Evermore (Eddie Munson) TERMINADA ✔️

50

Augustine llegó a llorar en esa fría cama donde solía dormir sola.

Eddie quedó solo en su cuarto.

Pasaron días y días  desde ese quiebre , la peor parte era que Augustine tenía a Eddie como su confidente, como apoyo fundamental, y en la universidad no tenía a nadie, no tenía una buena amiga a quien llorarle las penas de su corazón. Las primeras noches lloraba hasta quedar dormida.

Pero conforme pasaban las semanas , logró pararse de ese hoyo que cada vez se hacía más y más profundo, había ido un par de veces a visitar a su padre, pensaba en Eddie en todo momento, sabía que seguía igual de enamorada que antes. Se preguntaba por él, a veces lo veía con su grupo de amigos de la universidad, y él la miraba de reojo, no se acercaba más porque sabía que la chica no quería tener contacto con él, aunque por dentro se moría. Siempre pensaba en hablarle, pero algo de orgullo le quedaba

Chloe seguía merodeando el grupo de amigos de Eddie, y seguía por él además, aquello era incómodo, pero Peter siempre salía con que la chica tenía problemas psicológicos severos, que era muy inestable y que si Eddie era cruel con ella, quizá podía tener alguna crisis o algo por el estilo,  si él la alejaba o si la rechazaba de manera tajante,  ella podría quedar mal. Eddie resoplaba , sólo lo soportaba.

Desde esa noche en que terminó con ella, dormir era un calvario para él, cerraba sus ojos y sentía las manos de Augustine en su cuerpo, extrañaba sus risas, sus ojos, su cabello, sus boca, despertaba a mitad de la noche, sudado, pensando en ella y en el terrible error que había cometido al dejarla ir.

Se sentía patético, estaba completamente enamorado de Augustine White, razón por la cual ni tenía tiempo de divertirse con otras, él pensaba todas las noches en ella, y cuando despertaba de sus sueños más salvajes, sólo recurría a la soledad de encerrarse en el baño a pensar en todas las veces que se estaban juntos, cuando él sentía su cuerpo y cerraban sus ojos para decirse cosas al oído. Salía del baño con sus energías drenadas y se tiraba a la cama con sus ojos cerrados, extrañaba sus besos cuando ella se recostaba a su lado, pero se sentía tan imbécil por lo que le había dicho ese día, que ir a buscarla desesperadamente no iba a servir de nada. De seguro Augustine lo odiaba, y no quería verlo, eso pensaba él, cuando la realidad era que ella despertaba todos los días con la esperanza de verlo llegar nuevamente.

Eddie había olvidado que la fuerte de la relación era Augustine, y que probablemente, él necesitaba estar cerca de ella para poder funcionar de manera correcta, no había noche en que su cabeza no se viera inundada de todos esos recuerdos que lo hacían querer morir, a veces se preguntaba si es que sería muy tonto ir simplemente a buscarla, y decirle todo lo que sentía, que había sido un completo imbécil, que era él quien no podía vivir sin ella, que era el amor de su  vida y que quería estar con ella para siempre. No sabía realmente qué pasaba por su cabeza cuando le dijo tal imbecilidad, quizás tenía miedo de querer estar sólo con ella, de darse cuenta que todo su mundo giraba en torno a Augustine y que sin ella la vida no tenía sentido.

Esa noche pensaba en todo eso, Peter y Chloe se habían juntado a tocar guitarra, Eddie no había participado ese día, se encerró en su cuarto, pensó en la chica, y en las ganas descomunales que tenía de ir a buscarla y quedarse con ella de manera eterna.

Estaba dormido, en un sueño profundo, los sueños eran el único lugar donde podía volver a amarse con la chica , de pronto sintió un peso a su lado, y él sólo atinó a sonreír y decir: Augustine, has vuelto—Soltó entre sueños.

Una mano se posó en su entrepierna, eran heladas, sintió un susurro en su oído, pero lejos de ser la voz de su chica, era la de Chloe. Eddie se despertó de golpe y se encontró con el rostro de la otra chica, quien le sonreía.

— ¿Qué haces acá?— preguntó. Nervioso y exaltado, pues no contaba con despertar al lado de la chica.

— Quiero hacerte feliz, Eddie. Estás tan solo y yo también...— Se acercó a él y él quedó quieto, sin saber qué demonios hacer ni cómo reaccionar— Quiéreme Eddie, aunque sólo sea esta noche—La chica comenzó a desabrochar su blusa dejando al descubierto su sujetador, el chico la quedó mirando con sus ojos abiertos, su corazón latía. Se paró de la cama de golpe, y ella quedó mirándolo sin entender qué pasaba.

— Vete de acá Chloe...—Eddie se tapó los ojos para evitar verla en sujetador simplemente— Esto es una locura, yo no quiero estar contigo—Eddie suspiró— Yo no te quiero Chloe, no pienso acostarme contigo.

— Es porque sigues pensando en esa perra— soltó molesta la chica,  abrochando los botones de su blusa— ¿Qué mierda te ha hecho para que sigas pensando en ella? Creí que la habías dejado, creí que ya no sentías lo mismo por ella.

— Mierda Chloe, yo, yo nunca quise confundirte o darte indicios de que algo podía pasar entre nosotros, nunca te dije siquiera que...podrías gustarme— Eddie soltaba un poco molesto, no le había gustado el abuso de confianza por parte de la chica— Amo a Augustine, y si la dejé fue porque estaba confundido, porque no estaba seguro de lo que quería, pero...la amo, y ahora estoy tan arrepentido de todo, ella es la única chica que he amado y espero que eso te quede claro, conmigo no tienes oportunidad, Chloe y no quiero que vuelvas a entrar a mi cuarto, y quiero que me devuelvas la playera que te presté el otro día, porque...nosotros no somos ni amigos— El chico la miró molesto y la tomó del brazo, sin fuerza, sin se bruto, pero marcando esa distancia que Chloe Park merecía. La condujo hasta la puerta de su cuarto, asumía que Peter estaba durmiendo, la dejó afuera de su habitación.

— Haré como que no recuerdo esto que ha pasado, no le diré a nadie, pero sólo mantente alejada de mí— Eddie soltó mirándola a los ojos y le cerró la puerta en la cara. Entró a su cuarto y sentó en la orilla de su cama, tomó un vaso con agua, prendió un cigarrillo y salió a fumar por la ventana.

Sabía que Augustine estaba por ahí, pero era una ciudad más grande que Hawkins, y no era tan fácil llegar e ir por ella. ¿Y si Augustine tenía a otro chico? Aquello era un escenario terrible, pero del cual no tenía derecho a reclamos, ese era el precio que podía pagar, y sabía que Augustine ya no era la chica que solía saltar a sus brazos cuando él simplemente le sonreía. Debía ser responsable de sus actos.

Mientras tanto, Augustine se levantó en medio de la noche, era otra más de insomnio, de preguntarse qué pasaría en el futuro con ella, estaba sola en su cama, preguntándose qué sería de Eddie, ¿Estaría con otra chica? Augustine pensaba de que quizá Eddie tenía sentimientos por Chloe, y eso le hacía tanto daño, porque ella estaba sola en la cama, acostada en posición fetal, pensando en qué sería de ella ahora, y no sólo por la ausencia de Eddie, sino por la presencia de éste en su vida  al mismo tiempo.

Pensaba en que quizá debía buscarlo y hablar con él, pero a la vez, no quería lastimarse más.