lado, había chicas durmiendo en los sillones, chicos también durmiendo. Eddie subió detrás de la chica, sin saber exactamente con qué se encontrarían. La chica abrió la puerta de la habitación de su hermano, y estaba durmiendo boca abajo, con un vaso en la mano, Steve estaba también en la cama, en estado de ebriedad absolutamente, pasaron al otro cuarto e incluso estaba Mindy Scott y Abigail Hanscom durmiendo ahí, no eran sus amigas, eran amigas de Steve probablemente, pero ella sólo las tragaba por eso.

— ¿Por qué me sigues?— preguntó la chica a Eddie.

— Busco donde dormir, están todos los lugares ocupados y creo que si no te molesta, podrías darme un espacio en tu cuarto— Eddie le hizo como una especie de puchero, a lo que Augustine no se pudo resistir. Abrieron la puerta del cuarto y Billy estaba ahí.

Hargrove esperaba a Augustine en la habitación con segundas intenciones, pero no contaba con que ella llegara en compañía de Eddie Munson. Eddie no pudo evitar sentir enojo, pues no concebía la idea de que un chico pudiera sobrepasarse con Augustine.

— ¿Te puedes largar?— Eddie habló de manera abrupta— Este es el cuarto de Augustine por si no te has dado cuenta.

— Oh claro, ya puedo entender...— Billy se paró de la cama y salió del cuarto, sin antes guiñarle un ojo a la chica— Un gusto verte, preciosa. Que sueñes lindo, espero Eddie vigile tu sueño—Salió del cuarto.

— Imbécil— soltó Eddie de manera inaudible para el chico. Augustine lo quedó mirando.

— Al parecer no te gusta que otros chicos siquiera me hablen— La chica lo miró divertido y entró al cuarto. Eddie no pasaba— ¿Te quedarás ahí parado?

—¿Me estás invitando a dormir contigo?— le arqueó una ceja a la chica. Augustine sintió algo realmente extraño dentro de ella.

— No te estoy invitando a dormir conmigo, sólo te invité a que pasaras— Ella le respondió divertida y cerró la puerta, quedando solos dentro del cuarto de Augustine.

— No te estoy invitando a dormir conmigo, sólo te invité a que pasaras— Ella le respondió divertida y cerró la puerta, quedando solos dentro del cuarto de Augustine

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Evermore  (Eddie Munson) TERMINADA ✔️ Where stories live. Discover now