Evermore (Eddie Munson) TERMINADA ✔️

10

Eddie estacionó el carro en un desvío de la carretera, Augustine iba con culpa, si su padre supiera lo que estaba haciendo, probablemente no le hubiera dejado salir, pero él confiaba plenamente en Eddie, y en esa relación fraternal que entre ambos existía. 

Estaban en silencio, Eddie usaba una chaqueta de cuero y una playera de Iron Maiden, a juicio de la chica, Eddie se veía perfecto de esa forma, las manos del chico se posaron en el muslo izquierdo de Augustine , ella estaba nerviosa, pero no en el mal sentido, sino que era demasiado toda esa situación.

— ¿Estás bien?—  preguntó Eddie. Sabía que Augustine estaba más que nerviosa — Por cierto, luces hermosa esta noche.

— Oh, gracias—  La chica tragó saliva—  Tú también te ves genial—Ella lo miró y posó su mano sobre la de él— Eddie entrelazó los dedos de ambos. Aquello confundía tanto a Augustine, y es que sabía que Eddie sólo coqueteaba con ella porque entre ambos había una gran tensión sexual, pero ella, soñaba con vivir eso desde hace años atrás y el crush que tenía con él, era de seguro más que el que tenía él con ella.

Ambos se miraron a los ojos, Augustine se acercó a Eddie y acortó esa distancia que había entre ambos, lo besó y a los segundos se acomodó sobre su regazo, Eddie corrió el asiento hacia atrás y ella se acomodó sobre él, su vestido se subió levemente y a ella parecía no importarle.

—  No tengo idea de cómo llegamos a esta mierda—  soltó Augustine mientras Eddie la besaba.

—  Supongo que desde que nos vimos ese día sabíamos que pasaría—  Eddie habló jugueteando con el botón de su vestido floreado, él la miró como si fuera un pequeño—  ¿Puedo?—  preguntó, refiriéndose a si podía abrir el primer botón de su vestido , ella asintió mientras se acomodaba sobre él.

En su cabeza tenía una lucha constante sobre qué era realmente correcto, Augustine era totalmente consciente sobre esa especie de romance que tenía con Eddie, y que ella era probablemente quien lo sentía todo, sabía que Eddie no era de esas cosas, y aún así estaba dispuesta a correr el riesgo. Coger no siempre implica amor, y aunque le encantaría acostarse con él y después abrazarse toda la noche, se aferraba a lo que Eddie podía entregarle, tampoco él le estaba jurando amor verdadero, o el más mínimo sentimiento.

Eddie terminó de abrir los otros botones y comenzó a juguetear con los pechos desnudos de Augustine, ella no llevaba sujetador,  y es que en sus pensamientos más internos, más profundos, casi del infierno, cuando le dijeron que Eddie pasaría por ella, supo que esa noche podía facilitarle el trabajo.

—  Veo que has pensado en mí—  Eddie soltó mientras contemplaba a la chica — Me imagino que el vestido también es para facilitar el trabajo—  La melena color miel de Augustine chocó en la frente de Eddie, mientras él la levantó para poder desabrochar su cinturón y poder acomodarla bien encima de él. Munson manejaba a la perfección el vaivén de sus caderas, y ella sólo podía cerrar sus ojos, sin poder aguantar los gemidos, los labios de la chica estaban apegados en la frente sudada de Eddie, era por lejos la mejor experiencia sexual que en su vida había tenido con un chico, y un sentimiento de envidia la invadió al imaginar sobre quien sería la afortunada de vivirlo para siempre.

Eddie atrapó sus labios con sus dientes y escondió su rostro en el cuello de la chica, cuando terminaron besó sus labios, que estaban ya hinchados y después su frente.

— Eso ha estado bueno...—  suspiró y pegó una risita, Augustine acomodó su ropa y se sentó en el asiento que le correspondía, terminó de abotonar su vestido y se puso su chaqueta, volvió a repasar sus labios y limpió los rastros color rosa en el cuello de Eddie—  Gracias, dijo él—  Mirándola a los ojos, nunca una chica había sido así de linda con él.

—  Eddie...—  soltó Augustine, antes de que de Eddie echara a andar el carro.

—  Sí...— Él esperaba lo que ella estaba a punto de decir—  ¿Está todo bien?

—  Pues...sólo quería decirte que, no te preocupes por lo que acaba de pasar. Somos grandes y sé que esto no nos ata de ninguna forma—  La chica suspiró, odiaba esa realidad, pero nadie le había puesto una pistola en la cabeza para enredarse con él— Nosotros somos más que esto, nos conocemos hace años, somos como ... suena asqueroso decir familia, pero...no eres cualquier amigo de Evan—  Ella intentaba tapar aquello que le dolía, con ese discurso que le generaba una falsa tranquilidad—  Y, no quiero que pienses que por coger yo pienso que nosotros somos algo más, porque la verdad es que sé que tú no quieres nada con nadie y yo....—  Ella lo quería todo con Eddie—  Yo tampoco.

Eddie sonreía al verla hablar, encontraba tan dulce que se enredara sola en esas excusas con ciertos toques de culpabilidad, que no debía sentir.

—  Oye—  Eddie tomó su mano y la miró directamente a los ojos—  No te preocupes, las cosas no cambiarán entre nosotros...—  Eddie besó su mano—  Siempre has sido importante para mí, y esto que ha pasado, sólo sucedió y supongo que es normal que a veces podamos confundir las cosas— Ella lo observaba con sus ojos marrones y grandes— No soy de tomarme las cosas a pecho, sé que eres una chica libre, y si el día de mañana llegas con un chico que dices que es tu novio, créeme que lo voy a respetar. Esto será nuestro secreto y...

—  Yo digo lo mismo si es que quieres tener novia—  Augustine habló apenas, odiaba pensar en eso. Eddie rio y acomodó el broche que la chica llevaba en su cabello.

—  Es más probable que tú encuentres novio, a que yo encuentre novia—  Eddie la miraba con ternura—  Pero entiendo tu punto, y me parece genial que seamos maduros para poder afrontar todo esto porque, no podemos tirar por la borda todo lo que tenemos sólo por coger una noche—  Augustine lo miró con cierto dolor, pero estaba tranquila con ese trato. Si estaba bien para él, estaba bien para ella.

— Lo que menos quiero es un novio—  soltó la chica entre risas—  Pero claro, son sólo cosas que pasan, quizás tú te sientes solo y yo sola, pero eventualmente seguiremos con nuestras vidas y nuestra relación seguirá igual que siempre, eres el mejor amigo de mi hermano, se supone que deben sacarme de quicio y yo debo vivir malhumorada con los dos—  Augustine hablaba intentando creer todo lo que le decía.

—  Claro, tienes toda la razón—  Eddie suspiró— Entonces todo está bien—  Eddie ya estaba mirándola —  Incluso puedes pedirme opiniones de chicos, soy buen consejero.

—  Claro, tú también puedes pedirme ayuda con chicas, yo puedo ayudarte igual. No tengas miedo, sólo pregunta—  Ella le sonrió forzadamente.

— Creo que esto ha reforzado nuestra amistad—  Eddie habló convenciéndose de que aquello había sido normal, pero cuando la volvió a ver detenidamente, sintió la necesidad de volver a besarla— ¿Puedo pedirte nuevamente un beso?—  soltó sin una pizca de gracia y Augustine lo tomó del cuello de su chaqueta y estampó sus labios en los de Eddie.

—   A estas alturas, no debes pedirme los besos—  Ella habló entre los labios del chico— Sólo puedes robarlos cuando quieras.