16

940 114 17
                                    

—¿Estás por ahÍ Augustine? — Evan le estaba hablando a las tres de la mañana, ella ya estaba acostada en su cama, le llamaba la atención que su hermano llegara donde ella a esa hora

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Estás por ahÍ Augustine? — Evan le estaba hablando a las tres de la mañana, ella ya estaba acostada en su cama, le llamaba la atención que su hermano llegara donde ella a esa hora.

—Pues me has despertado— soltó la chica, pero no podía fastidiarse con su hermano por algo tan idiota como eso. Se levantó y caminó hasta la puerta y él pasó, tenía sus ojos hinchados, y sólo atinó a abrazarla, cayendo de rodillas frente a ella, abrazando sus piernas largas y flacas— ¿Evan? — Ella se agachó para ver su semblante, se veía realmente acabado, ellos siempre habían tenido una conexión especial, y es que a veces ella podía saber las cosas que él iba a decir, o sabía cómo podía terminar una frase, tenían exactamente los mismos ojos y ella sabía cuando algo le sucedía— Tomó su rostro, como si fuera un bebé regordete, y miró de inmediato a sus ojos que estaban negros, sus pupilas estaban dilatadas y él parecía incluso tener miedo.

—Mamá me ha venido a ver— se apegó a ella—Mamá apareció en mi puerta, tenía gusanos en los ojos—soltó el chico aterrado— Mamá está muerta Augustine, pero sigue en casa.

Ella tragó saliva, sabía que aquello era imposible, y también sabía que su hermano estaba drogado, era cosa de ver sus ojos, nunca antes habían estado tan oscuros como esa noche y ella sentía tanto miedo por él, no sabía realmente qué se estaba metiendo, y quizá era buena idea estar más pendiente de él y no dejarlo a su suerte.

—Estás drogado— la chica lo miró a los ojos— Sólo ven y acuéstate— la chica lo llevó hasta su cama y lo tapó bajo su cobertor color rosa, ella se tumbó a su lado y lo abrazó, así dormían cuando niños. No quiso entrar a pedir explicaciones en ese estado, pero sería una conversación para el día siguiente. Evan temblaba a su lado, y ella sentía tanta pena de verlo así. Augustine sospechaba que su hermano podía estar consumiendo drogas, en su momento más crítico el chico consumía antidepresivos, pero con el tiempo eso no fue suficiente y buscó consuelo en otras sustancias, pero él jamás iba a confesar que aquello podía ser incluso una adicción.

James no encontró a Evan en la mañana en su cuarto, caminó hasta la habitación de Augustine y los vio durmiendo juntos como cuando eran dos niños, siempre habían tenido la costumbre de dormir de espaldas, pero con los pies enredados. Hacía un buen par de años, Eddie los vio durmiendo así en la mañana e hizo una trenza mezclando ambas cabelleras y cuando se despertaron casi se desgarran esa parte del cuero cabelludo, Augustine quiso golpearlo, por mucho que éste fuera el chico de sus sueños.

James sonrió al encontrarlos así, tan indefensos juntos, amaba que sus hijos fueran así, a pesar de las peleas por cosas obvias, y le hubiera gustado que Evan tuviera la misma madurez que su hermana, pero también sabía que todos tenía un ritmo distinto y que probablemente en algún momento de su vida, Evan White sería alguien realmente importante.

...

Ya estaban en la tienda, Augustine no le había comentado nada de la noche anterior, y Evan simplemente se hacía el tonto, como si no fuera consciente de que su hermana lo conocía al revés y al derecho. Eddie llegó a la tienda, y Evan le había pedido que fuera por unos paquetes, después de la noche anterior Augustine no dejaba de pensar a lo que habían llegado. Él le sonrió a su amigo.

