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Tras la visita de Billy Hargrove había quedado pensativo, pues no tenía el dinero suficiente como para pagarle lo de Evan, y además no quería que le dijera algo a Augustine, estaba parado viendo a través de la ventana, el clima estaba húmedo por l...

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Tras la visita de Billy Hargrove había quedado pensativo, pues no tenía el dinero suficiente como para pagarle lo de Evan, y además no quería que le dijera algo a Augustine, estaba parado viendo a través de la ventana, el clima estaba húmedo por la lluvia de la noche anterior, esos cielos grises eran tan deprimentes. Augustine salió a los minutos, estaba sólo en playera y calcetas, había amarrado su cabello en una pequeña coleta.

—  ¿Quién estaba?— preguntó la chica.

— Nada, sólo han preguntado por el vecino— Mintió, Eddie le sonrió y pasó por su lado hasta llegar a su cuarto, la chica quedó pensativa. Caminó detrás de él.

—Eddie...— la chica habló en el marco de la puerta— ¿No quieres hablar por lo de anoche?— preguntó. Eddie se volteó a verla y suspiró.

— ¿Qué ha pasado con eso?

— Sólo quería aclarar de que no es necesario hacer cosas que no quieras. Si más bien hemos estado distanciados, creo que es normal, los dos tenemos un dolor enorme, y por cosas obvias, no estaremos siempre con ánimos de...

— ¿Te refieres a tener sexo?— Eddie preguntó y ella asintió— Oye, no lo sé, somos jóvenes, y si ayer he estado extraño ha sido porque simplemente mi cabeza me traiciona a veces. Además somos novios, supongo que acostarnos es hormonalmente normal...

— Vale, pero la idea no es sólo coger porque sí, por darme en el gusto o por darte en el gusto a ti— Eddie suspiró ante las palabras de Augustine.

— Antes no era un problema coger, lo hacíamos y ya. Pero veo que le estás dando vueltas a algo realmente más simple, y si piensas que sólo lo hemos hecho porque he querido darte en el gusto, estás equivocada. Me desperté y estaba caliente , pensé que tú también habías quedado así—Augustine quedó sin hablar tras los dichos de Eddie.

— Okay, ya he quedado clara—la chica tragó saliva. Eddie no acostumbraba a ser así de frío al hablar, pero entendía que no todo en una relación debía ser color de rosas.

— ¿Estás molesta verdad? ¿Te ha molestado que te haya dicho sobre estar caliente?— Eddie llevó sus manos a la cara.

— Bueno no sé, quizá soy un poco más sensible que tú. Y no digo que estés mal, pero...

— ¿Vamos a crear un problema de la nada?— Eddie preguntó de brazos cruzados— Y tranquila, que cuando no tenga ganas de follar te lo diré, así como te lo hice saber anoche—Se paró de la cama y fue hasta la cocina, abrió la nevera y sacó una botella de cerveza. Augustine sintió cómo la destapó y caminó directamente hacia donde estaba él.

— ¿Será ese tu desayuno?—La chica preguntó y él puso sus ojos en blanco.

— Desperté con sed, me has drenado lo poco y nada de combustible que tenía—Eddie dio un sorbo largo a la botella—¿Es un pecado?— la chica tragó saliva , caminó hasta el cuarto de Eddie, se quitó la playera y se puso su ropa, le arregló el pelo y se lavó los dientes. Eddie seguía en la cocina.

El chico nuevamente fue donde ella, se paró en el marco de la puerta.

— ¿Te vas?— preguntó.

— Sí, papá debe esperarme— la chica lavaba su rostro con jabón, podía ver a Eddie en el reflejo del espejo del baño.

— Te has enojado nuevamente— Eddie soltó entre medio de una sonrisa—Ha sido por esta miserable cerveza.

— Podría no ser una miserable cerveza, y no sé, es tu vida, pero no me parece sano comenzar el día con esa mierda. Podríamos tomar desayuno juntos, podríamos haber ido por un café, algo para distraer nuestras mentes, pero creo que no quieres.

