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Después de acostarse por primera vez, pensaron en que quizá nunca más sucedería, pero entre ellos dos la dinámica era así, bastante espontánea, sabían que como pareja no valía la pena algún tipo de planificación, Eddie tomaba todo a la ligera y  A...

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Después de acostarse por primera vez, pensaron en que quizá nunca más sucedería, pero entre ellos dos la dinámica era así, bastante espontánea, sabían que como pareja no valía la pena algún tipo de planificación, Eddie tomaba todo a la ligera y  Augustine era olvidadiza , ni entendía cómo es que no había reprobado ninguna materia, eso sí, anatomía fue un infierno para ella.

Eddie posó sus manos en su cintura nuevamente, siempre lo hacía, rozaba sus dedos con su piel y ella sólo podía sentir su lengua dentro de su boca, Augustine sabía que podría terminar maldiciendo su nombre, o llorando abrazada a su almohada, pero se  escudaba en sus veinte años, y que la vida sólo era una y que Eddie era de las cosas que más deseaba. 

En sus muñecas usaba una delgada pulsera de plata, con unos dijes de estrellas y corazones, aquella se había pasado a enredar en el botón del pantalón de Eddie, hasta que logró desabotonarlo, Eddie largó una risita.

— ¿Podemos desnudarnos?— preguntó el chico y ella lo miró directamente a los ojos.

— Estás loco, tu tío puede llegar— soltó la chica.

— ¿Entonces qué hacías con tus manos en mi pantalón?— Él preguntó gracioso y ella se sonrojó.

— Pues...no sé— Se acomodó en la cama , Eddie tomó su muñeca y la apegó a él, tomó su cuello con fuerza, pero no una fuerza bruta, sino una fuerza casi romántica.

— Quiero que sigas, Wayne llegará pasado las diez—Eddie susurró justo en sus labios. Augustine se despojó de su hoodie rojo, quedó en el piso de la habitación del chico, se puso de rodillas frente a él y Eddie comenzó a jalar de su cabello que apenas podía reunir en su palma, Augustine nunca en su vida había hecho algo así, pero sabía que con él las cosas eran distintas, nació precisamente de ella el querer verlo entregado a ella, porque sí, ella lo tenía vulnerable, y era una vista maravillosa aquella, donde sólo podía ver su mitad superior, veía cómo sus ojos se cerraban cuando ella buscaba ritmos nuevos y le gustaba escucharlo decir— Mierda, Augustine, sigue así.

— Mierda, Augustine— Eddie hablaba con sus ojos cerrados— Dios.

La chica se paró frente a él y él la tomó de las manos, la atrajo de golpe hacia él , se posicionó sobre ella y se deshizo de los shorts de mezclilla que usaba, la playera de Megadeth cubría su ropa interior negra, él acomodó sus piernas a ambos lados de su cintura.  Sus manos estaban por debajo de su sujetador y podía acariciar su cuerpo sin problema alguno. Ella no hablaba mucho, sólo se dejaba tocar por él, hasta que Eddie rompió el silencio entre ambos.

— Me vas a hacer enloquecer— soltó Eddie una vez que la tenía sólo en ropa interior frente a él. A Eddie le gustaba eso que tenía con Augustine, porque era algo sólo entre los dos, no habían terceras personas, ella era una chica reservada y madura, no le contaría a nadie las cosas que ellos hacían, no tenía con quien opinar de cómo era él en la cama y menos menos opinaría sobre el desempeño de la chica, muchas veces tuvo que escuchar comentarios buenos y malos sobre él, comentarios provenientes de los vestidores femeninos de la escuela, y no sólo a él le pasaba, a otros chicos igual. Se sentía en confianza incluso de soltar alguna palabrería un tanto tierna, y no sólo decir cosas pervertidas para calentar más a la chica en cuestión, por eso es que lo sentía tan especial con ella, nadie se metía en sus sábanas, y sólo ellos podían recordar o hacer comentarios sobre el pre y el post. Incluso llorar se le hacía más cómodo a su lado, sabía que Augustine no iría por la vida diciendo que antes de coger, Eddie ha llorado en su regazo.

Evermore  (Eddie Munson) TERMINADA ✔️ Where stories live. Discover now