Eddie estaba lejos de ser lo que Augustine White buscaba, se conocen de toda una vida y ella muere por él en secreto. Eddie se transforma en el demonio favorito de Augustine, y ella está dispuesta a arder en su infierno.
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— ¿Sabes que no está bien esto que hacemos?— soltó ella entre medio del beso. Eddie tocaba la piel de su espalda y soltó una risita inocente.
— ¿Por qué dices eso?— Eddie habló divertido — A mi me gusta y a ti también, nos abrazamos, Nos damos besos, nos la pasamos genial.
— ¿No crees que es cruel lo que nos hacemos?— Augustine soltó con sus ojos brillosos, sentía que mientras más tiempo pasaba junto a Eddie, menos le costaba expresar todo eso que sentía, y que se le haría más complicado disimular sus celos, no sabía cómo lo haría para aguantar un mes con su amiga en casa, no podía simplemente evitar las visitas del chico en casa y por otro lado, confesar ese romance no era tan fácil, su amiga era deslenguada, y era obvio que terminaría soltando uno que otro detalle con su padre o con su hermano , y no quería que se enteraran de aquello, no mientras sólo sea una relación sin etiquetas.
— No podemos ser siempre moralmente superiores al resto— Eddie acarició su mentón— No puedes ser una chica perfecta, si te sientes bien conmigo, entonces no puedes luchar contra eso.
— ¿Por qué siempre intentas generar batallas en mi cabeza?— Augustine lo miró a los ojos— ¿Por qué siempre me haces poner en duda todo lo que pienso? No es sano, no me parece justo que me sienta celosa cuando una chica te mira , si no puedo reclamarte nada— Augustine confesó y a los segundos se arrepintió— Yo no sé si te sentirías celoso si es que algún chico intentara ligar conmigo. No quiero sufrir más de lo que debería— Eddie sintió algo amargo, se sentía mal por todo lo que generaba en Augustine, aunque le gustaba por otro lado de que los sentimientos sean mutuos— Te quiero Eddie, pero esto se me hace tan complicado de llevar si es que no eres claro. No sé si seguir o simplemente terminar con todo esto— el chico tomó su barbilla y la besó nuevamente.
— Sólo deja que esto siga, sólo somos nosotros, tenemos nuestro propio mundo. ¿Acaso quieres terminar con esTo?— Eddie susurró en su oído— Porque yo no, y no te preocupes por las otras chicas, sólo tú eres a quien quiero besar. No necesito otros labios, con los tuyos tengo de sobra.— Eddie la miró a los ojos— Me gustas y yo sé que te gusto.
Augustine tragó saliva, Eddie seguía sin ser claro, pero le bastaba con eso, le bastaban esas respuestas básicas de un chico confundido e inestable para aceptar irse con él después a la cama.
Pasaron a la casa de los Munson, Augustine saludó a Wayne y habló con él mientras Eddie pasaba a buscar lo que prometió, y también pasó por otras cosas que sabía necesitaría más tarde. Eddie salió de su cuarto y Augustine se despidió del hombre.
— ¿Vuelves a casa?— preguntó su tío.
— Pues— miró a Augustine— Sí, pero no me esperes despierto— Eddie le sonrió— Te quiero Wayne, nos vemos.
...
Llegaron nuevamente a la casa de Steve, todos estaban esperándolos, y la primera que corrió a encontrarlos fue Marianne. Se paró al lado de Eddie y jugueteó con su cabello largo, Eddie miró a Augustine de reojo.