—Traje lo que me has encargado—Evan y Augustine estaban detrás de la caja. Ese día Eddie estaba ridículamente atractivo a juicio de la chica, vestía sólo de negro y él parecía saberlo, a veces Augustine creía que todo estaba en su imaginación y que ella se inventaba esos pensamientos de Eddie sobre saber absolutamente todo, no quería que así fuera, pero al parecer él sí lo sabía. Pasó por detrás de la caja, y las cosas entre ellos no habían quedado del todo bien, habían tenido un intercambio de palabras, probablemente Eddie Munson nunca iba a lograr comprender su mente y por esas cosas así es que ella era consciente de que ellos nunca podrían ser una pareja así de tierna y linda como Kit y Peter, pensó en ellos como ejemplo. Cuando pasó por su lado, Eddie acarició su mano sin que nadie pudiera notarlo, Evan estaba coqueteando con una chica, probablemente Jane Campbell no estaría del todo feliz de saber eso, pero Augustine creía que incluso la relación de ellos era similar a la de ella con Eddie Munson, pues él y su hermano eran sacados de un mismo molde, con la diferencia es que Evan estaba como desteñido por el sol, en cambio Eddie era la impresión más hermosa de la tierra.

Ella sintió el tacto de Eddie en sus dedos y ella se vio tentada a responder con otra caricia, y así lo hizo, pues si Eddie se tomaba esas atribuciones, ella simplemente podía responder a su antojo y estaba bien, pero se sorprendió cuando sintió las manos de Eddie en su muslo, ese día usaba unos jeans holgados y una blusa color rosa , Eddie pensaba que se veía angelical y que además Augustine no tenía un estilo establecido, un día parecía salida de un concierto de Black Sabbath y al otro día parecía que salía de uno de Madonna, incluso esa noche en su cama, desnuda entre sus sábanas, parecía una Hippie en un concierto de los Beatles en su etapa más psicodélica.

La chica miró de inmediato a Evan, necesitaba corroborar de que no se diera cuenta de esas caricias.

—Augustine... ¿Por qué no llevas a Eddie a la bodega a buscar unas cajas? Están pesadas y necesitamos reponer—Augustine resopló, aquello era incómodo, pero otra parte de ella quería estar a solas con él y agarrarlo a besos en ese mismo lugar.

Eddie caminó tras ella, hasta llegar a la bodega de la tienda, había cajas llenas de vinilos, Augustine actuaba como si las cosas fueran normales, como si no llevara dos noches seguidas cogiendo con Eddie.

—Te queda lindo el rosa—Eddie soltó apoyado en la pared y ella intentó evitarlo. Él sonrió.

—Gracias— soltó la chica.

—¿No dirás que me queda bien el negro? — Eddie susurró en su oído, se puso detrás de ella y mordió el lóbulo de su oreja. Si Eddie seguía en esa línea, ella se convertiría en una cascada, y no era cómodo quedar así cuando no podía terminar las cosas.

—Ve a dejar los vinilos al último estante, el que está mano izquierda—Augustine intentaba pensar en cualquier cosa para que las palabras de Eddie no la hicieran perder el control, porque eso hacía Eddie, la desestabilizaba.

—Me gusta cuando mandas— Eddie volvió a susurrar y con sus manos grandes la volteó para quedar frente a él, el corazón de Augustine comenzó a latir, amaba tenerlo así de cerca, verlo con sus tatuajes y sus anillos, era caótico en el buen sentido, y sus labios definidos gritaban que  los moridera a su antojo, así como él mordía algunas partes de su cuerpo. Ella puso sus manos contra el pecho de Eddie.

—Evan puede venir— tragó saliva antes de hablar, estaba nerviosa, sabía que sólo Eddie podía lograr algo así en ella.

—Evan sólo está coqueteando con esa chica de la caja—soltó Eddie— Yo creo que un beso no nos quitará más de cinco segundos— él le sonrió y ella lo tomó de la polera para estampar sus labios en los de él, Eddie puso sus manos en su cintura y la apegó a él, ella podía sentir el calor de su cuerpo a través de su tela delgada.

—¿Qué haces esta noche? —preguntó Augustine en medio del beso.

—¿Me vas a necesitar? —preguntó Eddie, con una sonrisa dibujada en su rostro.

—Sólo di sí tienes planes—Habló fastidiada y Eddie dio un beso corto en sus labios.

—Soy todo tuyo—sentenció y pasó su lengua por sus labios—Puedes ordenarme lo que sea.

—Soy todo tuyo—sentenció y pasó su lengua por sus labios—Puedes ordenarme lo que sea

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Evermore  (Eddie Munson) TERMINADA ✔️ Where stories live. Discover now