Eddie estaba lejos de ser lo que Augustine White buscaba, se conocen de toda una vida y ella muere por él en secreto. Eddie se transforma en el demonio favorito de Augustine, y ella está dispuesta a arder en su infierno.
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Eddie se llevaba en el coche a Chloe y a Augustine, había un silencio incómodo, pues ellas dos no se conocían, Eddie jamás le había hablado de ella y en parte era porque no eran amigos desde hace mucho, pero la chica en cuestión era amiga de Peter y por eso pasaban todas las clases juntos.
— Nos la hemos pasado genial el otro día— soltó Chloe— No creí que hacías esas cosas— soltó divertida— Chloe era linda, Augustine lo sabía, y no sentía celos precisamente porque la chica era guapa, sino porque se sentía estúpida, le costaba tanto dar un paso adelante con Eddie, solía torturarse con que lo tenían todo, pero de la nada, miles de obstáculos se ponían entre ellos, y ahora deseaba con toda su alma que volvieran a ser lo que eran, pero una parte muy interna de ella, pensaba en que a Eddie le había gustado esa vida de libertad que vivían, donde lo pasaban bien en la cama, porque sí, se llevaban más que bien ahí, y eran amigos, era su deseo de niñez, y lo amaba, pero había pasado ya un buen tiempo desde que una serie de hechos lamentables, los estaban separando. Sobrepensaba sobre esa amistad de Eddie con esa chica.
Eddie miró a Augustine.
— Pues...— miró a la chica y después a Chloe— Ha sido sólo una tontera, había bebido un poco de más— Augustine miraba a Eddie.
— Tiene que repetirse, puedes invitar a tu amiga—Soltó Chloe, con sus rasgos asiáticos, perfectos.
—¿Y dónde han ido?— preguntó un poco extraña, en el fondo sabía que no podía llegar y celar a Eddie como si nada.
— Pues hemos salido a bailar, con Peter obviamente— Chloe respondió antes que Eddie. Augustine recordaba todas esas fiestas entre amigos, donde ella tomaba sus manos, intentaba pararlo de la silla, y él se excusaba con que un metalero real no podía bailar esta jodida música de moda, y Augustine le sonreía, pero tomaba sus manos y le bailaba sólo a él, después se sentaba en sus piernas, le preguntaba si es que quería otra cerveza, Eddie le sonreía y le asentía y le daba un beso fugaz en los labios. Augustine recordaba eso, su Eddie no bailaba.
— Creí que los metaleros no bailaban— Augustine le habló al chico y Eddie la miró de reojo.
— Sólo bebí de sobra— Eddie respondió serio, sabía que esas palabras podían haberla incomodado. Chloe podía sentir esa tensión, a ella le gustaba Eddie, pero no le disgustaba Augustine, aunque le gustaba ese juego de dar a entender sobre lo bien que se la pasaban— Sigo odiando bailar— soltó.
— Generalmente era yo quien te bailaba — Augustine habló, lo miraba con una sonrisa—Extraño estar con los chicos— sentenció.
Chloe no entendía muy bien qué tipo de relación tenían, sospechaba que podían ser amigos y un poco más.
— ¿Y no tienes más amigos que esos?—Preguntó Chloe a Augustine, refiriéndose a los de la universidad.
— Pues en Hawkins, y los de acá...son sólo esos—la chica respondió con amabilidad.