— Es sólo una y ya— Eddie se excusaba.

— No es sólo por ésta— la chica apuntó la botella— Ayer cuando llegué estaba lleno de las mismas, no me avisas que estás solo, encima llevamos una semana sin vernos, y si no es porque yo tomo el teléfono, entonces simplemente no sé de ti. Y no quiero parecer una bruja controladora y exagerada— Augustine hablaba con sus ojos brillosos, al borde del llanto— Pero me preocupo por ti, porque te amo. Anoche he visto un porro a medio fumar, y sí, sé que me dirás: '''Ay, Augustine, es sólo marihuana'' y está bien, es sólo Marihuana, ¿Y cómo sé si no consumes otras cosas? Estás vulnerable, y no quiero perderte como perdí a Evan— una lágrima corrió por su mejilla. Eddie evitó el contacto visual y suspiró.

— Sólo estás exagerando—Eddie soltó molesto— Y entiendo que te preocupes por mí, pero quien se está arruinando la vida soy yo— Dio ese pésimo argumento, que hizo llorar a Augustine y de paso a él.

— Claro, perfecto. Sólo te arruinas la vida, ¿Y la mía? De paso arruinarías la mía. Te amo Eddie, eres el amor de mi vida, eres mi sueño desde que soy una niña y si te pierdo, eso...terminaría por matarme. Pero a veces pienso que estás mejor solo y que quizá no necesitas a una chica como yo, que controle tu vida, porque de seguro piensas que te controlo— Pasó por su lado, con fuerza, pero Eddie jaló de su brazo y la apegó a él.

— Mierda Augustine— suspiró— Perdóname, he sido un idiota— ella comenzó a chillar en su cuello y él hizo lo mismo— Eres lo que más amo en la vida y lo que menos quiero es que pienses que no siento lo mismo por ti, o que quiero estar solo. Yo me muero si no estoy contigo— Él la obligó a tener algo de contacto visual— He tenido una mala mañana y me desquité contigo.

— Pero puedes contarme o decirme lo que sea— Ella tomó su rostro— Para esto estamos juntos— Eddie asintió entre un llanto silencioso— Sólo quiero que me digas lo que pasa por su cabeza— besó su frente, Augustine siempre estuvo segura de que Eddie no estaba sano mentalmente, desde lo de su madre, y con la muerte de Evan, había empeorado todo. Pero ella lo amaba tanto, que estaba dispuesta a luchar junto a él contra todos sus demonios. Eddie esa ese infierno en el que ella estaba quemándose de a poco.

— Sí, tienes razón— Eddie tomó sus manos y las besó— Fui un idiota.

— ¿Por qué no vienes a casa conmigo? Papá pasa el día en su taller, podría hacerte galletas y tomar el té— Augustine estaba dispuesta a inventar cualquier panorama, con tal de no dejarlo solo. Eddie asintió ante su propuesta.

— Claro que quiero—Soltó, aferrado al cuerpo de la chica— Perdón si te ha ofendido lo que dije, para mi no eres sólo un trozo de carne el cual puedo morder a mi antojo. Eres a quien amo, y no quiero darte motivos para que me dejes.

— Te dije que para ti tengo mil oportunidades—Augustine besó sus labios y Eddie la cargó contra la pared, para poder seguir besándola a su antojo.

— Espero no gastar las mil—Soltó en medio de un beso intenso.Augustine estaba convencida de que era más probable que él decidiera dejarla, antes que ella dejarlo a él, y Eddie pensaba todo lo contrario, tenía miedo de quemar esas mil oportunidades.

Augustine estaba convencida de que era más probable que él decidiera dejarla, antes que ella dejarlo a él, y Eddie pensaba todo lo contrario, tenía miedo de quemar esas mil oportunidades

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Evermore  (Eddie Munson) TERMINADA ✔️ Where stories live. Discover now