Algunos de los personajes de mis historias y toda la trama detrás de ellos
Cada uno de los oc tiene su historia, siendo cada ficha de este libro una especie de one-shot introductorio a la vida de cada uno.
El apartado "Datos Lemon" únicamente es us...
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Edad: 28 años Estatura: 1.88 Genero: Masculino Personalidad: Amigable, afectuoso, extrovertido, sensible, alegre, coqueto, responsable, altruista, gentil, sincero, sociable. Gustos: Recordar a su buen amigo, socializar con otros, participar en los números del club Disgustos: Pensar en porqué perdió a su amigo, lastimar a los demás, decepcionar a quienes le importan
Tener la confianza suficiente como para aparecer en paños menores, frente a un buen número de individuos que miran con morbo sus movimientos, mientras baila de forma bastantes sugestiva alrededor de un tubo es algo que tiene cierto mérito, aunque no se podría decir que se veía a sí mismo haciendo esto para ganarse la vida.
Le parece que fue ayer cuando todavía era un cachorro viviendo con sus padres, en un vecindario de suburbios, a las afueras de la ciudad. Tenía una vida sencilla y tranquila. Iba a la escuela, jugaba con sus amigos y sus dos padres lo criaban con cariño. Eran buenos tiempos que él zorro ártico siempre atesorara en su corazón.
Para un cachorro, siempre es importante tener compañeros de juego, y al final, ese día cuando conoció al hijo de esa otra familia que se mudo al lado de su casa fue cuando lo encontró, y los dos se hicieron muy buenos amigos. Los dos tenían una química bastante especial, pues solían complementar sus fortalezas y reforzar sus puntos flacos.
Desde chico, este zorro ártico tuvo ciertos problemas cuando se trataba de estudiar. Era alguien a quien le costaba quedarse quieto sentado en un sitio viendo un montón de números y letras. Era capaz de entender lo que enseñaban en la escuela, pero era todo un reto no distraerse cada pocos minutos con cualquier otra cosa.
Esto solía pasar hasta que conoció a Boris, ese cachorro de zorro quien, desde que su familia se mudo al lado de su casa, se convirtió en su amigo, y no solamente en un amigo de la infancia con quien jugaba un poco y con el tiempo se separaban. Ambos zorros tenían una amistad muy profunda para su edad, llegando al punto donde eran hermanos, quizá no de sangre, pero sí del alma.
Fue este zorro quien le enseñó como concentrarse para no distraerse tanto, y como agradecimiento, el zorro ártico le dio su apoyo en las cuestiones sociales, ya que su amigo era bastante tímido para acercarse a otros, pero con él la cosa fue bastante diferente.
Desde el primer momento, aunque la timidez que caracterizaba al zorro seguía presente, parecía que al lado del ártico está disminuía bastante significativamente. Los dos compartían tanto en común y se entendían tan bien que cada uno podía actuar naturalmente al lado del otro sin preocupación alguna.
Además, él albino siempre estuvo allí para apoyar a su amigo aún en los momentos más difíciles, pues a diferencia de su vida, la del zorro era más dura. Sus padres no se llevaban muy bien, y las peleas en su casa eran constantes y algo fuertes, pues los gritos y los insultos nunca faltaban en su hogar, y ésto lo asustaba lo suficiente como para escapar de su casa e ir hasta donde su amigo vivía.
