Eddie estaba lejos de ser lo que Augustine White buscaba, se conocen de toda una vida y ella muere por él en secreto. Eddie se transforma en el demonio favorito de Augustine, y ella está dispuesta a arder en su infierno.
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— ¿Sí sabes que nunca más te irás de mi lado, verdad?— Eddie estaba sentado frente a él en una cafetería, había pedido un helado para su hermano. Había pasado ya una semana desde su llegada, y sentía que todo había mejorado considerablemente desde que estaba junto a Dave. Botó la hierba que tenía guardada, ese cajón del demonio ya no existía.
Salían en la tarde a jugar en el parque, incluso lo había acompañado a ver a Evan y dejarle flores, Eddie le explicó que su mejor amigo vivía en el cielo, y el pequeño comprendía que estaba muerto, eso en el fondo le generaba una especie de tristeza, pese a no tener recuerdos del chico.
Eddie y Augustine no se habían visto en todos esos días, la chica no sabía realmente qué pensar sobre Eddie, pero estaba clara en su postura de que ellos estaban mejor separados que juntos, tenía miedo de pedir que se vieran, tenía miedo de que Eddie siguiera incluso peor, se moría por verlo, se moría por estar a su lado, pero ¿Y sí Eddie seguía por ese camino?
Ese día fue a dejarle flores a su hermano, y ahí vio a Eddie, sintió algo en todo su cuerpo, necesitaba saber de él, Eddie se dio cuenta de que Augustine estaba en ese mismo lugar, le sonrió al verla caminar hacia ellos y ella se preguntaba por el chico ¿Era Dave? Tenía rasgos similares a Eddie, más rubio probablemente, pero tenía esos aires encantadores que Munson tenía a esa edad.
Recordaba cuando tenían 10, e incluso en esos años Eddie se le hacía un chico lindo, había hecho un dibujo de él con una pelota de básquetbol, lo dibujó así porque una vez lo vio jugando en la calle con la pelota, siempre tuvo tendencia a los rizos, pero generalmente usaba su cabello casi rapado.
— Augustine...— Eddie se paró frente a ella—¿Qué tal?— le sonrió nervioso y tomó los hombros de su hermano. La chica de inmediato miró a Dave.
— Es Dave...—llevó sus manos a su boca y sólo atinó a abrazarlo—Dios santo ¿Qué hace acá? ¿En qué momento ha llegado?
—Pues sólo llegó— Eddie sonrió—Pero es definitivo...él se queda conmigo—sonrió—Asumo ser padre a los veintiuno—soltó con un brillo especial en sus ojos, le dedicó su su hilera perfecta de dientes—No sabes lo feliz que me hace estar con él.
— Me alegro mucho que estés con tu hermano—La chica sonrió—En serio me alegra saber que ha llegado nuevamente a tu vida, sé que te hace falta estar con él.
—Sé que mi vida cambiará con él— El chico sonrió, Dave sólo miraba con sus grandes ojos— Augustine creía que Eddie se veía realmente bien con los niños, aunque ella no contemplaba tener hijos, ni con Eddie ni con ningún chico, pero vaya qué lindo se veía Eddie con un mini clon.
— ¿Te veré para navidad?— Preguntó Eddie.
— Pues la pasaré donde mis tíos, en el campo de ellos— soltó la chica mirando hacia el piso, sabía que Eddie había preguntado eso con el propósito de verla nuevamente, pero ya no había chances. Eddie soñaba con recuperarla, no iba a dejar ese amor que tenían de forma tan fácil y ya, y eso no tardaría simplemente un par de meses, podría costar un par de meses más.
